La última
restauración se terminó en 2001, después de 29 años de trabajos y la ayuda
económica del Ministerio de Cultura. |
Dibujo de la basílica S. XVIII en el cuadro "La pradera de S. Isidro" de Goya |
El edificio
destaca por la riqueza artística que atesora en su interior, con una rica
decoración interior realizada en estilo ecléctico y con lienzos de Goya o
Zurbarán, entre otros. También por
su impresionante cúpula que, es la más grande de España y la cuarta de
Europa, tras las de la basílica de San Pedro y el Panteón de Agripa, ambos en
Roma, y la de Santa María del Fiore, en Florencia. Goya en su obra “La pradera
de San Isidro” plasmó la cúpula de
este templo.
También está considerada
como la tercera de planta circular de mayor diámetro de la cristiandad.
Estructura
La fachada
principal de la iglesia, orientada al este, está elevada sobre una
escalinata que circunda el templo, y que se levantó según el proyecto,
netamente neoclásico de Francisco Sabatini en piedra granítica.
Presenta forma convexa para adaptarse a la planta circular de la estructura y
se divide en dos cuerpos, uno inferior con tres arcos de medio punto entre
columnas y pilastras dóricas que alojan las puertas realizadas en nogal en el
siglo XIX y que dan paso a un pórtico rectangular revestido de
mármoles, y otro superior con tres
ventanas con dintel entre columnas jónicas, rematada con frontón triangular con
la cruz de Jerusalén en el tímpano y por encima una acrótera con el escudo
franciscano y la corona real sobre la ventana central y balaustradas laterales
con seis estatuas representativas de santos, entre ellas la de San Francisco, y
esculpidas en 1774.
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Torre norte |
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Torre sur |
La fachada está
presidida por dos torres, una en cada extremo, para campanas, que están
ligeramente retranqueadas y cubiertas con chapiteles ondulados coronados con
veletas y enmarcadas con pilastras pareadas. En sus vanos, se alojan 19
campanas, ocho de ellas en la torre sur y las once restantes, que forman parte
del carillón de la iglesia, en la torre norte, todas ellas fueron construidos e
instalados en 1882 por la casa John Warner and Sons de Londres. Las campanas de
San Francisco el Grande son el único conjunto europeo de campanas inglesas
ubicado fuera de Gran Bretaña.
Por la
complejidad de su manejo solamente fueron tocadas al estilo original durante su
inauguración.
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Cúpula exterior |
La cúpula y
su linterna asoman entre las dos torres,
dominando el conjunto, y adquiriendo, al exterior, un cierto aire achaparrado,
a pesar de sus dimensiones, al carecer de tambor, que la hubiera elevado,
confiriéndole una mayor grandiosidad. Está rodeada por las cupulitas de las
capillas laterales,
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Planta |
La iglesia es
centralizada, de planta circular, ábside con presbiterio de planta
rectangular rematado en semicírculo, elevado sobre escalinata y acotado por una
balaustrada, y capilla Mayor presidiendo todo el conjunto, y un amplio espacio
central, conformado por una amplia rotonda y seis pequeñas capillas circundantes
o domos (tres en cada lado norte y sur), de planta hexagonal y también
cubiertas por cúpulas.
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Esculturas de la fachada |
Este espacio
central está delimitado por grandes pilares con pilastras dóricas que sustentan
una cornisa sobre la que se apoya, cubriéndolo, una inmensa cúpula
circular, de 58 metros de altura (72 m. desde el suelo) y un diámetro de
33 metros, coronada por una linterna central con chapitel y
cruz de hierro forjado sobre la flecha y seis ventanas en su base con vidrieras.
En la decoración pictórica de la cúpula, tanto en las ocho molduras como en
los gallones,
participaron algunos de los más prestigiosos pintores de la época. Bajo la
cúpula se encuentra la rotonda, y a su alrededor y separando las capillas se
encuentran las esculturas de los doce Apóstoles. El coro se
encuentra a los pies del templo, ubicado
sobre el pórtico y un atrio.
Los materiales
de construcción combinan sillares de granito, empleado
principalmente en la fachada principal, y ladrillo enfoscado
(ladrillo cubierto de mortero). La cúpula, por su parte, es de ladrillo macizo
con un grosor de tres metros en el arranque, que va haciéndose cada vez más
fino hasta llegar a menos de un metro en su parte superior.
Interior
Si algo
distingue a la basílica de San Francisco el Mayor, aparte de su valor
arquitectónico, es su fastuosa decoración interior. Dicha decoración se
fecha en la década de 1880 y aúna un discurso político y otro religioso, pues a
pesar de ser un edificio religioso, era, y es, propiedad del Estado. Su
promotor, Antonio Cánovas de Castillo, con su gobierno conservador y la
Restauración borbónica con Alfonso XII.
Elaborada en el más puro eclecticismo,
es un compendio de todo el arte de los siglos XVIII y XIX y en el que
participaron los más notables representantes españoles de las artes plásticas. La
pintura mural se realizó al óleo sobre paneles de yeso, instalados sobre la
superficie interior del domo y están dispuestas en ocho grandes secciones,
separadas entre sí por ocho molduras, que parten del arranque de la cúpula y se
cruzan en la linterna. Y se realizaron en yeso porque
la pintura al fresco había caído en desuso y no había en España especialistas
en esta técnica, de ahí los problemas de conservación que ha acarreado.
Comencemos,
pues, su análisis desde el vestíbulo hacia el ábside.
El cuerpo
inferior de la fachada aloja un vestíbulo revestido de mármoles y con tres
puertas, de inspiración gótico-renacentista y talladas en madera de nogal con
escenas de inspiración bíblica. La central con una representación de Cristo
crucificado con la Fe y la Esperanza a sus pies, y las de la Epístola (a la
derecha de la entrada) con Cristo crucificado y a sus pies los santos
Buenaventura y Basilio y las del Evangelio (a la izquierda) con los santos
Domingo y Francisco, obras todas ellas de Antonio Varela.
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Coro |
El coro está
instalado en la parte superior del vestíbulo. Estuvo ornamentado con la
sillería gótica de la Cartuja de Santa María de El Paular
(Rascafría-Madrid), tallada en madera de nogal Los sitiales
permanecieron en San Francisco el Grande desde 1836 hasta 2003, año en el que
fueron devueltos a su lugar de origen.
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Órgano |
Una de las
piezas más significativas del recinto es su órgano tubular, encargado a Aristide Cavaillé-Coll de París, su montaje fue completado en 1884 y restaurado en 2001. El mueble es de
estilo neoclásico, realizado en madera maciza de roble. Tiene 51 tubos de
estaño y dos teclados propios del tipo de órgano romántico francés. |
Trampantojo y Porciúncula |
El
instrumento se conserva prácticamente igual que cuando se montó y aún se
mantiene en funcionamiento. Y aunque parece tener su continuación en su frontal
dando la sensación de dos órganos enfrentados, en realidad sólo hay uno,
mientras el otro es un trampantojo, que esconde la escalera que da acceso al triforio, y tan extraordinariamente realizado que se
presta a confusión desde la nave principal. Junto a él, al trampantojo, se encuentra un gran lienzo de Francisco Bayeu con el Jubileo de la Porciúncula, que relata cómo Jesucristo y la Virgen se aparecieron a San Francisco mientras oraba en la capilla de la Porciúncula en la basílica de Asís para concederle el famoso jubileo, inicialmente estuvo situado en la capilla mayor, pero en remodelaciones posteriores se trasladó al coro.
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Muerte de S. Francisco |
En la línea de las restantes dependencias, la bóveda está decorada con pinturas murales. Tienen como tema central la muerte de san Francisco de Asís, donde aparecen distintos personajes que participaron de su vida y milagros y fueron ejecutadas en 1882.También destacan
sus esculturas y relieves, entre los que cabe citar el
titulado Entierro de Santa Inés, de Ricardo Bellver, labrado en la
escalera de acceso.
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S. Andrés de Ricardo Bellver |
La rotonda
interior está pavimentada en mármoles, así como sus zócalos. Su
contorno está adornado con las doce esculturas de los Apóstoles,
esculpidos en Italia en mármol blanco de Carrara, según modelos de barro de
diferentes autores españoles, entre ellos Ricardo Bellver (autor de El Ángel
Caído). Estas esculturas se encuentran situadas sobre grandes pedestales y
tienen aproximadamente 2,50 metros de altura y en algunos casos se acercan a
los tres metros de altura.Pero, sus
principales valores artísticos se concentran en las
pinturas murales de la cúpula, resultado de las obras de reforma y remodelación
impulsadas, como ya se ha dicho por Antonio Cánovas del Castillo
El programa
pictórico de la cúpula tiene como tema central a Nuestra Señora de
los Ángeles, en concreto la Coronación de María ante la corte celestial, y se muestran
diferentes escenas de reyes y santos rindiendo pleitesía a la Virgen.
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Cúpula central. Coronación de la Virgen |
Así, en el
gallón sobre el presbiterio se representa la Coronación de la Virgen por
el Espíritu Santo rodeada de los siete arcángeles Miguel, Uriel, Jehudiel,
Gabriel, Rafael, Seatiel y Barachiel. En el de enfrente, sobre el coro,
aparece “La impresión de las llagas a San Francisco”, milagro al que
asisten santos franciscanos. Algunos son reconocibles por sus atributos, como San
Buenaventura, con un libro y una pluma o San Antonio de Padua con una azucena,
pan y libro en sus manos; pero, otros aunque presentan hábito franciscano, no
cuentan con signo que los distinga.
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Detalle de uno de los gallones |
La corte
celestial ocupa el resto de gallones. Los que flanquean a la Coronación de
la Virgen, representan a las santas en el lado del Evangelio y los santos en el
de la Epístola. Tod@s ell@s son sant@s españoles realizados por Francisco Jover
y con los que se buscaba exaltar el carácter confesional y la actitud
triunfalista de reafirmación nacional de los primeros años de la Restauración. En el resto de gallones se representan Arcángeles y Doctores de la Iglesia.
La decoración se
completa con los cuatro Evangelistas y las doce Sibilas, situados en el
arranque de los gallones, en los ángulos sobre los lunetos; la Pérsica, que
predijo la venida del Mesías, la Líbica, la Erytrea, la de Cumas, la de Samos,
la Cimmeriana, la Europía, la Tiburtina, la Sibila Agrippa, la Délfica, la de
Elesponto y la Phrigia, que preconizó la resurrección, y con los profetas
Jacob, Moisés, Aaron, Gedeón, David, Salomón, Isaías, Jeremías, Ezequiel,
Daniel, Habacúc y Zaracías, que profetizaron sobre la Virgen María, sobre
pedestales y enmarcando las vidrieras policromadas situadas en los vanos que
rodean la parte inferior de la cúpula, todos ellos realizados por Alejandro
Ferrant.
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Detalle del arranque de los gallones, el profeta Jeremías y las sibilas
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En cuanto a
las vidrieras, realizadas en la casa Mayer y cia. de Múnich en 1882, de
acuerdo al programa iconográfico de exaltación de María, se muestran escenas de
la Vida de la Virgen, como el Abrazo ante la Puerta Dorada,
la Presentación en el templo, la Anunciación, la Visitación,
la Huida a Egipto y la Ascensión de la Virgen.
Destacan
igualmente entre los elementos decorativos: los 16 candelabros monumentales
situados en las paredes de la rotonda, realizados en latón y las magníficas
pilas de agua bendita.
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Presbiterio |
La Capilla Mayor
ubicada en el ábside está precedida del presbiterio, elevado sobre escalinata y
acotado por una balaustrada marmolea, es de planta rectangular rematado en
semicírculo. Hasta las reformas de la década de 1880 estuvo presidido por un
lienzo de Francisco Bayeu conocido como el Jubileo de la
Porciúncula, pero al ser el único
elemento decorativo daba cierta sensación de austeridad, aspecto que fue
transformado con la citada remodelación del XIX, y tras la que fueron
instalados numerosos elementos ornamentales, a partir de materiales como el
mármol, las maderas nobles, el bronce o
el oro. Hoy dicha pintura se encuentra, como ya hemos mencionado anteriormente,
en el coro.
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Cabecera |
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Ángeles con instrumentos de la pasión |
La cabecera está
presidida por cinco pinturas murales, enmarcadas por cuatro grandes pilastras
compuestas de ribetes dorados, que muestran episodios de la Vida de San
Francisco de Asís, con La Porciúncula central flanqueada por San
Francisco orando en su celda es avisado de la presencia divina en el
templo y la Confirmación de la Indulgencia de la Porciúncula por Honorio
III. En la cubierta de cañón se representa el Tránsito de la Virgen y
en la bóveda de horno aparecen pinturas sobre fondo dorado con ángeles con los
instrumentos de la Pasión (Cruz, escalera, corona de espinas…), todas
realizadas por José Marcelo Contreras.
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Cubierta del presbiterio |
En la base de
las pilastras y sobre pedestales de mármol negro se sitúan las estatuas de los
cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Juan y Lucas), realizados en madera
bronceada (sobredorada). |
Altar y evangelistas |
Tiene seis
ventanales, cuyas vidrieras policromadas, terminadas en 1882, representan
escenas de la vida de San José y la Virgen María.
En las citadas
reformas de la década de 1880 también se incorporó, restaurada y adaptada a
este ámbito parte de la sillería renacentista del |
Púlpito |
monasterio de
los Jerónimos de Santa María del Parral
de Segovia, realizada en 1526 por Bartolomé Fernández. |
Sillería de El Parral |
Flanqueando el
presbiterio encontramos dos grandes púlpitos de mármol de Carrara y
bronce dorado decorados con episodios de la Vida de San Francisco. También es
de mármol la balaustrada y la escalera que separa el presbiterio de la rotonda.
Las seis
capillas que circundan la rotonda central están abiertas entre pilastras,
ricamente decoradas, que sostienen
grandes arcos de medio punto, y que permiten el acceso a ellas. Sobre ellos se
encuentra un entablamento corrido que sostiene la cúpula centra, sin tambor.
Estas capillas están distribuidas de forma simétrica, tres de ellas en el lado
norte y otras tres en el lado sur.
Cada capilla
lateral está cubierta por una pequeña cúpula, con su correspondiente linterna, que replican, aunque a menor
escala, el modelo de la gran cúpula central que se alza sobre la rotonda. Se
cierran con verjas de hierro.
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Capillas laterales |
Su decoración, o
mejor dicho redecoración, responde a un proyecto por el que se mantuvieron
algunas de las pinturas existentes y se prescindió de otras, respetando el eclecticismo
histórico vigente a finales del siglo XIX, cuando fue reformado el
interior de la basílica, y fue realizada por distintos artistas y en variados
estilos.
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Abrazo entre santos y Sagrada Familia |
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Capilla de La Inmaculada |
Comenzando por
el lado de la Epístola, desde el atrio de entrada, primero está la capilla
de san Antonio o de la Inmaculada, un espacio concebido en líneas barrocas. Las
pinturas del altar y de los laterales ya se encontraban en la iglesia antes de
las remodelaciones de la década de 1880. Está decorada con una “Inmaculada
Concepción” central del siglo XVIII flanqueada por el “Abrazo entre
los Santos Domingo de Guzmán y Francisco de Asís”, y “la Sagrada Familia”.
La cúpula está decorada con ángeles músicos.
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Capilla de los Sagrados Corazones |
A continuación
se ubica la capilla de los Sagrados Corazones o Virgen de la Misericordia
o de las Mercedes, que recibe este último nombre porque se consagró a la
memoria de la reina María de las Mercedes de Orleans y Borbón, esposa de
Alfonso XII. Fue diseñada según características neo renacentistas italianas y
presenta la “Apoteosis de los Sagrados Corazones de Jesús y María” sobre
el altar, cuyo culto experimentó un gran desarrollo en época de la
Restauración, y la “Aparición del Niño a San Antonio de Padua” y
una Alegoría del Amor divino en los laterales. La cúpula muestra
la Adoración del Cordero místico.
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Alegoría del Amor y Aparición del Niño a S, Antonio de Padua
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Por último y
junto al presbiterio tenemos la capilla de la Pasión que adoptó el
estilo neo bizantino, de ahí que también se la conozca como “capilla
bizantina”.
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Capilla de la Pasión |
Sobre el altar se ubica un Calvario y las pinturas
laterales son el Entierro de Cristo y el Sermón de la Montaña
cuyos autores también participaron en la decoración de la cúpula donde se
representa al Padre Eterno esperando la Resurrección de su
Hijo señalando su sitio vacío, lo que se conoce como la
|
Entierro de Cristo y Sermón de la montaña |
Etimasia bizantina,
rodeado de los símbolos de los Evangelistas y de las tres Virtudes Teologales y
las alegorías de la Verdad, la Misericordia, la Santidad, la Belleza Eterna, la
Justicia Divina y la Bondad. |
Cúpula de la capilla de la Pasión |
En cuanto a las
capillas del Evangelio, la primera es la capilla de San Bernardino, en la
que se mantuvo la pintura realizada por
Francisco de Goya en 1784 “San Bernardino predicando ante las tropas de
Alfonso V de Aragón y Nápoles” y donde Goya representa al santo predicando ante
una multitud, donde figura un joven, en la parte baja del cuadro, que
tradicionalmente se ha considerado como un autorretrato del
pintor.
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Capilla de S. Bernardino |
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S. Buenaventura y S. Antonio de Padua |
La escoltan en los lados de la capilla La aparición de la Virgen a San
Antonio de Padua y un San Buenaventura acompaña los restos de San Antonio. El
zócalo de azulejos procede del palacio de Álvaro de Luna en Cadalso de los Vidrios (Madrid) y la cúpula, con la Apoteosis de las Virtudes,
es obra de Luis Menéndez Pidal de 1917.
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Abajo a la derecha "posible autorretrato de Goya |
A continuación
está la capilla de las Órdenes Militares o de Santiago, con
características neo renacentistas españolas, complementa iconográficamente a la capilla de los Sagrados Corazones,apilla de los Sagrados Corazones, justo enfrente, pues la representación sobre
el altar central de Santiago Apóstol en la batalla de Clavijo es otra
alusión directa al concepto de catolicismo como religión nacional del templo,
asociándola esta vez a la monarquía asturiana de Ramiro I. En los laterales
aparecen la Consagración de la Orden por el papa Alejandro III, y San
Juan bautizando en el Jordán, que debió realizarse para no dejar la pared
vacía, aunque la idea primitiva había sido representar la Batalla de Tentudía (batalla,
con victoria cristiana de Fernando III, en la que se detuvo el día), más acorde
iconográficamente con el resto. |
Consagración de la Orden y Bautizo de Juan en el Jordán |
Las pinturas de
la cúpula también fueron diseñadas con la Alegoría de la conquista de
Granada, aunque hoy están prácticamente perdidas, distinguiéndose a los Santos
Juan Bautista y Santiago recibiendo los estandartes de los caballeros
fundadores de las Órdenes militares.
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Capilla de Carlos III |
Y la última
capilla del Evangelio, la más cercana al presbiterio, es la capilla de
Nuestra Señora del Olvido o de Carlos III, con decoración centrada en
la exaltación de la monarquía borbónica encarnada en la figura de Carlos III. |
Virgen del Carmen y dogma de la Inmaculada Concepción |
Sobre el altar
se representa “La fundación de la Orden de Carlos III”, que nos muestra a
la Virgen María descendiendo de los cielos para imponer al Rey el collar de la
Orden fundada por él. En uno de los laterales se representa “Concesión del escapulario de la Virgen del Carmen" y en el otro “la Proclamación
del dogma de la Concepción Inmaculada”, recogiendo el hecho histórico más
contemporáneo pintado en el templo, pues el acontecimiento había tenido lugar con
la promulgación de la bula Ineffabilis Deus el 8 de diciembre de
1854, por el papa Pío IX. En la cúpula se representan ángeles músicos.
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S. Buenaventura de Zurbarán |
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Corredor |
En las
dependencias anejas a la iglesia, con un corredor que rodea la cabecera del
templo y la sala capitular, la antesacristía y la sacristía, se ha organizado
un museo, conformado por 51 cuadros, entre los que destacan los corresponden
al barroco español
e italiano, entre ellos: un San Jerónimo de Francisco Ribalta,
un San Buenaventura recibiendo la visita de Santo Tomás de
Aquino de Francisco de Zurbarán, un San Antonio de
Padua de Alonso Cano, un Jesús y la
samaritana de Artemisia Gentileschi... En el templo se conservaba
el Cristo crucificado de Goya, obra con
la que el artista consiguió ser admitido en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando. En el primer tercio del siglo XIX, el cuadro fue instalado
en el desaparecido Museo de la Trinidad, que fue absorbido en
1872 por el Museo del Prado.
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Antesacristía |
Otras
dependencias son la antesacristía y la sacristía. La primera, la antesacristía,
tiene el techo decorado con el Triunfo de la Iglesia realizada a
mediados del XIX y está rodeada de una sillería corrida de nogal, interrumpida
en cada uno de los vanos (puertas, ventanas…). Algunos de los elementos de dicha
sillería pertenecían a la cartuja de Santa María de El Paular y fueron
devueltos en el año 2003.
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Coronación de Santa María de los Ángeles |
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Sacristía |
En la segunda
sala, la sacristía, que es una sala rectangular con una mesa central de palo de
santo y mármol negro con cajonerías en las paredes. La bóveda está
decorada con una Coronación de Santa María de los Ángeles, y
flanqueada por escenas de la Vida de San Francisco, la de
la Estigmatización en el Monte Averno y San Francisco y el Buen
Pastor en los lunetos.
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Luneto con el Buen Pastor |
La antigua sala
capitular contiene algunos valiosos cuadros, como San Antonio de
Padua y la Estigmatización de San Francisco en el Monte
Averno de Alonso Cano o la Relación de las órdenes
mendicantes de Zurbarán. El techo está decorado con alegorías de la Fe
y la Esperanza.
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Estigmatización de S.Francisco y San Antonio de Padua de Alonso Cano |
Postdata: Si queréis recorrerla en una visita de 360 grados lo podéis hacer en esta dirección: https://www.livingmadrid.com/360/sanfrancisco.html
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