miércoles, 16 de octubre de 2019

Santa María "La redonda" Logroño


Concatedral de Santa María de la Redonda

Es una construcción del siglo XV, pero con muchas reparaciones, reformas y ampliaciones en los siglos XVII y XVIII
Su título es de  concatedral de Sa
nta María de La Redonda de Logroño ya que junto con la Catedral de Calahorra del siglo V  y la de Santo Domingo de La Calzada del siglo XI, es la sede de la diócesis eclesiástica de Calahorra y La Calzada-Logroño.
Se le llamó La Redonda por estar construida sobre una antigua iglesia románica, la de San Lucas, probablemente de planta octogonal (redonda),  que aproximadamente debió de ocupar un espacio equivalente a la mitad del templo de nuestros días y muy similar a algunas de las existentes a lo largo del camino de Santiago como la de Santa María de Eunate o la iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río o la iglesia de la Veracruz de Segovia.
Fue iglesia colegiata desde 1435, al fusionarse con la de San Martín de Albelda. aunque su construcción se iniciaría unos años más tarde, en 1516, hasta 1959, año en que fue declarada concatedral por el Papa Juan XXIII, junto a las históricas catedrales de Calahorra y Santo Domingo de la Calzada.

Arquitectura del templo

Plano original. Parte oscura
 reformada
Plano siglo XVIII  parte
oscura añadida
Al igual que numerosas iglesias y catedrales, sus  orígenes se remontan a un pequeño cenobio creado a raíz de las persecuciones cristianas de los musulmanes en los siglos VIII o IX. Cenobios que con el tiempo se fueron convirtiendo en pequeñas iglesias románicas y que dieron lugar a las construcciones góticas que han llegado hasta nuestros días, pero de los/las  que no queda ningún rastro tras las sucesivas remodelaciones de siglos posteriores.
La estructura arquitectónica actual de la concatedral es fundamentalmente del siglo XVI, aunque con reformas en la cabecera en el siglo XVII, y sobre todo en el siglo XVIII (fachada occidental, torres, etc…), y es por lo que su aspecto exterior es plenamente barroco. Sin embargo, la parte más antigua la conforma el cuerpo interior central (las naves) construido entre 1516 y 1598.y es de estilo gótico isabelino, de los Reyes Católicos o hispano-flamenco como queramos denominarlo.

Descripción general.

El edificio está construido en piedra sillar y su  planta es  de salón rectangular. Mide 80
Nave central
metros de longitud, 26 metros de anchura y sus bóvedas alcanzan los 27 metros de altura.
Está compuesta por tres naves de igual altura, pero de mayor anchura la central, con capillas bajas entre los contrafuertes y un ábside central, aunque en origen también tuvo otros dos laterales y en estilo Reyes católicos o gótico hispano-flamenco, esto es ese período de transición entre el gótico final y el primer renacimiento, construidas entre 1500 y 1538. En el siglo XVII se construye la capilla sur, capilla del Cristo, de la girola, con sacristía y en estilo clasicista (reacción al Barroco/manierismo), pero para ello hubo que derribar el ábside de la epístola; lo mismo ocurrió a finales del XVII cuando se construye la sacristía y la capilla norte de la girola, en estilo barroco, para ello hubo que derribar el ábside del evangelio. Posteriormente, ya en el siglo XIX hubo que derribar la sacristía de capilla sur para realizar un deambulatorio para convertir el templo en catedral.

Con ocho altos pilares cilíndricos fasciculados, exentos, adosados y sin nervaduras que separan dichas naves, constituyendo los cinco tramos que la forman y  arcos apuntados que soportan las cubiertas  de bóvedas de crucería estrelladas con combados curvos y de terceletes
Además consta de, una girola y el trascoro y con su portada principal flanqueada por dos torres gemelas. A lo largo de los muros laterales se extienden las capillas que cierran la construcción definitiva en el norte y sur del templo.

Descripción interior

Bóveda de la cabecera
En el ábside, ochavado y de tres paños, se ensambla un gigantesco retablo mayor, con una abundante decoración vegetal claramente renacentista, y con un programa escultórico complejo del que cabe destacar, en la calle central, la imagen del Árbol de Jesé (genealogía de Jesucristo), que culmina con el relieve de la Virgen titular, flanqueado todo ello por dos columnas salomónicas a cada lado y las figuras de S. Pedro y S. Pablo ; bajo él y en la parte del sagrario una preciosa Inmaculada repujada en plata. Coronando esa calle central el Calvario.
Retablo Mayor
El retablo se culmina con la imagen del Padre Eterno bendiciendo y con ángeles alrededor. Los ábsides laterales, de igual estructura que el central, pero menos profundos, han desaparecido al construirse la girola, una girola rectangular, formada a base de tres capillas cubiertas con cúpula con linterna sobre arcos de medio punto y pilastras.
También en el interior destacan otros elementos, como: el coro bajo con magnífica sillería tallada en nogal, de veinticuatro asientos altos y veintidós bajos, de mediados del siglo XVI, cerrado por gran reja de hierro, del XVIII y , que ocupa el tramo final del templo, las paredes del propio coro, con sus magníficas esculturas de alabastro o el trascoro con la monumental Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles en el interior;  capilla que sirve de parroquia, de planta octogonal inscrita en un rectángulo, con capillas alrededor de sus muros y cubierta con cúpula de paños hermosamente decorados y sus capillas cubiertas con bóvedas de lunetos, o las capillas laterales o la colección escultórica y pictórica, entre las que cabe destacar el “Calvario”, que se encuentra en el trasaltar, atribuida a  Miguel Ángel, quien pintó esta tabla para su amiga Vitoria Colonna y las Tablas flamencas de Gillis de Coingnet.
Entrada a la sacristía
La sacristía es de tres tramos cubiertos con bóveda de aristas y se sitúa en la nave del evangelio. Realizada en estilo barroco conserva su naturaleza a pesar de las reformas que ha sufrido. Guarda interesantes obras de orfebrería y ornamentos litúrgicos. Es de destacar la  cajonería realizada en 1695 de once cuerpos con apliques de maderas finas y herrajes de bronce. También hay un armario a juego con ella.  El centro del recinto está ocupado por una gran mesa de taracea y al fondo, una imagen  del Crucifijo  y a su derecha, una pintura sobre lienzo representando a María Magdalena penitente. Los muros están decorados con distintos lienzos.
En cuanto a las capillas que se e encuentran en la catedral, todas tienen algún detalle a destacar, intentaremos hacer un recorrido por todas ellas.
Retablo capilla
de La Paz
Empezaremos por la entrada sur del templo, la que da a la calle Portales, al entrar lo primero que nos encontraremos es el muro sur, en el
Lateral del coro
lado de la epístola, del coro con unas magníficas y bellas esculturas de alabastro, al igual que las del lado del evangelio y a nuestra derecha nos encontramos con la primera de las capillas llamada Nuestra Señora de la Paz, también llamada de los “Leones” (en alusión a Diego Ponce de León, primer tesorero de la colegiata). En ella apreciamos un sepulcro en el que el arcosolio del túmulo representa la resurrección de Jesús en una triple escena en la que aparecen las mujeres que se dirigen a embalsamar el cuerpo de Jesucristo, la salida del sepulcro de Cristo resucitado y los soldados ante el sepulcro vacío. En la parte superior del arcosolio aparece el Padre Eterno con dos angelitos que portan unas cartelas y en una de las cuales podemos apreciar una fecha 1541.
Relieve de la Resurrección
También en esta capilla encontramos un pequeño retablo de un solo cuerpo con tres calles dedicado a la Virgen que aparece sedente con el Niño y con el título de “La Paz”. En la predela escenas de la vida de la Virgen (Anunciación, Natividad y Huida a Egipto) y a los lados de la Virgen San Sebastián (izquierda) y Santa Catalina de Alejandría (derecha). En los plintos de las columnas aparecen representadas las virtudes (Caridad, Fé, Justicia y Fortaleza). Sobre ellos, en el ático Cristo sedente en el centro escoltado por S. Pedro y S. Pablo y culminando el retablo un “calvario” con la Dolorosa, María Magdalena y S. Juan. En el lateral que da a la nave de la epístola encontramos la figura de Santiago apóstol.
Retablo Capilla de la Cruz
A continuación vemos la capilla de La Cruz, también cerrada con reja y donde podemos apreciar un retablo pequeño con predela, cuerpo y ático, de madera policromada y las pequeñas figuras que en él aparecen de alabastro. En la predela  hay un clípeo o tondo representando una Piedad, en el cuerpo observamos un “Calvario” con María, María Magdalena y S. Juan y en el ático el “rostro de Cristo”.
Cuadro vida de S. Martín
En la parte frontal y el lado derecho podemos ver unas pinturas sobre tabla de estilo hispano-flamenco del siglo XVI con escenas de la vida de la Virgen y de la infancia de Jesús como: Visitación a Santa Isabel, la Asunción de María, la Natividad, la Huida a Egipto, la adoración de los Reyes Magos o la Presentación de Jesús en el templo…
En la pared derecha las pinturas representan escenas de la vida de San Martín. Como en la que aparece partiendo su capa para el mendigo.
En la crestería de la reja observamos el escudo de la familia donante y los tondos de los apóstoles S. Pedro y S. Pablo.
La siguiente capilla, ya casi a la altura del altar mayor es la capilla del Pilar,  única que carece de reja divisoria. Comenzó llamándose la capilla de “La Piedad”, pero hoy comúnmente se la conoce como “La del Pilar”.
Retablo de los
Ajusticiados
El retablo de la izquierda conserva los ejemplares más antiguos, y se compone de banco o predela  y dos cuerpos y el ático. El cuerpo inferior alberga una imagen de una virgen gótica sedente, imagen ante la que acudían a rezar aquellos reos que iban a ser ajusticiados y por ello se la conoce popularmente con el nombre de “Virgen de los Ajusticiados”. Ya en el segundo cuerpo aparece la figura rococó de San Juan Bautista y en el ático un relieve hispano-flamenco de la Piedad con la Virgen, San Juan Evangelista y María Magdalena.
Virgen del Pilar
En el centro un retablo barroco compuesto de predela, en la que aparecen escenas de la vida de la Virgen como: la Anunciación, Nacimiento de María, Santa Ana….; el cuerpo con columnas salomónicas pareadas y la Virgen del Pilar ya moderna y ático, con Santo Domingo de la Calzada también actual. Este retablo está flanqueado por dos lienzos sobre la vida de San Francisco de Borja con cartela explicativa en su parte inferior derecha.
Capilla de la Visitación
En el muro derecho aparece un cuadro de San Miguel Arcángel.
Virgen de Valvanera
Retablo de La
Visitación
Por fin llegamos a la última de las capillas del lado de la epístola: La capilla de la Visitación. Esta capilla tras diversos avatares, estuvo a punto de ruina, hasta que cayó en manos de la familia Salazar quienes cerraron el recinto con verja y la ornamentaron con un retablo claramente barroco formado por predela, donde se encuentra la imagen de San Blas; el cuerpo con la Visitación de María a su prima Isabel, y en el ático “San Millán Matamoros”. La parte central de la capilla está ocupada por moderno y bello retablo (S. XX)  con la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.

Capilla del
Santo Cristo
Siguiendo el recorrido entramos en la parte posterior del altar, es la parte que se recreció a partir del ábside de la nave epístola (incluso se derribaron casas, para hacer este recrecimiento) y era donde estaba ubicada la sacristía de la capilla del Santo Cristo. La que hoy podemos contemplar no se parece en nada a la capilla original. Estaba aislada con una verja, verja que hoy en día cierra el pórtico de la fachada occidental entre las dos torres. En esta capilla podemos encontrar a la derecha un precioso túmulo funerario, levantado como un arco triunfal con arco de medio punto entre pareadas columnas toscanas policromadas, bajo un entablamento clásico con frontón circular partido y en cuyo centro se coloca un escudo de armas del donante (Pedro González del Castillo). La figura orante mira la imagen central del retablo que preside la capilla, imagen a la que profesaba una gran devoción: el “Cristo de los Labradores”, que da nombre a la capilla.
Retablo de la capilla del
Santo Cristo
El retablo está compuesto de predela, cuerpo con tres calles y ático, con columnas corintias, entablamentos clásicos y frontones triangulares de claro estilo clasicista y policromado. La predela contiene en los plintos que sostienen las columnas relieves de los 4 evangelistas con sus símbolos: S. Marcos, S. Juan, S. Mateo y S. Lucas. Entre ellos el Lavatorio de pies y la Oración en el Huerto de los Olivos. En el centro de la predela el Sagrario con los relieves de Cristo Salvador en el centro y los de S. Celedonio y S. Emeterio (patronos de la diócesis) en los costados.
Lavatorio de pies
En el cuerpo vemos, en las calles laterales las figuras de los apóstoles San Pedro y San Pablo, con las virtudes  de la Fe y Esperanza sobre ellos, flanquean al Cristo de los Labradores, imagen hispano-flamenca de finales del siglo XV, sobre él y ocupando el tímpano del frontón una pintura con el Padre Eterno y a los lados las virtudes Prudencia y Templanza. Flanqueando el frontón a ambos lados encontramos dos pinturas que representan a los santos Padres de la Iglesia: S. Jerónimo y S. Agustín a la izquierda, y S. Gregorio Magno y S. Ambrosio de Milán a la derecha.
Inmaculada de Gregorio
Fernández
Y en el ático una preciosa Inmaculada obra del genial escultor vallisoletano Gregorio Fernández.
El escudo que corona el retablo es el de Felipe III, mientras que los laterales son del obispo.
Ahora entraríamos en lo que llamaremos la girola, tras el altar Mayor y está compuesta por tres capillas comunicadas entre sí. La del norte contiene el sepulcro del General Espartero y su esposa Doña Jacinta Martínez de Sicilia (S.XIX).  
Pila bautismal. S. XVI
La central alberga elementos litúrgicos anteriores como una pila bautismal de estilo romanista, decorada a base de motivos geométricos, está fechada en 1587 y  procede de Somalo, del siglo XV. O un sencillo retablo con la Asunción de la Virgen  aupada al cielo por los ángeles, obra del siglo XV. El marco que la rodea ha sido colocado recientemente con inscripción a su alrededor.
La capilla del sur acoge, procedente del señorío de Somalo, el sepulcro del Obispo Pedro González del Castillo, fundador de la misma en 1627.
Asunción de la Virgen
Pero frente a ellas se encuentra, en el trasaltar, y en una cámara acorazada, un bellísimo Calvario, que probablemente pintó Miguel Ángel para su amiga Vittoria Colonna, casada con D. Francisco de Ávalos, de ascendencia riojana y marqués de Pescara, muerto en la batalla de Pavía.
Crucifixión. ¿Miguel Ángel?
La gran amistad entre Miguel Ángel y Vittoria Colonna, ya viu­da, aparece reflejada en cartas donde, en 1540, ella le solicita una pintura pequeña pa­ra que le ayudara en sus oraciones privadas. Tras presentarle varios bocetos, que se conservan en el Museo Británico y en el Louvre, el artista le pintó un pequeño Calvario, del que una vez acabado  Vittoria llegó a decir, que “Cada vez que lo miro, crece en mí más la fe en Je­sús”.
Al parecer, en el primer momento, en el cuadro aparecían, como es tradicional en los Calvarios, la Virgen y S. Juan a los pies de la cruz con Cristo crucificado. Pero, en 1547, y a la muerte de Vittoria, el pintor recuperó el cuadro y la incluyó en él como María Magdalena abrazando la cruz de Cristo y portando sobre los hombros un pañuelo como símbolo de su viudez. El rostro de María Magdalena ha sido identificado como el de Vittoria Colonna, ya que en sellos y monedas de la época aparece con el mismo perfil.
A pesar de que se perdió el cuadro original, hay muchos dibujos y copias hechas por discípulos de Miguel Ángel. Una de esas copias, que algunos historiadores del arte atribuyen a Miguel Ángel, es la que se encuentra en  la Concatedral de Santa María de la Redonda de Logroño.
En la parte superior y sobre este Calvario aparecen dos lienzos sobre la vida de San Francisco Javier, probablemente pertenecientes a una colección sobre su vida de finales del XVII, también aparece otro cuadro representando el sacrificio de Isaac.
Entrada a la sacristía
Enfrente y sobre la puerta de la sacristía aparece un lienzo en forma de media luna invertida con el Cristo de los Labradores rodeado de ángeles y a los lados los donantes, al parecer es un exvoto de un militar que cautivo de los turcos se encomendó a este Cristo y fue liberado.
Sobre una columna vemos una escultura de bulto redondo de la Magdalena, obra barroca del siglo XVII y que se saca en procesión. También y junto a la sacristía hay otra imagen, también barroca del siglo XVII, de bulto redondo corresponde a Santa Tecla.
Sepulcro general Espartero
Junto a la entrada de la sacristía, encontramos el sepulcro del general Espartero, con forma de arcosolio, en el que destaca la imagen del ángel del Juicio Final que señala al cielo, con la inscripción que rodea el arco: “Así pasa la gloria del mundo”, también vemos dos ángeles  que sujetan un clípeo y en él el retrato de Espartero y su esposa. A los pies del arcosolio una lápida con los escudos de la familia.
A continuación y siguiendo por la nave del evangelio nos encontramos con la capilla de los Reyes, debido al retablo que hay en ella y que está dedicado a los Reyes Magos. Al igual que las otras capillas está cerrada por una preciosa reja del siglo XVI, decorada con una cenefa de grutescos, sobre ella la crestería en la que aparecen dos tondos con los bustos de S. Pedro y S. Pablo y en el centro el escudo de la familia propietaria.
Retablo de los Reyes
En la pared norte, podemos ver dos lienzos: La Huida a Egipto y la Adoración de los Pastores. Mientras en el muro está el retablo que da nombre a la capilla, es un retablo pequeño, apenas tres metros con predela cuerpo y remate en frontón ocupado por el Padre Eterno con una frase “Y postrándose, le adoraron” y dos ángeles que soportan una cartela donde se refleja el año en que fue realizado, 1554. El retablo nos narra el momento en que los Reyes Magos encuentran al Mesías, pero está lleno de representaciones de la vida cotidiana del renacimiento, es curioso como algunos de los personajes que allí figuran a parecen con sombreros, sandalias, y vestimenta típica del siglo XVI, en lugar de las propias del acontecimiento de la adoración de los reyes de oriente.
La predela del retablo está reformada y acoge 4 cráneos enfundados, son reliquias de cuatro santos.
Capilla S. Pedro
La siguiente capilla es la conocida como la capilla de la Reliquias y de San Pedro, pero que en otro tiempo se llamó de San Gregorio.
Posee un retablo con predela, cuerpo y ático con remate en el que aparece mezclada la pintura y la escultura, como es preceptivo la capilla aparece cerrada con una hermosa rejería policromada, en la crestería tondos con escudos familiares y las figuras de S. Pedro y S. Pablo, acompañados de las figuras representativas de las siete virtudes (cardinales y teologales), con la justicia en el centro.   
En la predela aparecen unas  pinturas sobre tabla donde se reflejan las virtudes teologales (Fé, Esperanza y Caridad) y en el centro un relieve de la Última Cena. Ya en el cuerpo la escultura de bulto redondo de San Pedro apóstol sedente y con tiara pontificia, acompañado de los relieves de San Miguel Arcángel y San Jerónimo, y el Bautismo de Jesús en pintura. 
S. Pedro sedente
En el ático, pinturas sobre tabla de Santa Ana, Santa Catalina de Alejandría y Santa Lucía, y en el centro relieve del Descendimiento; bajo él, en un tondo, la Santa Faz. En el remate, dos mujeres sostienen el escudo familiar y en el centro Calvario con Dolorosa y san Juan apóstol; falta el cristo crucificado.
Busto de S. Prudencio. De plata
Un retablo moderno, conocido como el de La Milagrosa, del siglo XIX, pero con imágenes del siglo XX, sirve de colofón. En su parte inferior contiene importantes reliquias. En el centro, el busto relicario, realizado en cobre dorado y plata de San Prudencio, patrono de la diócesis de Álava, y a su lado dos santos riojanos, San Felix del Monte y San Funes. Las arcas son romanistas del siglo XVI a excepción de la de S. Prudencio que es hispano-flamenca del siglo XV.
Al continuar nuestro viaje hacia los pies por la nave del evangelio nos encontramos con la capilla de S. Ildefonso o también de los San Pedro, en recuerdo de la familia que posiblemente la construyó o por lo menos que la dotó de los ricos ornamentos que posee, sobre todo el rico retablo con que está decorada. El retablo, atribuido por algunos a Gil de Siloé,  ha perdido algunas de las imágenes que lo formaban. Está constituido por una predela sobre una especie de basamento o zócalo con imágenes de querubines y dos cuerpos con tres calles separadas por columnillas multiformes. 
Retablo capilla de
S. Ildefonso
En la predela y centrado aparece un Descendimiento y a su lado Ecce Homo; en el primer cuerpo y centrado la imposición de la casulla a S. Ildefonso y su lado S. Francisco y un apóstol sin determinar, pues le falta atributo. En el segundo cuerpo, en el centro María Magdalena acompañada de San Bernardino y San Antonio de Padua y en el ático y coronando el retablo el consabido Calvario. En la capilla también encontramos una alacena protegida por verjas con reliquias y en la pared este un lienzo de la Sagrada Familia. Al igual que el resto de capillas se cierra con rejería con una bonita crestería decorada con escudos familiares y tondos de S. Pedro y S. Pablo.
Retablo capilla de S.Blas
Pinturas de Coignet
Epifanía de Coignet
Terminamos el recorrido por las capillas laterales con la capilla de S. Blas. Cerrada por verja en madera que aparece culminada por un Crucifijo. Su interior alberga unas pinturas sobre tabla originarias del Palacio de Somalo, cerca de Nájera, que formaron parte de un retablo dedicado a la Virgen. Están firmadas por G. Coignet en Amberes, en 1584, es la única obra conocida de este pintor, incluso en su tierra de origen y de ahí la singularidad e importancia de este retablo. Son Seis tablas de 131 x 88 centímetros representan a S. Pedro, la Resurrección de Cristo, S. Juan Bautista, la Anunciación de María, la Epifanía del Señor con los Reyes y la Asunción de la Virgen. Y tres, en la predela, de 26,5 x 96 centímetros y que muestran varias escenas de la vida de S. Francisco de Asís. En el primer cuerpo se encuentran tres tablas de la  Asunción, Epifanía y Anunciación y, en el segundo, la Resurrección del Señor flanqueada por S. Pedro y S. Juan Bautista. Estas pinturas fueron restauradas en el museo del Prado y de ahí su aspecto actual.
S. Pedro de Coignet
La Anunciación de Coignet
A su lado hay una imagen de S. Blas de gran devoción y raigambre en la ciudad de Logroño,
El coro siempre ha sido el lugar donde los clérigos, celebraban sus rezos, por esa razón, en la mayoría de los casos, se encontraban cerca de la cabecera. Hoy día el coro, sin embargo, sirve, fundamentalmente, para albergar al grupo de cantores que interviene en las celebraciones litúrgicas. En 1607 problemas estructurales del coro hicieron necesario trasladarlo al pie de nave en detrimento de algunos enterramientos que
Coro
allí se encontraban, esto causó, en su momento una cierta polémica. En un principio se construyó en alto, esto es, la puerta oeste de entrada al templo se ubicaba debajo del coro. Cien años después y también por problemas estructurales en su construcción se vieron obligados a bajarlo al piso llano, esta acción exigió abrir dos puertas laterales para entrar al templo, puertas, de claro estilo barroco, que son las que existen hoy en sus fachadas norte y sur. Así pues, entre las columnas de la nave central se fijó su ubicación y allí se instaló la sillería, de nogal, realizada a mediados del siglo XVI y que aún hoy se conserva.
Lo preside una preciosa talla gótica de una Virgen con Niño.
La decoración está dividida en dos alturas y coronada por una crestería con decoraciones a base de grutescos, decoración vegetal de zarcillo de acanto y bustos de personas de difícil identificación, aunque se suponen personajes de la historia de la iglesia .En la parte inferior, los sitiales con una sencilla decoración con motivos arquitectónicos  o de figuritas en los reposabrazos, en las misericordias y veneras en los respaldos. Lo parte más decorada es la parte superior con numerosos relieves  de santos y el escudo de la Concatedral.
Escudo de la concatedral
El coro se cierra con una elegante verja  barroca de más de 7 metros de altura, de comienzos del siglo XVIII, decorada en la crestería por los cuatro cuarteles que componen el escudo de Santa María de la Redonda.
En el trascoro, se encuentra una gran capilla denominada de Nuestra Señora de los Ángeles, que sirve de parroquia. Podemos acceder a ella a través de dos puertas laterales de cristal a ambos lados del trascoro. Es el fruto de una de las numerosas ampliaciones que se llevó a cabo en el edificio, ésta en concreto, en el siglo XVIII junto con las dos torres. Hay que destacar en toda ella la riqueza decorativa. Es de planta octogonal, a la que se abren seis capillas laterales y está inscrita en un rectángulo delimitado por la fachada oeste, el muro norte y el muro sur, junto con el trascoro. Se cubre con una cúpula ochavada de paños con linterna decorada con pinturas al fresco, realizadas por José de Vexes, el pintor más importante de la segunda mitad del siglo XVIII, en 1770 y que representan la Asunción-Coronación de la Virgen. Las capillas laterales con bóvedas de lunetos. También hay dos grandes cuadros, a ambos lados de la puerta central, del mismo pintor con la Epifanía y la Circuncisión.
Cúpula capilla Nª Sra. de los
Ángeles
En el lado del trascoro hay un hermoso retablo cuya figura central es una preciosa talla hispano-flamenca de finales del siglo XV representando a la Virgen con el Niño, imagen a la que se tiene una gran devoción en Logroño.
Retablo de La Dolorosa
Dos niveles de hornacinas a modo de pequeños retablos conforman este bellísimo espacio, prodigándose en ellas imágenes de retablos antiguos, como el de la Virgen del Carmen, o el de Santa Lucía o el de la Dolorosa que a los pies tiene este Santo Sepulcro hecho de maderas nobles recubiertas de carey, con apliques y herrajes de plata, y columnas rematadas por jarrones de azucenas con una imagen articulada de un Cristo Yacente y se remata el retablo con una escultura de Cristo atado a una columna y azotado. Cada miércoles santo los miembros de la Cofradía del Santo Sepulcro sacan la escultura de su urna para proceder a su limpieza.
Virgen con el Niño. S.XV
Mención especial merece el retablo de Nuestra Señora de los Ángeles, frente a la puerta principal de la iglesia y presidiendo todo el recinto. Se articula mediante columnas de fuste acanalado y decoradas con filacterias y apliques de estilo rococó que hacen que la imagen principal destaque de sobremanera, la Virgen con el Niño, escultura hispano –flamenca del siglo XV. En el banco o predela se encuentra el sagrario decorado con un relieve de Cristo resucitado y flanqueado por otros dos relieves a su izquierda un escudo con castillo y un jarro de azucenas y a la derecha otro con San Martín partiendo la capa y una flor de lis coronada
           
Puertas interiores
Las puertas de ingreso al templo, por el interior, son de estilo rococó y en sus paneles dorados se representan distintos motivos alusivos a la Letania y al libro El Cantar de los Cantares de las Sagradas Escrituras. Y con esto ponemos punto y final a este recorrido por la iglesia de Santa María la Redonda de Logroño, pero antes de terminar me gustaría dedicar unas líneas


Descripción exterior

Las gemelas
Su aspecto exterior es eminentemente barroco (siglo XVIII) siendo espectacular  la fachada occidental con su portada principal consistente en una gran fachada-retablo de piedra cerrada por una verja.  
En el exterior podemos apreciar las torres barrocas de este monumento, llamadas las “Gemelas”, aunque no tienen la misma altura, fueron levantadas en el siglo XVIII y hoy en día constituyen un icono que representa a la ciudad de Logroño. 
Torre
La torre del lado sur recibe el nombre de San Pablo con 58,15 m. y la del lado norte de San Pedro con 56 m., ambas tienen varios cuerpos superpuestos: los dos más bajos de sección cuadrada con las esquinas redondeadas, sobre el que se asienta un cuerpo con pares de pilastras toscanas cajeadas (con el fuste vaciado o hueco), una baranda ciega y corrida y una ventana rectangular en cada uno de los paños centrales de los cuatro lados con frontón semicircular; a continuación un entablamento que da paso al campanario de estructura octogonal y profusamente decorado, con vanos de medio punto culminados por frontones rotos a semejanza del espacio entretorres y sobre cada uno de ellos un vano redondeado, ojo de buey u óculo además de sus consiguientes pináculos en templete en cada una de las esquinas. Por encima otro entablamento bellamente decorado y que aporta una gran riqueza ornamental y que da paso a un chapitel estructurado en dos niveles, el inferior  cubierto de elementos ornamentales: pináculos, bolas, etc.., como si fuera un casquete y el segundo cilíndrico, como una linterna y con la misma estructura del  campanario. Todo ello culmina con un pináculo con bola,veleta y cruz.
 Se levantaron en 20 años desde 1742 a 1762, planificadas por el arquitecto Juan Bautista de Arbaiza y terminadas al fallecimiento de éste por Martín de Beratúa. También las dos fachadas laterale
Portada sur
s (norte y sur) son de comienzos del siglo XVIII.
Portada norte
Podemos  acceder al templo a través de tres puertas  situadas en sus fachadas norte, sur y oeste. La puerta habitual de entrada es la que da a Portales, en el lado sur. Todas estas portadas están  concebidas a modo de retablo, la del sur dedicada  a la Asunción de la Virgen, que preside la hornacina central, la del norte a la Inmaculada  aunque la imagen central corresponda a San Martín de Tours partiendo su capa para dársela al mendigo, ambas portadas con una profusa decoración y  columnas corintias pareadas en su base y el ático bajo frontón semicircular, además de  la hornacina en su parte central con venera de fondo  y la imagen correspondiente. En la fachada Sur, podemos apreciar el  “reloj de las tres esferas”, que marcó sus primeras horas el día 27 de agosto de 1786.
La tercera puerta, la cual sirve también de pórtico, se encuentra en la fachada oeste entre las dos torres, también y al igual que las otras está dos concebida como un retablo en piedra y está profusamente decorada con imágenes en alabastro. 
Detalle portada
occidental
Este pórtico occidental está cerrado por una reja que procede de la Capilla del Santo Cristo, y encuadrado por columnas corintias pareadas y las enjutas profusamente decoradas. Consta de dos cuerpos con  siete calles y ático, y se cierra por una bóveda de horno, sobre pechinas, y en la que aparecen  los relieves de los cuatro evangelistas con sus símbolos y cuatro Arcángeles, en los casetones y coronado por Padre Eterno en la clave.
En el cuerpo inferior, está la puerta con arco de medio punto que presenta  imaginería de las cinco Virtudes, y también aparece las imágenes de San Pedro, San Pablo y Santo Domingo de la Calzada. La parte central del segundo cuerpo aparece ocupando por una hornacina con una imagen de la Asunción de María, flanqueada por los Cuatro Padres de la Iglesia (Agustín de Hipona, Gregorio Magno, Ambrosio de Milán y Jerónimo de Estridón).  Ya en el ático se puede apreciar la imagen de Santa Bárbara, San Bernabé, San Esteban y tres ángeles y en las pechinas las esculturas de San Emeterio y San Celedonio.
Todo el conjunto aparece coronado por un frontón roto por dos volutas y entre ellas la imagen de San Miguel arcángel sobre pedestal
Una curiosidad es que al estar construida a escasa distancia del río Ebro, se trata de una zona húmeda y pantanosa, razón por la que en su cimentación se emplearon “sarmientos” (ramas de las cepas), ya que no se pudren con la humedad y al mismo tiempo se reparten bien las cargas de la construcción y se absorben los pequeños desplazamientos que provocan los  asentamientos de los edificios.
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