Capillas
Vamos a intentar hacer un recorrido por las capillas
más significativas de la catedral. Las he elegido por tener algún detalle
significativo y diferencial del resto y ello les confiere esa particularidad a
la hora de visitarlas.
He elegido una ruta que, a mi juicio, facilitará el
recorrido sin dejar ninguna de visitar.
Entrada por la puerta del Sarmental |
Entraríamos por la puerta del Sarmental (situada en la
fachada sur del templo y por donde se entra en las visitas) y dirigiéndonos a
nuestra izquierda comenzaremos la visita por la Capilla de la Visitación,
después seguiremos la dirección de las manecillas del reloj, esto es hacia el
oeste, después el norte, luego el este y terminaremos en el sur. De esta forma
podemos, si queremos, recorrer todas las capillas o aquellas que nos resulten
más interesantes.
Capilla de la
Visitación
Capilla de la Visitación |
Se encuentra frente a la puerta del claustro alto, en
el muro oeste del brazo sur del transepto; Su arco de entrada está cerrado mediante
una reja gótica del siglo XV. Fue, también, un encargo del obispo de Burgos,
Alonso de Cartagena, al arquitecto Juan
de Colonia, junto a la realización de las agujas de las torres y del crucero y
fue terminada en 1442 en estilo gótico flamígero.
La capilla posee dos tramos, cubierto el primero de
ellos con una hermosa bóveda de crucería estrellada de cuatro puntas, realizada
por Juan de Colonia.
Bóveda de crucería estrellada |
Un sepulcro gótico con túmulo exento de piedra y la figura
yacente del obispo promotor se encuentra en el centro de la estancia. El túmulo
es obra de Juan de Colonia, realizada antes de la muerte del prelado, y posee
esculturas de santos en los costados, en la cabecera y en los pies.
Sin embargo, la estatua yacente fue ejecutada,
probablemente, por Gil de Siloé cuarenta años más tarde, ya muerto el obispo. La
estatua posee una rica ornamentación en sus vestiduras y fue tallada en
alabastro.
Sepulcro del obispo Alonso de Cartagena |
En la estancia también hay otros enterramientos, hasta
un total de catorce lápidas sepulcrales, tanto en el solar, como los del
arquitecto Juan de Colonia y su mujer, a la entrada a la derecha, como en los
muros laterales, estos de arcosolios góticos, con una rica decoración, son los
sepulcros de familiares del obispo fundador. Amén de algunos lienzos entre los
que sobresale uno de gran tamaño que representa a los Reyes Católicos y su
corte ante Granada, antes de la conquista, obra de finales del XIX.
Retablo barroco |
El frontal está presidido por un retablo barroco. Este
retablo mayor es el elemento de culto más importante de la capilla y sustituyó a otro gótico anterior.Se trata de una obra ejecutada a mediados del siglo
XVII y que contiene pinturas sobre lienzo referidas a San Juan Evangelista y a
la vida de la Virgen. Ocupando la calle central, una que representa la
Visitación de la Virgen a su prima Isabel, episodio narrado por San Lucas en su
evangelio. En otra se representa a Santa Isabel y la Virgen con sus hijos. Ambas
dos, claramente inspiradas en los modelos del renacimiento italiano del XVI.
Capilla de San
Juan de Sahagún
Retablo recocó |
Escudo nobiliario de los Rojas |
La imagen que preside el retablo es la imagen del
titular de la capilla, esto es, el agustino San Juan de Sahagún, con atuendo de
canónigo y célebre en la ciudad por su caridad para con los pobres, así como
por sus milagros. En la base del retablo se encuentra su relicario. La reja de
entrada muestra la transición entre las formas barrocas y clasicistas.
La capilla conecta a través de un pasaje cubierto con
bóveda de cañón con una pequeña estancia, sacristía, que, a su vez, comunica
con la zona de Recepción.
Capilla de las
Reliquias
Ante la necesidad y la dispersión de las diferentes
reliquias que en la catedral se encontraban, en el siglo XVIII se materializó
la idea de construir una capilla donde albergar el gran inventario atesorado
por la catedral desde la Edad Media, y de esta manera exponerlas con dignidad y
belleza. Así surgió la Capilla de las Reliquias.
Actualmente esta capilla sólo tiene acceso por la
sacristía, a la que se entra por la capilla de San Juan de Sahagún pero puede
verse a través de la reja acristalada que separa ambas capillas. Se encuentra
entre las capillas de San Juan de Sahagún y la capilla de la Presentación, en
un espacio que anteriormente estuvo ocupado por la capilla de San Pedro, que se
habilitó para esta nueva función derribando el muro anejo a la de San Juan,
antiguamente de los Rojas, y habilitando la entrada a través de un arco de
medio punto con puerta enrejada.
Cúpula |
Posee una preciosa cúpula policromada, en cuyas pechinas aparecen representados las figuras de cuatro santos íntimamente relacionados con la historia de la catedral como son: San Juan de Sahagún, San Pedro Telmo, San Julián, obispo de Cuenca, San Indalecio, obispo de Oca.
A su vez la cubierta aparece decorada por unas
esculturas, ocho, de estuco policromadas con el tema de las Virtudes: figuras
femeninas ataviadas con ropajes de matronas clásicas que representan a la fe,
esperanza, caridad, verdad, sufrimiento, castidad, bienaventuranza y martirio.
La cúpula remata en una pequeña linterna con ventanales en todo su contorno.
Además se encuentran en esta capilla tres retablos-relicarios, de formas neoclásicas y también con decoración rococó. Están compuestos de banco, cuerpo y ático y están realizados en madera de pino. En sus nichos, se encuentran, en arquetas de materiales preciosos: marfiles, ébano, concha, plata…, tecas y bustos-relicarios, la colección de reliquias de la catedral. Fueron diseñados, al igual que la capilla, por el carmelita fray José de San Juan de la Cruz, aunque realizados por Fernando González de Lara, al igual que la mayor parte de la decoración de la capilla. El retablo central dedicado a todas las reliquias y los otros dos a santa Casilda y la Inmaculada.
Relicarios |
Tanto esta capilla como la anterior de San Juan de
Sahagún han sido, recientemente, sometidas a un arduo proceso de restauración
debido al deterioro de muchos de sus elementos.
Capilla de la Presentación
La capilla de la Presentación y la Consolación,
también llamada de San José (por la preciosa imagen del patrono de la Iglesia
universal, colocada a los pies del retablo) o de la familia Lerma Polanco está dedicada a la
Consolación y a la Presentación fue realizada entre los años 1519 a 1524.
La arquitectura, de estilo tardogótico, se
debe a Juan de Matienzo, quien se inspiró en la Capilla del
Condestable para crear un espacio de planta centralizada
cubierto con bóveda estrellada sobre trompas dobles y con plementería central calada, sobre una
linterna octogonal y por la que penetra la luz cenital.
Bóveda |
Sepulcro de D. Gonzalo Díez de Lerma |
Adosados a las paredes, encontramos otros sepulcros de
estilos gótico-renacentista y renacentista plateresco correspondientes a
familiares del canónigo. Otros dos monumentos funerarios contienen un Cristo
yacente tallado en madera por el taller de Diego de Siloé y una talla de la
Virgen con el Niño, tallada en piedra y bellamente policromada del siglo XV.
Destaca en el retablo principal de estilo neoclásico
el cuadro renacentista de la Sagrada Familia de Sebastiano del Piombo, traído de Italia por el
propio canónigo D. Gonzalo Diez de Lerma. Y un precioso retablo pétreo de Juan
de Vallejo, en el que sobresale el relieve central de la Piedad.
Una reja renacentista de Cristóbal de Andino separa el
espacio de la nave.
Antes de entrar en ella puedes contemplar, en el
Trascoro lateral, tres pinturas de santos venerados en la catedral: Santa
Casilda, San Julián, obispo de Cuenca, y San Francisco, obras del benedictino
Fray Juan Rizi.
Capilla del Santísimo
Cristo
Seguimos avanzando hacia el oeste y encontramos una
valla que separa las zonas de culto y de turismo. Para visitar esta zona tendremos
que salir de la catedral y acceder a través de la portada de Santa María.
Ya en la zona de culto hay dos capillas destinadas
permanentemente a la oración y a las celebraciones litúrgicas, a las que se
puede acceder, como ya he dicho, por la portada principal de Santa María, una
de ellas es la Capilla del Santísimo Cristo, en la nave de la epístola y otra
la capilla de Santa Tecla, en la nave del evangelio.
Empecemos por la del Santísimo Cristo. En dicha
capilla, todos los días, se rinde culto al Santísimo Sacramento y se realizan
oficios religiosos.
Con forma de cruz latina alargada fue la primera de
las adosadas a la nave de la Epístola. La capilla es una obra de estilo gótico,
del siglo XIV, edificada sobre la crujía oeste de un antiguo claustro románico.
El interior del acceso contiene una portada gótica de la segunda mitad del
siglo XIII, en cuyo tímpano figura una escultura sedente de
la Virgen con el Niño.
El retablo mayor actual, de estilo neogótico,
fue diseñado por Vicente Lampérez. En su cabecera se exhibe la
imagen del Santísimo Cristo de Burgos. Este Crucificado debió ser realizado en
Flandes o en el norte de Alemania.
Se trata de una imagen milagrera, muy venerada
desde antiguo, ya que los mercaderes burgaleses fundaron capillas bajo su
advocación en Brujas y Amberes,
y los agustinos extendieron su devoción por toda
España e Hispanoamérica; con una iconografía particular de largas melenas,
cuerpo ensangrentado y, sobre todo, unos faldones que le cubren casi por entero
las piernas. A ella se atribuyen multitud de milagros.
Una
leyenda atribuye la autoría a Nicodemo,
que lo habría modelado sobre el cuerpo de Jesús al bajarlo de la Cruz. Todos
los burgaleses conocen su leyenda, que afirma que en la Edad Media, Otra
leyenda dice que, el Cristo había sido hallado hace 500 años, cuando un
acaudalado comerciante de origen burgalés, en uno de sus viajes por Alta Mar,
encontró casualmente un galeón vacío donde sólo había un arcón en el que se
encontraba la divina imagen del Crucificado y unas tablas que decían que fuese
cual fuese la costa a la que llegase pusieran la imagen en un lugar decoroso.
Recogiéndola de las aguas, la llevó hasta su Burgos natal y allí la depositó en
el convento de los Agustinos, afirmándose que las campanas «doblaron por sí
solas a la entrada del Cristo en la Iglesia». Según otra leyenda, el Cristo de
Palencia fue encontrado flotando en el mar por un vigía de la flota de Alfonso Enríquez,
almirante de Castilla, entre 1407 y 1410. Como podéis ver hay donde elegir.
Sin
embargo, la escultura no siempre estuvo en la catedral, ya que originariamente
se encontraba en el Monasterio de San Agustín de la capital burgalesa.
Durante
la guerra de la independencia se trasladó a la catedral para garantizar mejor
su seguridad y después volvió a San Agustín, sin embargo, cuando se produjo la
desamortización de Mendizábal, en 1860, el Cristo volvió a llevarse a la
catedral, donde permanece desde entonces.
En la capilla se conservan también numerosos
sepulcros, algunos procedentes del viejo claustro del siglo XIII y
otros modernos, del XIX. A un lado del presbiterio se muestra una
escultura pétrea de la Virgen con el Niño fechable en el siglo XIV.
Capilla de Santa
Tecla
Pasamos a la nave del evangelio y bajo la arcada que
sostiene la popular figura del Papa-Moscas y ocupando los cuatro primeros
tramos, desde los pies, nos encontramos con la capilla de Santa Tecla, de
amplias proporciones, construida en estilo barroco entre 1731 y 1736, por
iniciativa del arzobispo D. Manuel Samaniego.
Para su construcción se fusionaron cuatro pequeñas
capillas, tipo hornacinas, poco profundas y que ocupaban cada uno de los cuatro
primeros tramos. Además se utilizó una iglesia parroquial, de Santiago de la
Fuente, anexa a su lado norte. Entre los arquitectos involucrados, que fueron
varios, destaco el nombre de Alberto Churriguera, hermano de José Benito, y que
diseñó el trazado de la capilla.
Cuatro grandes arcos ojivales, sostenidos por robustos
machones comunican la capilla con la nave, aparecen cerrados por rejas con
restos de policromía de su época, y cuyos coronamientos aparecen rematados
por escudos: el catedralicio con la simbólica azucena, y el del arzobispo
Samaniego.
La advocación completa de la capilla es de Santa Tecla
(virgen y mártir del siglo I) y Santiago (Santa Tecla por iniciativa del obispo
promotor que procedía de la diócesis de Tarragona donde se tenía gran devoción
a dicha santa y Santiago, en recuerdo de la parroquia suprimida). Hoy en día,
una gran parte del culto regular de la Catedral se oficia en esta capilla.
Bóveda central y lateral |
Detalle bóveda central |
El retablo mayor que se alza sobre un presbiterio de 8
escalones, es de fantástica arquitectura, dorado y policromado en estilo
churrigueresco, y está estructurado en torno a cuatro columnas-estípite de
éntasis invertidas y sostenidas, las dos centrales, por ángeles vigorosos.
Contiene imágenes del martirio de Santa Tecla, la imagen es de madera, policromada, con ojos de cristal. En la escena Santa Tecla está en la hoguera mientras los secuaces mohometanos aportan troncos de leña para alimentar el fuego que amenaza consumir a la Santa. Recubre el trono una marquesina en forma de polígono, que imita un templete y que tiene en su lado frontal al Niño Dios sosteniendo el Universo y en los extremos a San Ignacio de Loyola y a San Francisco Javier. Corona la banda central, la airosa figura ecuestre de Santiago Matamoros. En los laterales la figura de Sto. Domingo de la Calzada (lado del Evangelio) con la clásica gallina, y en el lado de la Epístola la estatua de San Antonio Abad.
Contiene imágenes del martirio de Santa Tecla, la imagen es de madera, policromada, con ojos de cristal. En la escena Santa Tecla está en la hoguera mientras los secuaces mohometanos aportan troncos de leña para alimentar el fuego que amenaza consumir a la Santa. Recubre el trono una marquesina en forma de polígono, que imita un templete y que tiene en su lado frontal al Niño Dios sosteniendo el Universo y en los extremos a San Ignacio de Loyola y a San Francisco Javier. Corona la banda central, la airosa figura ecuestre de Santiago Matamoros. En los laterales la figura de Sto. Domingo de la Calzada (lado del Evangelio) con la clásica gallina, y en el lado de la Epístola la estatua de San Antonio Abad.
Detalle Sto. Domingo de la Calzada |
El mobiliario devocional se completa con otros cuatro suntuosos
retablos laterales barrocos, bajo los arcos apuntados que corresponden al lado
del Evangelio, en recuerdo de las cuatro humildes capillas que antaño existieron.
Entre los que destacan las imágenes de la Virgen de Gracia y
de Santa Lucía, del siglo XVII.
Pila bautismal S.XIII |
Conserva esta capilla a los pies una pila bautismal de
principios del siglo XIII, con forma de taza apoyada sobre pie circular y cuya
copa se ilustra con el apostolado bajo arquerías, unas semicirculares y otras
apuntadas, como recuerdo de la antigua condición parroquial de una parte de la
capilla. En esta pila fueron bautizados el Rey Don Pedro I el Cruel o Pablo de
Santa María, el célebre judío converso, que más tarde fué Obispo de Burgos.
En el pavimento, a los pies del presbiterio, se
encuentra una cámara sepulcral o carnario (vulgarmente carnero).
Capilla de Santa
Ana o de la Concepción
Pasado el trascoro, situados en la nave del evangelio y
fuera de la zona de culto llegamos a la Capilla de Santa Ana o de la
Concepción. Ocupa lo que fueron las antiguas capillas de Santa Ana y de San
Antolín más un pequeño patio o plaza que se encontraba tras ellas, ocupa los tramos
quinto y sexto, si empezamos por los pies, del lado del Evangelio justo antes
del crucero de la catedral.
Fue construida entre 1477 y 1488 por la familia
Colonia, la inicia Juan y la concluye su hijo Simón, en estilo gótico
isabelino.
El obispo D. Luis de Acuña y Osorio ordenó su
construcción, dedicada a la Inmaculada Concepción de María y para servirle de
enterramiento.
Retablo Mayor |
Sepulcro del obispo Luis de Acuña y osorio |
Bóveda estrellada |
Sus muros se hallan revestidos de sepulcros y
retablos. A la entrada el sepulcro de D. Fernando Díaz de Fuentepelayo, canónigo
y primer capellán y hombre de confianza de D. Luis.
Es obra del gótico florido y en él pudieron participar conjuntamente Simón de Colonia y Gil de Siloé. El sepulcro, adosado a la pared, es un arcosolio angrelado de arco rebajado abarcado por otro conopial con remates entrecruzados y con el escudo del difunto sostenido por ángeles tenantes y en la parte superior el frontón con un Dios Padre central y una Anunciación bajo doseletes calados.
En la parte inferior destaca, sobre el sepulcro decorado con una Epifanía, la magnífica estatua yacente del arcediano con el libro en las manos, acompañado de un paje a los pies, y el relieve central con el Nacimiento de Cristo y la Adoración de los pastores en el tímpano. Todo el conjunto está flanqueado por dos estilizados pináculos laterales.
Sepulcro de D. Fernando Díaz de Fuentepelayo |
Es obra del gótico florido y en él pudieron participar conjuntamente Simón de Colonia y Gil de Siloé. El sepulcro, adosado a la pared, es un arcosolio angrelado de arco rebajado abarcado por otro conopial con remates entrecruzados y con el escudo del difunto sostenido por ángeles tenantes y en la parte superior el frontón con un Dios Padre central y una Anunciación bajo doseletes calados.
Detalle |
En la parte inferior destaca, sobre el sepulcro decorado con una Epifanía, la magnífica estatua yacente del arcediano con el libro en las manos, acompañado de un paje a los pies, y el relieve central con el Nacimiento de Cristo y la Adoración de los pastores en el tímpano. Todo el conjunto está flanqueado por dos estilizados pináculos laterales.
En el muro del fondo, frente a la puerta, hay otro
gran arco sepulcral de los familiares del obispo D. Luis, obra de los siglos
XVI y XVII.
En el muro del ábside se halla el fastuoso retablo
mayor, de estilo gótico flamenco, dedicado a San Joaquín y Santa Ana; es obra
de Gil de Siloé, que ultimó el cuerpo central en 1492.
El retablo se compone de banco o predela, cuerpo
principal de tres calles separadas por pilastras-pináculos, con gran número de pequeñas
esculturas de profetas, patriarcas,
santos… muchos de ellos no identificados, pues aunque portan filacterias, en
muchas de ellas no figuran sus nombres, y culmina en el ático con un calvario.
Y todo ello sobre un fondo azul celeste y estrellado.
Predela del retablo Mayor |
Escena central y árbol de Jessé |
Calvario del retablo |
En las calles laterales, más estrechas, vemos a la
izquierda al obispo Acuña, orante y ataviado con ropa arzobispal, por encima el
Nacimiento de la Virgen y los desposorios de María y José. A la derecha se
puede ver a San Huberto o San Eustaquio como cazador, y por encima la
Presentación de María en el templo y la aparición del ángel a San Joaquín.
La decoración, el estofado y policromía son obra del
pintor burgalés Diego de la Cruz, su colaborador.
Retablo de Sta Ana.Detalle central |
En el centro de la capilla se halla el sepulcro del
obispo fundador, tallado en fino
alabastro por Diego de Siloé. Se compone de un sarcófago exento en el que destaca
la estatua yacente realizada con un gran realismo. Aparece vestido con traje
pontifical, con báculo, mitrado y con la cabeza apoyada en dos almohadones.
Le rodea una inscripción en latín donde figura el año del fallecimiento 1495. El pedestal aparece adornado con bajorrelieves de las virtudes cardinales y teologales más una sibila para completar la composición de dos figuras por lado. También en cada lado de la urna, en el centro, aparece su emblema heráldico sostenido por grifos alados
Detalle |
Le rodea una inscripción en latín donde figura el año del fallecimiento 1495. El pedestal aparece adornado con bajorrelieves de las virtudes cardinales y teologales más una sibila para completar la composición de dos figuras por lado. También en cada lado de la urna, en el centro, aparece su emblema heráldico sostenido por grifos alados
A la izquierda según se entra, cuelgan dos cuadros: El
de la Sagrada Familia, óleo sobre tabla, y el de San Bartolomé, óleo sobre
lienzo. Junto a los cuadros se han colocado tres vitrinas que muestran
ornamentos litúrgicos de los siglos XV y XVI.
Martirio de S. Bartolomé |
Los otros dos retablos que hay en la capilla son
retablos neogóticos del siglo XIX.
Si proseguimos nuestra visita pasaremos por el
transepto norte dejando a nuestra izquierda la famosa Escalera Dorada y la
puerta de la Pellejería para acercarnos a la capilla de San Nicolás.
Capilla de San
Nicolás
En el muro oriental del primer tramo del brazo norte
del transepto,
bajo el correspondiente arco del triforio,
se abre el arco de acceso a la pequeña capilla gótica de San Nicolás, paralela
al primer tramo del brazo norte de la girola.
Retablo Mayor |
Bóveda octopartita |
Contiene, en el
muro izquierdo, el sepulcro gótico del fundador bajo un arcosolio con un interesante
bulto yacente.
Bajo los ventanales hay colocado un pequeño retablo románico,
del siglo XIII, que fue traído, en la década de los veinte del siglo XX,
de Santa María de Mave (Palencia) y
restaurado en 1996.
Retablo románico |
Parte inferior del retablo |
Parte superior del retablo |
Detalle de la parte inferior |
Detalle de la parte superior |
Ambas piezas solamente conservan algún resto de su
policromía, pero la diferente decoración y la distinta bordura, de rosetas la
inferior y de cordón la superior, junto a la diferente datación, hace suponer
que ambas eran independientes.
Coronamiento de la reja de entrada |
Capilla de la
Natividad de la Virgen María
La capilla actual, recientemente restaurada, es del
siglo XVI, está considerada como una joya del renacimiento pleno, tanto
por su arquitectura como por su escultura.
Se levanta en el espacio que ocupaban dos viejas
capillas góticas del siglo XIII, dedicadas a San Gil y a San Martín de
Tours y demolidas entre 1562 y 1582 y que fueron unificadas bajo una única
bóveda de planta oval. Esta capilla nueva fue fundada como capilla funeraria
por Ana de Espinosa, viuda de D. Pedro González de Salamanca, y construida por
Martín de Bérriz y Martín de la Haya.
Bóveda ovalada |
Pechina. San Gregorio |
En los laterales una doble columna estriada mantiene
el arco. Entre las columnas destacan las estatuas de San Pedro y San Pablo, y
en el segundo
cuerpo, también de dobles columnas
estriadas, Santa Ana y Santa Catalina.
S. Pedro |
En el ábside se halla el retablo mayor, obra
manierista de madera de nogal, dorada y policromada, enmarcado dentro de un gran
arco triunfal en piedra, que asciende hasta la cúpula y con abundante
decoración escultórica.
El retablo se compone de banco o predela, dos cuerpos y un ático o remate, dividido en tres calles. En los relieves de la Natividad de la Virgen y de otros temas marianos trabajaron los escultores Domingo de Bérriz y Martín de la Haya, la policromía corrió a cargo del dorador Juan de Cea; todo ello fue realizado entre 1580 y 1585.
En la predela tres escenas:
central con la última cena, escoltada con dos escenas de la Pasión. Las calles
laterales que acaban con un frontón semicircular representan escenas marianas
(abrazo de Joaquín y Ana, la Anunciación o la visita de María a su prima
Isabel) y en la calle central se representa la Natividad de Nuestra Señora en
el primer cuerpo y la adoración de los Reyes Magos en el segundo, acabando la
calle central en un frontón partido, sobre el que se representa el tradicional
Calvario con la Virgen y San Juan con los ángeles pasionarios a su alrededor y
las tallas de S. Gil y S. Martín a ambos lados como recordatorio de las capillas
que dieron origen a ésta.
El retablo se compone de banco o predela, dos cuerpos y un ático o remate, dividido en tres calles. En los relieves de la Natividad de la Virgen y de otros temas marianos trabajaron los escultores Domingo de Bérriz y Martín de la Haya, la policromía corrió a cargo del dorador Juan de Cea; todo ello fue realizado entre 1580 y 1585.
Predela. Escena Última Cena |
Primer cuerpo. Natividad de Nuestra Señora |
En
el muro de la izquierda hay dos lienzos del S. XVII, de S. Francisco de Asís y
San Antonio de Padua.
Entre ambos y bajo un arcosolio se halla un pequeño retablo, con un tríptico flamenco de la primera mitad del siglo XVI, que representa un Cristo con la Cruz a cuestas, con San Pedro y Santiago a ambos lados. El retablo culmina con una Piedad.
Entre ambos y bajo un arcosolio se halla un pequeño retablo, con un tríptico flamenco de la primera mitad del siglo XVI, que representa un Cristo con la Cruz a cuestas, con San Pedro y Santiago a ambos lados. El retablo culmina con una Piedad.
Retablo bajo arcosolio |
A los pies de la capilla la sillería del coro también
de estilo renacentista es de nogal y de gran calidad con preciosos relieves de
la Anunciación y las Virtudes teologales y cardinales, obra de Martín de la
Haya.
Capilla de la
Anunciación
Bóveda sexpartita |
En el lado norte/oeste queda un espacio triangular que
la une a la capilla de la Natividad y se cubre con bovedilla de terceletes y en
el que se encuentra una pequeña sillería coral con seis estalos de nogal del
siglo XVII.
En el muro del oeste, junto a la reja de entrada, hay un
arco sepulcral del siglo XV, con estatua yacente de un clérigo no identificado,
bajo un arco rebajado, cuyo tímpano está ocupado por un Calvario.
En el muro norte hay un arco funerario, transformado
en altar retablo con un lienzo de Santa María Magdalena, escoltado, en los
laterales, por un tetramorfos pétreo y culminado por el tradicional Calvario.
La entrada se encuentra cerrada por un enrejado,
recientemente restaurado y rematado por el escudo y las armas del Obispo de
Ciudad Rodrigo D. Juan de la Torre y Ayala
El espacio se encuentra iluminado por tres ventanales,
también recientemente restaurados siguiendo los modelos caustrales, para
garantizar la estanqueidad, ya que la capilla al dar a norte sufre las
inclemencias del tiempo atmosférico.
Retablo |
Credencia. S. XVIII |
S. Antón. S. XIII |
En el centro del pavimento, remarcado con geometría de
pizarra se halla la cripta donde descansan los restos mortales del Obispo de
Ciudad Rodrigo antes mencionado. En la clave de la bóveda se encuentra la figura
del obispo.
Capilla de San
Gregorio
La Capilla de San Gregorio, también se llamó
anteriormente de S. Juan Evangelista hasta el siglo XV, y, aunque no está
totalmente documentado, también de Santiago Apóstol, como lo acredita la clave
de su bóveda con la representación del patrono de España combatiendo a los
árabes.
Clave con Santiago Apóstol |
Desde el siglo XVI (1576), en que el Papa Gregorio
XIII, le concedió altar privilegiado, ha prevalecido la denominación de San
Gregorio.
Es esta capilla, una de las más antiguas de la catedral
ya que es una de las dos que quedan de la girola de los últimos años del S.
XIII y que a su vez había sustituido a otra anterior.
Es de planta similar, aunque esta vez es pentagonal
achatada, a su gemela de la Anunciación y se cubre con bóveda sexpartita. Ha
sufrido modificaciones, a lo largo de los años, en muros y ventanales, por
causas diversas. Al construir la capilla del Condestable, de la que es aledaña,
hubo que alterar el muro este y con posterioridad se suprimieron las tracerías
de los ventanales para conseguir una mayor iluminación en el interior.
En el transcurso del tiempo ha tenido tres retablos,
hechos expresamente para la capilla. En todos ellos presidía la imagen de San
Gregorio, que ahora puede verse sobre el pedestal situado a la izquierda del
retablo.
El actual retablo de San Pedro de tres cuerpos con tres calles procede de
la Iglesia de Castromorca, y es obra de Pedro de Robledo. Las esculturas son de
Toribio Fernández y los relieves fueron tallados por Marcos Díez.
En la predela dos escenas con la presencia de s. Pedro: el prendimiento y la transfiguración, debidamente separadas por las imágenes de los evangelistas con sus símbolos.
En el primer cuerpo el sagrario con la figura central del Ecce Homo, en el cuerpo superior la imagen de S. Pedro escoltada por dos escenas con pasajes de su vida: recibiendo las llaves, velando el prendimiento de Jesús y por encima los padres de la iglesia: San Ambrosio, San Agustín, San Jerónimo y San Gregorio. Para culminar el copete con la imagen de San Miguel arcángel
En la predela dos escenas con la presencia de s. Pedro: el prendimiento y la transfiguración, debidamente separadas por las imágenes de los evangelistas con sus símbolos.
Predela: Prendimiento |
En el primer cuerpo el sagrario con la figura central del Ecce Homo, en el cuerpo superior la imagen de S. Pedro escoltada por dos escenas con pasajes de su vida: recibiendo las llaves, velando el prendimiento de Jesús y por encima los padres de la iglesia: San Ambrosio, San Agustín, San Jerónimo y San Gregorio. Para culminar el copete con la imagen de San Miguel arcángel
Cuerpo superior: S. Pedro y Padres de la Iglesia |
Dentro de esta capilla son obras de gran calidad
artística los sepulcros de los Obispos D. Gonzalo de Hinojosa, y el de D. Lope
de Fontecha.
El primero, adosado al muro norte, es un sepulcro con motivos
alusivos a la muerte y a la liturgia funeraria del Obispo bajo dosel gótico
corrido. Sobre él sobresale la figura yacente del Obispo, vestido de
pontifical. Sobre el mismo sepulcro aparece la inscripción histórica de la
concesión de Altar Privilegiado. Más
arriba, cerca de la bóveda, se halla un lienzo, recuperado, de grandes
dimensiones con el martirio de San Pedro,
realizado por Mateo Cerezo, el Viejo en 1646.
Sepulcro de D. Gonzalo de Hinojosa |
Sepulcro de D. Lope de Fontecha |
Detalle del sepulcro de D. Lope de Fontecha |
Estas tumbas eclesiásticas muestran una rica
iconografía muy informativa sobre las costumbres y los ritos funerarios de la
época.
En el cerramiento de la verja conserva el escudo del
Cabildo.
A continuación está la capilla del Condestable de la
que he dado una cumplida explicación con anterioridad, por lo que saltaremos al
siguiente habitáculo que es la capilla de San Juan Bautista y Santiago.
Capilla de San
Juan Bautista y Santiago. El tesoro
Bóveda de la capilla de S. Juan Bautista |
Clave dela bóveda |
Sepulcro del maestre Pedro Hernández Cabeza de Vaca |
Sepulcro del obispo Juan Cabeza de Vaca |
En el muro izquierdo de la estancia se halla un
hermoso sepulcro renacentista, uno de los más bellos de la catedral con
columnas cariátides, a ambos lados del arco; con ángeles, en las enjutas del
mismo; con un frontón coronado por un Calvario y presidido por la escena de la
Asunción de la Virgen, entre los medallones de San Pedro y San Pablo; con la
escena del Bautismo de Cristo, en el fondo del arco, y con la figura del finado,
en bulto redondo, y una cartela sostenida por niños, bajo el sepulcro
propiamente dicho; el conjunto fue realizado, con la intervención de Juan de
Vallejo y la colaboración de otros escultores. Frente a este sepulcro, en el
muro frontero, se hallan otros dos sepulcros, de la familia Astudillo, en los
que destaca un relieve policromado de la Eucaristía.
El retablo de la capilla, dorado y policromado, es del
siglo XVI, pero restaurado, está presidido por un Santiago matamoros, en
el centro, y las tallas de San Juan Evangelista y Santa María Salomé, en las
calles laterales; junto al retablo, al lado derecho, hay una talla de Cristo
atado a la columna y flagelado, obra de Diego de Siloé.
Repartidas por la estancia hay importantes obras de
arte, como algunos tapices de los siglos XV y XVI, nueve tablas góticas,
de finales del siglo XV que formaban parte del retablo de las Reliquias.
El conjunto tenía la forma de un gran armario, por lo que las puertas se
hallaban pintadas por el interior y por el exterior. Cerrado mostraba la Pasión
de Cristo y abierto dejaba ver las reliquias mostrando en las puertas la
Infancia de Jesús.
Cruz del siglo XII-XIII |
Cáliz. S. XVI |
Altar portátil |
También se expone una muestra de pintura flamenca y
española que representa la muerte de Cristo: Cristo bajado de la cruz, la
Resurrección y la Ascensión.
Una obra de orfebrería más moderna es la espectacular
custodia de oro, marfil, esmaltes y piedras preciosas realizada en 1927 por
Granda, que es utilizada en la procesión del Corpus Christi.
Capilla de Santa
Catalina
Retablo/templete central |
Altar de Sta Catalina |
Documentos y códices |
Su portada ojival, abocinada con arquivoltas decoradas
con motivos vegetales y geométricos tiene en su tímpano un relieve policromado
que representa el Descendimiento y, en el dintel y las jambas, abundante
decoración de castillos y leones.
Portada con el Descendimiento |
Bóveda estrellada |
Los muros están casi completamente cubiertos con los
retratos de los obispos y arzobispos de Burgos, hasta un total de 134, desde la
época en la que la sede estuvo en Oca, los primeros fueron pintados entre 1571
y 1579, hasta nuestros días, siendo la mayor parte de estos retratos
“inventados”.
Virgen de Oca. Gótica |
Capilla del
Corpus Christi
Portada con Deesis y mecenas |
La capilla fue construida hacia 1373, es de planta
rectangular y se cubre con dos tramos de bóvedas de crucería simple,
octopartitas que se apoyan en ménsulas decoradas con ángeles y rostros humanos.
El pavimento es el original y sus muros, en general, aparecen libres de
columnas y de adornos arquitectónicos hasta el arranque, sobre ménsulas, de las
bóvedas, a excepción de los repetidos escudos de armas que aparecen en los
plementos, claves y paramentos.
García Fernández de Castellanos |
Cofre del Cid |
Al fondo de esta estancia, a la derecha, una sencilla
puerta renacentista nos conduce a la Sala Capitular. Y, en el frontal del
enterramiento situado en el suelo, se ha colocado una copia del Santo Cristo de
Burgos.
Archivo
catedralicio
Archivo de la catedral |
Sala Capitular
Como ya he dicho con anterioridad en el muro sur de la
capilla del Corpus Christi, bajo la escalera del Archivo, se abre la puerta de
acceso a la sala capitular, anteriormente biblioteca del cabildo; fue
construida por Martín de la Haya en 1596, con el
patrocinio de Alonso de Cartagena.
Artesonado mudéjar |
Adoración de los Magos. Diego de la Cruz |
Crucifixión de Goswijn van del Weiden |
Virgen de la leche |
Sacristía Mayor
Entrada con la imagen de Fernando III |
Cúpula elíptica |
Coronación de la Virgen |
La arquitectura con cúpula elíptica de seis gajos y linterna así como su abigarrada decoración con yeserías, dedicadas al tema de la Coronación de la Virgen como Reina del Cielo en medio de numerosos ángeles músicos, o la Anunciación del ángel a María, situada en el luneto del muro opuesto
Retablos barrocos bajo el luneto de la Coronación |
Bajo el luneto, antes mencionado, y sobre la puerta se
encuentra una imagen del fundador de la Catedral, el Rey
Fernando III, el Santo; dicha puerta comunica con la antesala desde la que se
accede al Claustro Alto.
Mobiliario barroco con cajonería y retablos |
Para terminar el recorrido por las diferentes
estancias que configuran la catedral de Burgos vamos a entrar en la capilla de
San Enrique.
Capilla de San
Enrique
Reja de entrada |
Se trata de una obra del barroco clásico, diseñada y construida por Juan de Sierra y Bernabé de Hazas, finalizándose en 1674.
La estancia se cubre con una doble cúpula: octogonal
la de los pies y semiesférica con linterna la de la cabecera. En el muro del
testero se halla el retablo mayor, construido en la misma época que la capilla
y en estilo barroco. El retablo está presidido, en su hornacina central, por
una talla de Cristo Doliente sentado, obra flamenca anónima realizada en
Amberes hacia 1500, que ya se veneraba, sobre todo en épocas de grandes
calamidades, en la capilla anterior a la reforma con el nombre de Ecce Homo.
Ecce Homo |
S. Enrique |
Sepulcro del arzobispo Enrique de Peralta y Cárdenas |
También se hallan en esta capilla otro retablo
barroco, conteniendo las tallas de San Andrés y Santa María Magdalena; así como
otros dos sepulcros de canónigos de los siglos XV y XVI; y dos lápidas
funerarias, correspondientes a sendos obispos de Oca.
Cristo yacente |
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