Ponte Vecchio
Uno de los puentes medievales más bonitos del mundo y otro de los lugares que merece la pena visitar en Florencia es, sin duda, el Puente Veccio, Ponte Veccio para ellos y que es el símbolo, por excelencia, de la ciudad. El Ponte Vecchio es a Florencia lo que el Coliseo es a Roma, y es que su imagen es la más conocida y representativa de la ciudad.
El Ponte Vecchio, además es el símbolo del
romanticismo que inunda toda la ciudad de Florencia. Y es que además de sus casas colgantes, si hay algo que
caracterizó al puente durante años, fue la cantidad de candados que
eran colocados en éste como señal de amor. La idea es que el
amor inquebrantable quede representado por el candado que lleva las iniciales
de la pareja y queda cerrado sin posibilidad de abrirlo, porque la llave es
botada al fondo del Río Arno.
Una romántica costumbre que empezó en el
Puente Milvio de Roma a raíz del libro de Federico Moccia "Ho voglia
di te" (Tengo ganas de tí en castellano) y que se ha ido extendiendo por
todo el mundo.
Actualmente el rito sigue funcionando, pero cada muy poco tiempo las
autoridades quitan los candados por la seguridad de la estructura.
Considerado como el más antiguo de Europa,
este puente de piedra, es uno de los pocos puentes habitados con sus casas colgantes
de colores ocres que se conservan en ambos laterales, apiñadas, aparentemente
sin orden ni concierto y sus cuidadas tiendas de joyas.
Y qué decir de las vistas, desde su parte
central, del río Arno que atraviesa en su punto más estrecho.
Como curiosidad, fue de los pocos puentes que
no se destruyeron durante la Segunda Guerra Mundial y por él cruza el famoso
corredor vasariano, un pasadizo que utilizaban los Médicis para ir del Palacio
Vecchio al Palacio Pitti, sin tener que salir a la calle.
El puente, del tipo puente en arco, de piedra
con una longitud de 62 metros y una anchura de 32 metros se sostiene sobre tres
arcos rebajados; el principal tiene una luz de 30 metros y los otros dos de 27
metros, mientras el alzado de los arcos varía entre 3,9 y 4,4 metros.
Fue la primera vez que se usó este tipo de
arco en la construcción de un puente en Occidente. Otros puentes famosos, como
el Ponte Rialto de Venecia,
se construyeron siguiendo el diseño del Ponte Vecchio de Florencia.Vasari atribuye su diseño, en 1335, al
arquitecto y pintor italiano Taddeo Gaddi, pero al parecer sólo colaboró
como maestro de obras y asistente de Neri di Fioravante,
verdadero artífice del puente. Probablemente Gaddi realizó el diseño y
Fioravante llevó a cabo los correspondientes trabajos de ingeniería y
arquitectura.Se finalizó e inauguró en1345.
Ponte Veccio. Grabado del S.XV |
Se cree que fue un puente construido
inicialmente con pilones de madera por los romanos, poco después de la
fundación de Florencia sobre el año 150 a. C. Esa pasarela se
consolidó y amplió en tiempos del emperador Adriano que promovió la
construcción de la via Cassia Nuova, que atravesaba la ciudad y llegaba hasta
la misma Roma. El primer puente romano fue destruido en el s. VI-VII,
consecuencia del descuido y las guerras bárbaras, además de probables daños
relacionados con las inundaciones.
Inundaciones de 1966 |
Es difícil saber cuántos puentes y cuantas
veces han sido destruidos y vueltos s reconstruir por las frecuentes inundaciones
del Arno. Y es, quizá, hacia el s. IX ó
X cuando el puente tuviera la posición actual.
Hasta 1218 fue el único puente que cruzaba
el río Arno. En ese momento se levantó otro puente de madera con el nombre
de Puente Nuevo, que después de ser destruido por una inundación y reconstruido
por Cosme I de Médici, en 1333, tomó el nombre de "Puente alla
Carraia", ya que lo ensancharon y los carros podían pasar. Hoy en día, el río Arno es atravesado por
seis puentes que pueden ser cruzados a pie o en coches, excepto el Ponte
Vecchio, que no permite el tráfico vehicular.
También tras ser dañado y destruido, el
puente Veccio, por esa inundación del 1333, los florentinos deciden reforzarlo
y es con este objetivo, que se hace de piedra. En el diseño se incluyen tres
grandes arcos para que el río tuviese un espacio de paso mayor y disminuyese la
presión sobre los pilones-tajamares. Toda una innovación para la época.
Fue reconstruido enteramente de piedra entre
1335 y 1345, lo que lo hace capaz de soportar no solo cualquier embate
climatológico, sino también ser base de casas, tiendas y ser transitado por
miles de visitantes.
Desde siempre ha contenido distintas tiendas
y gran actividad comercial; según la leyenda, esto es debido a que la situación
del puente sobre el río Arno le otorgaba un status especial, pues el
puente aunque seguía el trazado de la Vía por Santa María no estaba sobre un
suelo con propietario. Ese status implicaba la exención de
impuestos, así que, pronto, se colocaron bancas en los laterales en las que
exponer y vender mercancías.
Los comerciantes eran autorizados
antiguamente a mostrar sus mercancías sobre mesas por
el bargello (una especie de magistrado comunal).
Comercios |
Al comienzo, los comerciantes alineaban sus
tenderetes, en italiano ("botteghe"), a ambos lados del puente.
Pero en 1495, la ciudad, que era la dueña y
arrendadora de las tiendas a los comerciantes, se vio obligada a vender las
parcelas, por razones económicas. A partir de entonces, las tiendas comenzaron
a agrandarse y se multiplicaron los voladizos sobre el río, que están
sostenidos por puntales de madera ajustados a los estribos del puente y que hoy
configuran la imagen del puente.
Corredor Vasariano como rodea la Torre Mannelli con las tornapuntas que lo sostienen |
Para conectar el Palazzo
Vecchio (sede del gobierno de Florencia) con el Palazzo Pitti, el
Gran Duque Cosimo I de Medici encargó a Giorgio Vasari que
construyera el famoso Corredor Vasariano sobre el puente, apenas 1
Km. de distancia, el cual se finalizó en 1565. Este corredor da una vuelta en
torno a la Torre de Mannelli, ya que los dueños de la misma no permitieron
que fuera alterada o destruida para la construcción del corredor.
En sus inicios, el Ponte Vecchio albergaba
los negocios de carnicería, herrerías y encurtidores de toda Florencia y la
asociación de carniceros llegó a monopolizar los negocios sobre el puente
desde 1442. Fue una medida adoptada con el objetivo de evitar al resto de
la ciudad los fuertes olores. De esa manera, además, los carniceros podrían
tirar sus desechos directamente al río.
Pero, en 1593 el Gran Duque Fernando I
decidió expulsar del puente a los carniceros y matarifes que ocuparon sus casas
durante los siglos XV y XVI, prohibiéndoles realizar sus actividades en el
lugar. Se dice que no soportaba los olores de ese comercio mientras iba desde
el Palazzo Vecchio hasta la residencia de la familia Médici, en el Palazzo
Pitti, pasando sobre el corredor vasariano.
Además, para aumentar el prestigio del lugar,
fomentó que el sitio vacante de los carniceros fuera inmediatamente ocupado por
orfebres, joyeros y comerciantes de oro, que actualmente siguen ocupando los
voladizos y puestos del puente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, a
diferencia de todos los demás puentes de Florencia que fueron volados por
la Wehrmacht, el Ponte Vecchio no fue destruido por los alemanes durante
su retirada el 4 de agosto de 1944. Según la leyenda - versión
que se ha mantenido hasta el día de hoy - esto se debió a una orden expresa del
Führer. Adolf Hitler conoció este puente en 1938, en una visita de
estado que el líder alemán hizo a Florencia, junto al Duce Benito Mussolini y
quedó prendado de la noble estructura. La perentoria orden fue obedecida y,
gracias a esta disposición de respetar el venerable puente, este habría
resultado absolutamente indemne de cualquier daño serio y así, prevaleció para la
posteridad.
Placa de Gerhard Wolf |
Aunque otras historias recorren los tiempos
para significar el hecho de que el puente no sufriera las consecuencias de ese
sin sentido que tienen las guerras, como la versión que cuenta que el que tuvo
más que ver con esa decisión fue el cónsul alemán en Florencia, Gerhard
Wolf, que tiene una placa conmemorativa en el mismo puente. O la última
descubierta que tiene ver con un florentino de nombre Burgassi, al que todo el mundo en el Ponte Vecchio lo
llamaba Burgasso. Enfermo de poliomelitis lisiado y que cojeaba se encargaba de cerrar las joyerías por la
noche moviendo las antiguas y pesadas vitrinas móviles, que ya no están. Su
estado hacía que los soldados alemanes le dejaran pasear por
el Puente Vecchio sin restricciones. Esa libertad le permitió desconectar
las bombas que habían colocado los soldados por todo el puente y que
debían hacerlo volar por los aires en el momento de su retirada de Florencia.
Puente de Santa Trinidad destruido por los alemanes el 8-Agosto-1944 |
Lo que sí que hicieron los alemanes, para que
los aliados no pudieran aprovecharlo, fue dinamitar los edificios a los lados
del puente, con lo que lo bloquearon por completo.
También se cuenta que las
grandes ventanas del centro del puente se abrieron para
el führer. Y aunque Mussolini abrió un par más de ventanas
panorámicas para la visita de Hitler en 1939. Pero las primeras ventanas
panorámicas, en el centro del puente, son de 1860 cuando se ampliaron los
pequeños ventanucos redondeados que ya existían para la visita de rey de Italia
–en ese momento todavía en proceso de unificación– Vittorio Emanuele II.
Monumento a Benvenuto Cellini
En el centro del puente hay dos terrazas
panorámicas: una está cubierta por el corredor vasariano; la otra alberga el
monumento a Benvenuto Cellini, realizado por Raffaello Romanelli e
inaugurado el 26 de mayo de 1901, con motivo del cuarto centenario de su nacimiento y en
reconocimiento de los orfebres florentinos al que consideraban un gran maestro.
La obra es un busto del célebre escultor y
orfebre que fue Benvenuto Cellini con una placa conmemorativa sobre un pedestal
de mármol blanco y dotada con una fuente. El pedestal está decorado con motivos
típicos de la época de Cellini, como festones, máscaras, garras de león,
cabezas de carnero (emblema de Cosme I, para el que trabajó)
Cellini, además de un excelente orfebre fue
escultor, grabador y escritor destacando como obra imprescindible su
autobiografía.
Este artista del siglo XVI trabajó tanto el mármol como el bronce y otros
materiales propios de la orfebrería como el oro, la plata, etc. Entre sus obras
más conocidas y valoradas se encuentra Perseo con la cabeza de Medusa de la
loggia de Lanzi, realizado por encargo de Cosme I de Médicis, el celebérrimo Salero
de oro con esmaltes, realizado para el rey francés Francisco o el Crucifijo
del Escorial (regalo de Francisco I de Médicis al rey Felipe
II de España) y que se conserva en el trascoro de la basílica de El
Escorial, entre otras muchas obras que le han llevado a ser considerado
como una de las personas más influyentes del Renacimiento Italiano.
Corredor Vasariano
Corredor Vasariano 1 Km, |
En 1549, Cosimo I de Medici, segundo duque de
Florencia, compró el Palazzo Pitti, considerado en su momento el palacio más
lujoso de Europa, al menos hasta que se terminó Versalles en Francia.
El Corredor Vasariano fue construido en 5
meses por orden del gran duque Cosme I de Médici en 1565, y
diseñado por Giorgio Vasari. Su construcción estuvo relacionada con la
boda del hijo de Cosme, Francisco, con Juana de Habsburgo-Jagellón.
Se dice que no soportaba los olores de ese comercio mientras él y sus visitantes
extranjeros invitados a la boda iban desde el Palazzo Vecchio, sede del
gobierno de la ciudad, hasta la
residencia de la familia Médici, en el Palazzo Pitti, al otro lado del río
Arno, pasando sobre el corredor vasariano.
Corredor Vasariano sovre el Puente Veccio |
El mercado de carnes del Ponte Vecchio fue
trasladado para evitar que el gran duque lo oliera al pasar, y su lugar fue
ocupado por orfebrerías que todavía se encuentran en el puente.
El puente que une la Galería de Uffizi al Palazzo Vecchio |
La iglesia de Santa Felicidad desde el Corredor |
Vista desde el corredor del río Arno |
Traspasado el Ponte Vecchio, al otro lado del
Arno, el Corredor Vasariano pasa por encima de la logia de
la iglesia de Santa Felicita. En este punto la galería tiene un balcón,
protegido por una baranda, que mira al interior de la iglesia, para permitir
que la familia del gran duque pudiera presenciar las celebraciones sin
mezclarse con las masas.
Entrada al corredor |
La salida del Corredor en el Palacio Pitti |
El Corredor Vasariano pasa por la Galería Uffizi, el Ponte Vecchio,
el Palacio Pitti y los Jardines Boboli entre otros monumentos de Florencia.
Obras del corredor |
Autorretrato de Rafael |
El acceso está muy limitado y sólo
se permiten excursiones con reserva especial a través de operadores privados,
en pequeños grupos que son permanentemente acompañados por personal de las
Uffizi, durante las que no se permiten fotos.
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