viernes, 27 de mayo de 2022

Bilbao-Presentación

    

                                                                        BILBAO


    

    Bilbao, el bochito, aunque parezca mentira, es una ciudad de contrastes que se parece a todas y no se parece a ninguna de las otras grandes ciudades de nuestro país, y remedando a un buen bilbaíno, del mundo. 
C/San Francisco
Es una ciudad a la vez cosmopolita, en la que encontramos muestras de las más variadas partes del mundo, pero también lo es tradicional por cuanto que podemos sumergirnos en el pasado sin grandes esfuerzos, Es “canalla”, desde el punto de vista, de una gran y variada vida nocturna, pero también lo es sofisticada y refinada, encontrando ambientes de gran lujo. Es divertida, con frecuentes e innumerables manifestaciones de alegría y júbilos, como lo son las fiestas patronales de la Blanca, la Semana Grande y otras de ambiente más local, e igualmente llenas de alegría, pero, al mismo tiempo encontramos numerosas localizaciones de sitios tranquilos donde se respira paz e introspección.
Gran Vía bilbaína
    En resumen es tan completa como pequeña, hasta el punto de que se puede visitar a pie tranquilamente sin esfuerzos dando un paseo.
    Su transformación en las últimas décadas ha sido tal, que poco tiene que ver con aquella ciudad gris de los años 80. 
Por ello voy a proponer humildemente, desde esta entrada de blog, un recorrido,  que será  por etapas, etapas que nos permitan hacernos una idea de esa versatilidad de la puede hacer gala esta gran ciudad que es Bilbao. 
Tal vez no pueda recoger todas las singularidades que hacen de Bilbao una ciudad exclusiva, pero si intentaré a lo largo de esas etapas de las que hablo, ir descubriendo Bilbao. Un Bilbao vivo, un Bilbao asequible, un Bilbao acogedor, un Bilbao ameno, en el que sobre todo
veamos o descubramos que la medida de todo lo que se hizo, se hace y se hará es el ser humano. 
Antes de conocerla en toda esa diversidad, de la que antes nos hacíamos eco, vamos a hacer una pequeña introducción histórica de la villa de Bilbao.
Bilbao ​ (en euskera, Bilbo) ​es una villa, capital de la provincia y territorio histórico de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco, con una población de  346 843 habitantes según el padrón de 2019, ​ siendo la más poblada de la comunidad autónoma, y es cabecera del área metropolitana de Bilbao, que se extiende a lo largo de la ría de Bilbao o del Nervión, con una población de más de 1.000.000 de habitantes.
Desde su fundación, a finales del siglo XIII, ha sido un importante enclave comercial que tuvo una gran importancia en el intercambio comercial con Europa gracias a los privilegios concedidos por la Corona de Castilla. Estos privilegios facilitaron el desarrollo de una gran actividad portuaria que se basaba principalmente en la exportación de la lana procedente de Castilla y, aunque en menor medida, el comercio del hierro extraído de las canteras vizcaínas.
Industrias
A lo largo del siglo XIX y principios del XX experimentó una fuerte industrialización convirtiéndose en el epicentro de la segunda región industrializada de España, por detrás de 
Barcelona. Esto llevó consigo una explosión demográfica y urbanística que originó la anexión de varios municipios colindantes. En la actualidad es una ciudad de servicios, que se encuentra en un proceso de revitalización estética, social y económica que le ha llevado a la consecución de numerosos premios internacionales que reconocen la profunda transformación urbanística y los distintos valores de la ciudad de Bilbao.
Medalla de Isabel II a la "Invicta" Bilbao
1836
 Bilbao ostenta la categoría histórica de villa, con los títulos de «Muy Noble y Muy Leal e Invicta». Fueron los Reyes Católicos quienes concedieron el 20 de septiembre de 1475 el título de «Noble Villa» según las costumbres de la época, mientras que Felipe III de España, por carta de 1603, dio a la Villa los dictados y título de «Muy Noble y Muy Leal».​
Tras el episodio del sitio de Bilbao durante la Primera Guerra Carlista, la 
Reina Gobernadora, en nombre de su hija, la reina Isabel II, otorgó el 25 de diciembre de 1836 a la villa el título de «Invicta».
No existe un consenso entre los historiadores acerca del origen del nombre de la villa. Bilbao resultaría de la unión de las palabras euskéricas río y ensenada: Bil-Ibaia-Bao. ​ ​ Por otro lado, el nombre deriva de las dos poblaciones que existían a ambas orillas de la ría, la primera —donde se asienta el actual Casco Viejo— se llamaría billa, que en euskera significa «pila», haciendo referencia a su forma de pila o montón. La segunda, ubicada en los terrenos del actual barrio de Bilbao La Vieja y de tradición ferrera, se llamaría vaho: vapor, exhalación. De la unificación de estas palabras surgiría el topónimo Bilvao o Biluao. También la denominación de Bilbao parece que nació de los dos márgenes de la ría en la que se encuentra y que en euskera ser diría “Bi Albo” (Dos lados). Cualquiera de las opciones nos podría valer y dar explicación a la terminología correcta de Bilbao.
Escudo de Bilbao
Su escudo de armas es blasonado de la siguiente manera:
En campo de plata un puente de dos ojos, sumado de la iglesia de San Antón de su color y a su siniestra dos lobos de sable andantes y en palo, sobre ondas de azur y plata.
La bandera que la representa es blanca con un cantón de color rojo, junto a la vaina, en una proporción de tres partes de largo por dos de ancho. Los colores rojo y blanco son los históricos de la villa.
Los ríos Nervión e Ibaizábal, que en Basauri se unen formando un estuario que recibe los nombres de «ría de Bilbao», «del Nervión», «del Ibaizábal» o «del Nervión-Ibaizábal». Este estuario tiene una longitud de 15 km. Su principal afluente es el río Cadagua, que sirve como límite entre Bilbao y Baracaldo.
Bandera de Bilbao
Al comenzar a hablar de Bilbao podemos remontarnos a unos restos encontrados en la cima del monte Malmasín y que datan del siglo XIII a. C. y otros restos más recientes como enterramientos o ruinas de murallas descubiertas.
Pero, para hablar de los orígenes de Bilbao, debemos remontarnos a una Edad Media en la que existió una aldea pequeña de pescadores que estaba situada a orillas del río Nervión. En una de las laderas de este río, se levantaron una serie de casas en las que después estaría el núcleo de la ciudad y que se llamarían Siete Calles y Casco Viejo.
En 1.300, el señor de Bizkaia, de nombre Don Diego López de Haro dio a esta aldea, el título de Villa. Don Diego López de Haro V fundó la villa de Bilbao mediante una carta fundacional, o Carta Puebla, fechada en Valladolid el 15 de junio de 1300 y confirmada por el rey Fernando IV de Castilla en Burgos el 4 de enero de 1301. 
D. Diego López de Haro
El señor de Vizcaya estableció la nueva villa en la orilla derecha de la ría de Bilbao. La ría tenía una gran importancia en cuanto a estrategia y también para el comercio, facilitando que entraran todo tipo de mercancía. Eran terrenos de la anteiglesia de Begoña y le otorgó el Fuero de Logroño, conjunto de derechos y privilegios, ​ que posteriormente resultarían fundamentales en su desarrollo. ​ 
En 1310 María Díaz de Haro, sobrina de Don Diego y nueva Señora de Vizcaya concede una nueva carta de poblamiento que amplía aún más los privilegios comerciales de la Villa, convirtiéndola en paso obligatorio de todo el comercio de Castilla hacia el mar. Hasta entonces se utilizaba la ruta Orduña-Bermeo pasando por Echévarri, ahora las mercancías debían de pasar por el puente de San Antón y además la villa de Bilbao tenía la exclusividad en el comercio Las Arenas-Bilbao
María Díaz de haro
 .
En 1372 el futuro Juan I de Castilla extendió aún más los privilegios dejando comercio franco y exclusiva transporte de hierro (no sería hasta mediados del siglo XVII cuando el transporte de lanas se desvía de Santander a Bilbao).
De esta manera, el puerto de Bilbao fue adquiriendo importancia en Europa por su comercio con los puertos de Flandes y Gran Bretaña y, con menor intensidad, con los de Francia, Portugal e Italia, así como con los puertos de Sevilla y Barcelona, principales de los reinos de Castilla y Aragón.
El 5 de septiembre de 1483, la reina Isabel I de Castilla acudió a la villa para jurar en persona los fueros. Su marido Fernando II de Aragón ya los había jurado en Guernica en 1476.
Ya en época moderna la reina Juana I de Castilla, el 21 de junio de 1511, aprobó la constitución del «Consulado de Bilbao, Casa de Contratación y Juzgado de los hombres de negocios de mar y tierra». Gracias al Consulado, el puerto de Bilbao se convirtió en uno de los principales de España.
En 1602 fue nombrada capital de Vizcaya, título que hasta entonces ostentaba Bermeo. Pero no es hasta 1631 cuando se fija la capitalidad de Vizcaya en Bilbao.
Durante la Guerra de la Independencia, los franceses ocuparon diversas localidades vascas y tomaron que quedó ocupada por una numerosa guarnición  con la intención de ir preparando la anexión total a Francia.
El País Vasco fue uno de los principales escenarios de la Primera Guerra Carlista. Bilbao, era un objetivo principal para los carlistas. A pesar de los intentos nunca cayó en manos de las tropas carlistas.
No sufrió campañas militares durante la segunda guerra carlista, que se centró en Cataluña. Sin embargo, durante la tercera guerra carlista, la localidad volvió a ser un escenario importante, sufriendo un tercer sitio., levantado por el general Concha el 2 de mayo 1874.
Pese a estas contiendas, Bilbao pudo florecer económicamente en el siglo XIX y principios del XX, llegó el ferrocarril —1857—, se fundó el Banco de Bilbao —embrión del futuro BBVA— y a finales de este apareció la Bolsa de Bilbao. Florecieron las empresas siderúrgicas y fábricas, como Santa Ana de Bolueta y Altos Hornos de Vizcaya en 1902. Se modernizó con la construcción edificios emblemáticos como el nuevo palacio consistorial en 1892, el Hospital de Basurto o el Teatro Arriaga. La población experimentó un crecimiento demográfico extraordinario.
Altos Hornos
Los movimientos sociales también tuvieron su lugar en esta época, destacando el  nacionalismo vasco de Sabino Arana y el auge de los movimientos obreros, el republicanismo y el liberalismo monárquico y centralista.
La Guerra Civil comenzó en Bilbao con pequeños levantamientos sofocados por las fuerzas republicanas. Sufrió el bombardeo y asedio del bando sublevado hasta su toma por las tropas franquistas (batalla de Bilbao).
Misa en la iglesia de S. Nicolás (1936)
Terminada la guerra, retornó a su proceso de desarrollo industrial y económico, acompañado por un crecimiento demográfico sostenido. En los años 1940 se reconstruyó, comenzando por sus puentes sobre la ría y para 1948, despegaba el primer vuelo comercial desde el aeropuerto. ​ En la década siguiente, resurgió de nuevo la industria pesada, convirtiéndose en un sector estratégico para toda España. Esto atrajo una masiva inmigración de varias regiones del país Los movimientos obreros despertaron lentamente y la huelga del astillero Euskalduna en 1947 fue la primera de la España de la posguerra. En este ambiente de represión, nació el 31 de julio de 1959 en Bilbao la organización terrorista ETA, como una escisión del nacionalismo. En los años 1960, se sucedieron algunos progresos urbanísticos, como la creación de nuevos barrios como 
Ocharcoaga y la autopista Bilbao-Behovia. En junio de 1968 la universidad pública llegó a la capital con la Universidad de Bilbao.
Barrio de Otxarkoaga

Con la desaparición de la dictadura franquista y el establecimiento de una monarquía parlamentaria en España se pudo disfrutar nuevamente de elecciones democráticas, observándose, desde entonces, un predominio de las fuerzas nacionalistas.
Abandoibarra
Desde mediados de la década de 1990, la urbe vivió un proceso de desindustrialización a Raíz de la crisis del sector metalúrgico en los años 80. La transformación en una ciudad de servicios se apoyó en la inversión en infraestructuras y en la regeneración urbana, que comenzó con la inauguración del metro, continuó su expansión en Abandoibarra con el Museo Guggenheim Bilbao, el Palacio Euskalduna, el Zubizuri, el tranvía o la torre Iberdrola, y continúa proyectándose con el plan de desarrollo de Zorrozaurre o Garellano.
Asociaciones apoyadas por la administración, como  Bilbao Ría 2000, fundada en noviembre de 1992, se encargaron de la organización y supervisión de muchos de estos proyectos.

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