martes, 7 de junio de 2022

BILBAO 2ª ETAPA (CASCO VIEJO)

 2.- CASCO VIEJO
Mapa del Casco Viejo
En esta segunda etapa voy a intentar hacer una minisemblanza de lo que en otros sitios denominaríamos casco histórico.
 Pero, si algo caracteriza a este lugar es que, aquí lo denominamos, para hacernos entender como las "siete calles". Porque son siete calles las originarias, pero siete calles que se convierten en un laberinto de calles, callejuelas, pasadizos, bocacalles, cantones, etc... en una nomenclatura particular que sólo se es capaza de dominar cuando eres auténticamente un bilbaíno, incluida la txapela.
El Casco Viejo es el corazón de Bilbao, es el barrio más antiguo y con más solera de Bilbao con sus famosas siete calles. Comercios, bares, restaurantes de toda la vida conviven con nuevas propuestas que hacen que el barrio no deje de evolucionar.
Los 8 distritos de Bilbao

Actualmente forma parte del distrito de Ibaiondo (distrito 5) y
tiene una extensión aproximada de  unos 240.000 metros cuadrados y cuenta con una población de más de 7.500 personas (2 % de la población de Bilbao). En él se encuentra la Catedral de Santiago y las iglesias de San Antón, San Nicolás y Santos Juanes.
Los Jardines del Arenal son el portal de entrada a lo que llamamos cariñosamente el Casco Viejo y las Siete Calles. Aquí es donde nace la villa que a lo largo de la historia ha servido de puente entre el norte europeo y los reinos hispánicos.
Las inundaciones de 1983, asolaron el casco histórico hasta destruirlo por completo. Pero a pesar de ello, el Casco Viejo logró resurgir y convertirse en una de las zonas más turísticas y comerciales de la ciudad.
Iglesia de los Santos Juanes
Estas calles, con forma de abanico, en la que la empuñadura, o boleta, sería la Plaza de la iglesia de los Santos Juanes y las siete calles las varillas del abanico, pues parecen trazadas de una forma radial. La industria y el comercio en las mismas, se limitaba casi exclusivamente a paradores, mozos de cuadra, taberneros, zapateros, chocolateros y tiendas de blusas, elásticos y pañuelos para los aldeanos.
Cuando se fundó la Villa de Bilbao hace más de 700 años, sus habitantes vivían del regadío y la pesca, y la Ría empezaba ya a conformarse como la mejor vía de comunicación con el exterior.
Había en aquel entonces dos núcleos de población de distinto carácter: por un lado, la margen izquierda o Bilbao la Vieja, que era una zona minera donde se trabajaba el hierro en las ferrerías. Y por otro, la población de la margen derecha, llamada Casco Viejo, dedicada a ese incipiente, pero importante tráfico mercantil y portuario.
El origen y corazón de ese Casco Viejo, estaba formado por tres calles paralelas que eran: Somera, Artecalle y Tendería. 
Restos muralla, excavaciones en la Iglesia de
S. Antón
Estaba rodeado de una muralla que tenía un perímetro de 964 metros aproximadamente con una altura de unos 7 metros y un grosor de 1,68 metros, que protegía estas calles y los cantones que las unían y que empezó a construirse 34 años después de la fundación de Bilbao, con Alfonso XI, en 1334 quien mandó incluso levantar un alcázar en cuyo asentamiento, posteriormente, se edificó la iglesia de San Antón. Al parecer la muralla unía las distintas torres defensivas de la ciudad y contabilizaba 12 puertas y dos portillos que comunicaban los cantones.
La muralla comenzaba  en la calle Somera, recorría la ribera para luego ir por las calles Pelota, Perro, Lotería, Banco de España, Santos Juanes, y cerraba el círculo en línea recta por la actual calle Ronda.
Además de su función defensiva, la muralla servía también para separar dos tipos de vida bien diferentes y daba prestigio a las ciudades que la tenían. Extramuros, se extendía el mundo rural, el de la gente modesta que se dedicaba a la pesca, la agricultura o la ganadería. Y del muro hacia dentro, vivían los villanos y comerciantes, las familias de apellidos importantes, títulos y palacios, como el de Cortázar o el de Arana.
La antigua muralla, que comenzó su derribo en el siglo XV-XVI,  fue desapareciendo paulatinamente con la extensión de la villa  autorizada por los Reyes Católicos. 
Derribada la muralla y ante el desarrollo poblacional de Bilbao se hizo necesario trazar cuatro calles más perpendiculares a la Ría que, junto con las tres primeras, componen lo que hoy se conoce como las Siete Calles.
Restos de la muralla en la  iglesia de S. Antón
Como curiosidad tras derribar dicha muralla, la población bilbaína aprovechó para jugar a pelota con los restos que quedaron. Las horas invertidas fueron tantas que alguna de las calles calle cogió ese nombre, la Calle de la Pelota. Todavía hoy se conservan restos en la calle Ronda, la cual recibe su nombre por los turnos de vigilancia que realizaban los soldados alrededor de la misma.
Hornacina de La Magdalena
Otra curiosidad de nuestro Casco Viejo es que cada una de las Siete Calles tenía su patrón o patrona y el día de su festividad era celebrada por los vecinos y comerciantes de ellas.
Hoy en día esa costumbre prácticamente ha desaparecido. Pero, en algunas calles todavía se conservan algunas imágenes que, de alguna manera, recuerdan aquellos patronazgos de antaño. Así, en Artecalle se conserva el farol que alumbra una hornacina de cristal con La Trinidad o La Magdalena  que es la patrona de Belostikale y su imagen se conserva frente a la calle, en los arcos del pórtico de la Catedral de Santiago, protegida por una hornacina. 
Somera.- También Goienkale. Empieza en la  calle La Ribera y acaba en su confluencia con Artekale (Artecalle).
La primera de las tres más antiguas de las
  Siete Calles es Somera “cimera” es la calle de arriba. Actualmente por encima se encuentra la calle de Ronda, por donde discurría la antigua muralla, por lo que podemos deducir que era la más antigua de Bilbao. Es la que tiene la curva más pronunciada de todas las calles al llegar al portal de Zamudio.
A mediados del siglo XIV, la población de Bilbao estaba ceñida de murallas y torres que comenzaban en la torre de Tristán de Leguizamón, del año1320, situada en la calle Somera, frente a la Ribera. Solía llamarse el Alcázar, por su proximidad al Castillo que había en el lugar donde actualmente está la iglesia de San Antón. 
Esta calle seguía la forma que tuvo la muralla, incluso la parte trasera de sus edificios  se integraban en esa muralla. Decían que esta torre se comunicaba con una de las capillas de la iglesia de San Antón.
Al final de la calle, cerca del portal de Zamudio, donde se cruzan las tres primeras calles Somera, Artecalle y Tendería, se encontraba otra torre, la de Domingo Ortiz de Zornoza y terminaba en la Plaza de los Santos Juanes donde vemos la pequeña Iglesia de los Santos Juanes.
En el antiguo Bilbao, era la calle donde se concentraban las tiendas y las posadas.
Como curiosidad en esta calle de Somera, hoy Goienkale, en el número 12, nació, el 27 de enero de 1.806, Juan Crisóstomo de Arriaga, conocido como el Mozart Bilbaíno” por su gran talento y habilidades musicales.
Artecalle.- Empieza, como todas las Siete calles, en la calle La Ribera y Termina en la confluencia con la calle  Somera.
Si seguimos por La Ribera, hacia el Ayuntamiento, nos encontramos con la segunda de las Siete Calles es Artecalle. Su nombre en euskera indica “calle de en medio” o la que media entre 2 puntos, entre La Ribera y el Portal de Zamudio.
Seguramente fue una de esas tres primeras calles de Bilbao, que luego se convertirían en siete. A su entrada estaba la torre de Zubialdea,  que se conservó hasta el 10 de junio de 1866 que fue demolida. Fue uno de los monumentos históricos de mayor importancia de Bilbao, ya que se utilizó como residencia de Reyes y Señores.
Torre de Zubialdea
En esta casa-torre se alojaron y juraron los Fueros; en 1457 Enrique IV de Castilla, el 30 de julio de 1476, Fernando El Católico, y el 5 de septiembre de 1483 la reina Isabel la Católica, cuyo juramento lo realizó vestida a la usanza vizcaína. 
Hornacina de La Trinidad
A la entrada de la calle desde la Ribera, a mano izquierda, hay una hornacina de la Santísima Trinidad iluminada, hoy, eléctricamente y antaño con un farol al que nunca le faltaba aceite. Tras la epidemia de viruela de 1875 el farol quedó olvidado. En las inundaciones del 27 de agosto de 1983 desapareció. Siendo posteriormente restablecido con un farol eléctrico.
Antiguamente, en esta calle, abundaban los artesanos: calqueros (zapateros remendones), aunque también había bastantes tenderos, plateros y entalladores.
En esta calle nació el arquitecto Ricardo Bastida Bilbao el 15 de agosto de 1879, diseñador de La Alhóndiga Municipal de Bilbao inaugurada en 1909, las Escuelas de Indautxu en 1918, el Instituto de Enseñanza Media de Bilbao y la Escuela de Comercio en 1927.
Tendería.- Dendarikale en euskera. Empieza en la calle La Ribera, terminando en  Portal de Zamudio.
Sería la tercera si seguimos Ribera abajo, Su nombre lo indica todo es “lugar de tiendas”. Su actividad comercial la convirtió en una calle pródiga en tiendas de productos textiles y posteriormente de confección, incluso con alguna sedería. 
Era una calle con mucha vida y gentes de variopinta clase social. Sastres, costureras, modistas, jornaleros, cigarreras, carniceros…, convivían sin problemas. La gente humilde en  las buhardillas, las profesiones artesanales en los pisos altos, en habitaciones alquiladas y realquiladas, y en los primeros pisos y principales las familias más pudientes.
Desde el año 1979 es zona peatonal, con numerosos establecimientos comerciales, bares y restaurantes.
Antiguamente también se la conocía como la calle de los Francos, por la franqueza y seriedad de sus mercaderes en los tratos comerciales y también como calle de Santiago, ya que iba desde la catedral de Santiago hasta la ribera de la ría, siendo, una de las más importantes vías de aquella época. Al igual que las otras calles también, en el siglo XIV, contó con algunas casas-torre, hoy desaparecidas, como la de Martín Pérez de Arbolantxa.
En los siglos XV y XVI, las casas no tenían numeración y cerraban las puertas al toque de oración. Y no eran raros los enfrentamientos entre clanes familiares de la pequeña nobleza local, por ejemplo entre los Leguizamon y los Zurbaran.
Isabel I
Uno de los hechos más relevantes acaecidos en esta calle es
que el año 1483, el 5 de septiembre, en el Portal de Tendería, sobre la Ribera, la reina Isabel la Católica, vestida al uso de las aldeanas vascas, juró los Fueros de Bizkaia. Lo hizo acompañada de su hija la infanta Isabel, futura reina de Portugal; el viaje lo realizó entrando por Orduña en Bizkaia y se hospedó en la torre de Martín Sáez de Güemes, que situada en la Plaza Vieja, formaba ángulo con la entrada a Artekale y fue demolida en 1866. Fue uno de los monumentos históricos de mayor importancia de Bilbao, ya que se utilizó como residencia de Reyes y Señores durante su permanencia en Bilbao. También en esta calle Juan de Aragón (Señor de Bizkaia) fue asesinado por el rey Pedro I de Castilla, que arrojo su cadáver por la ventana.
Hay un grabado de Macario Marcoartu, pintor bilbaíno del siglo XIX, donde aparece el juramento de la reina Isabel como señora de Bizkaia, jurando con la mano puesta sobre la cruz y la otra sobre los Santos Evangelios, los Fueros, Privilegios y Libertades, Buenos Usos y Costumbres del País.
Restaurante Retolaza
En la bocacalle con Ribera o antigua plaza del Mercado se habilitaba el toril o chiquero cuando en esta plaza se celebraban en el siglo XVI corridas de toros, previamente se cerraban las calles y los arcos con vallas de madera.
En el portal N.º 1, edificio construido en 1817 se encuentra el restaurante Retolaza, si no es el más antiguo que se conserva en la villa, es uno de ellos. A comienzos del siglo XX se llamó Tasca de Rosendo y era lugar de encuentro de arrantzales, baserritarras y bilbaínos que, atraídos por su comida casera iban a degustar sus platos.
Julián Echevarría San Martín ·Camarón"
En esta calle nació Julián Echevarría "Camarón" que daría su nombre al cantón que atraviesa las siete calles hasta Barrenkale Barrena, otro personaje curioso, vecino de esta calle es, Julián Salazar, apodado como el droguero de Tendería, que ejercía de alquimista y fabricaba perfumes y esencias, bautizando sus creaciones con nombres tan seductores como Heno de Urbía o Lastana.
Belosticalle.- Empieza en La  Ribera y acaba en la  Carrera de Santiago.
Cuarta de las Siete Calles. También se llamó Pesquería, por su proximidad al mercado y por la cantidad de puestos comerciales dedicados a la venta de pescado. Otra teoría es la de que su nombre procede de la contracción del apellido de los señores de la torre principal que había en el siglo XV, en esta calle, los Belaustegui. También fue escenario de los enfrentamientos nobiliarios y señoriales entre las familias y de otras luchas de carácter más social, como las machinadas.
En esta calle hay edificios que merece la pena destacar como:
Palacio Arana
*.- En la esquina con La Ribera está el palacio de Arana.
 Es el palacio más antiguo que se conserva en el Casco Viejo de Bilbao, construido en 1590 aproximadamente. Su ubicación correspondía a torres y caserones nobles que ejercían la defensa de las siete calles o denotaban el status social, y que ocupaban el principio de la calle desde la ría. Existieron hasta doce construcciones nobles que encabezaban las siete calles y que han ido desapareciendo con el tiempo. Este solar correspondía al mayorazgo de la familia Arana.
Probablemente fue construido en el solar de una torre fuerte anterior, ampliando el mismo y disponiendo de un pequeño patio interior como elemento ordenador.
Entrada del palacio

Su edificación tiene lugar en un contexto cultural que delimita el renacimiento y el estilo barroco. Es de estilo tardo-renacentista y su  acceso se efectúa a través de  una portalada que presenta un arco de medio punto,  de estilo romanista, está flanqueado por dos pilastras, anilladas con anillos o tambores rectangulares almohadillados, de capiteles jónicos. El intradós presenta motivos decorativos, semejantes a los anillos de las pilastras. Encima del acceso se encuentra el escudo, cuartelado, escoltado por dos figuras humanas desnudas, de hechura hercúlea. Se trata del escudo de Echevarri, Aguirre y Angulo.
Una vez franqueado el arco de entrada se accede al patio interior, en torno al cual se organiza el edificio. De forma cuadrangular está muy alterado debido a las sucesivas obras en él realizadas para adecuar el edificio a viviendas de particulares. Los soportales de la Ribera se construyeron un poco más tarde, a mitad del siglo XVII y serán los primeros que aparecerán en la zona constituida por el conjunto de casas cabeceras de las Siete Calles.
Fue declarado el 20 de febrero de 1996 como edificio de especial protección y fue rehabilitado en el año 1984 
*.- Una fachada singular
  que, aunque son dos portales distintos, es un único edificio, los portales 17 y 19 con una decoración modernista curiosa en sus dos primeros pisos, lonja u portal, aunque en estos dos últimos espacios solo  conserven algunos restos. En la fachada  encontramos una decoración formada por tres grandes rosetones florales estucados, en el centro y escoltados en los laterales por otros tres más pequeños, todos ellos sobre un fondo de cristales azules enmarcados según su tamaño.
La razón que explica esta especial decoración uniforme de estas plantas del edificio, es que las tres formaron parte de un mismo proyecto comercial, el  de mediados del siglo XIX,  Los Almacenes Amann.  
En ellos, al igual que los bazares modernos, aunque se publicitaba como almacén de quincalla, era posible encontrar una gran variedad de mercancías pertenecientes a los sectores más diversos. Dispuso de  32 secciones entre las que destacaba la sección de Juguetes, sita en el primer piso. 
Actualmente está en proceso de remodelación.
Carnicería Vieja.- Empieza en la calle La Ribera y finaliza en la Plazuela de Santiago.
Su nombre proviene de que en esta calle es­tuvo el primer despacho de carne municipal, también llamado "Tabla de la carne", porque el Ayun­tamiento era el encargado de asegurar el abastecimiento de este producto a los vecinos de Bilbao. 
A su entrada, desde la Ribera se hallaba la torre de Diego de Echévarri, que se comunicaba por su parte poste­rior con la casa-torre de los Arana, emplazada en Belosticalle y al otro lado de la calle, frente a la catedral estaba la torre de Martín Pérez de Marquina, con­vertida posteriormente en palacio de Quintana. 
En el siglo XVIII, se construyó un nuevo matadero y una nueva carnicería, cerca del portal de Zamudio en la calle del Matadero, hoy calle Banco de España
.
Esta Nueva carnicería y matadero estuvieron funcionando hasta 1879, que de nuevo sufrieron otro traslado. Debido al olor y al movimiento que este generaba, los vecinos iniciaron una campaña de quejas hasta que se trasladó a las afueras, esta vez a Tíboli.
Mientras funcionaron las dos, la más antigua, la de las siete calles, pasó a llamarse "Carnicería vieja", que luego daría nombre a la calle. Como curiosidad el edificio de la Nueva carnicería, cuando sufrió el traslado, fue subastado y comprado por 135.954 pesetas para construir el Banco de España, de ahí el nombre de la calle Banco España.
Barrencalle: Inicia su recorrido en la calle La Ribera, terminando en la confluencia con la Calle de la Torre.
Sexta de las Siete Calles. Su topónimo indica Calle del extremo de abajo "barren", significa en euskera «punta, extremo inferior» y alude a la posición que tenía respecto a las otras dos primeras calles ( Goienkale o Somera y Artekale) c
uando se edificó en 1445.
En ella predominaba el gremio de los cuberos, también abundaban los vendedores de bacalao, aceite, grasa y aguardiente, y los cargueros, o sea los que hacían el oficio de mozos de cuerda.
El linaje de los Barrondo o Barraondo, banderizo tuvo una casa-torre que estaba en  dicha calle donde se alojaba el Rey Pedro I de Castilla “El Cruel” cuando venía a Bilbao, también se alojaron aquí Fernando el Católico que, cuando vino a jurar los Fueros de Bizkaia en 1476. Tuvo, este rey, relaciones con una dama bilbaína, Toda Larrea,  fruto de las cuales fue una niña llamada María, a la que apodaron «La Excelenta». Enterada la reina Isabel, mandó secuestrar a la madre y a la hija, trasladándolas al monasterio de Madrigal. La hija desempeñó importantes cargos en la orden. De la madre jamás se tuvo noticia alguna.
Jura de los fueros de Bizkaia
por Fernando el Católico
Uno de los descendientes de la familia Barraondo participó en  La batalla del Salado  (en la actual provincia de Cádiz) contra los benimerines, último reino magrebí que trataría de invadir la península ibérica
Estuvo también la casa-torre de Juan de Arbolantxa, primer prebos­te de la Villa (antes de que el cargo pasara a los Leguizamón), torre que luego fue de Pedro de Novia Salcedo, el que fue alcalde y personaje importante de la villa.
Al parecer en la parte inicial de la calle, desde la ribera, lo que podríamos llamar su cabecera, estaban los suelos de anclaje, el muelle de mercaderías, y el solar de "cambistas y tra­to de mercaderes".
En el 
muelle de la Ribera, frente a la calle Barrenkale, se tomaba la embarcación para pasar a la de San Francisco, hoy en día lo podemos hacer a través del puente de La Ribera.
En la esquina con el cantón se abrió hacia 1907 un pequeño bar el que luego fuera el famoso restaurante Luciano, hoy Luciano Berri, que fue inaugurado el 14 de diciembre de 1935. Dadas las dotes culinarias de la familia de Luciano y su creciente fama y reputación, acudía muchos personajes conocidos como: políticos, toreros y artistas famosos, entre ellos Ava Gardner, Ernest Hemingway y Lauren Bacall, visitaron el Luciano, que se convirtió en un reconocido punto de encuentro tanto para clientes nacionales como internacionales, hasta su cierre el 9 de junio de 1970.
José Arrue pintó los lienzos de escenas campestres que presidían el comedor y contenían el lema de Luciano: “Comáis, bebáis y paguéis”, y su decoración  se complementaba con muebles art decó. La vidriera de casi 7 metros de ancho que adorna el comedor del primer piso, que se puede ver desde el exterior fue realizada por Vidrieras de Arte.
El restaurante cerró y de aquella época sólo queda la taberna que fue adquirida por la comparsa Txomin Barullo, y reinaugurada el 10 de abril de 1980.
Barrencalle Barrena.- Empieza en la calle Ribera y termina en Calle de la Torre.
Séptima de las Siete Calles. Su topónimo indica “la calle más inferior, o más abajo de la inferior” se interpreta como “la calle más extrema de la última calle”.
Al igual que en las demás calles, en el siglo XV, había casas-torre, ya desaparecidas, de familias importantes de la localidad. Una de ellas, fue la de la familia Arbolantxa, donde, al parecer, se alojó el rey Alfonso XI de Castilla, quien confirmó el privilegio de fundación de la villa, en el 1334, y además construyó en el lugar que hoy ocupa la iglesia de san Antón, un alcázar y una muralla defensiva que hacía también las veces de dique contra las inundaciones. Los cimientos de esta muralla se localizaron en las excavaciones arqueológicas realizadas en el año 2002 y actualmente pueden verse tras el altar de la iglesia.
Inundaciones de agosto de 1983 en la 
calle Barrenkale Barrena
En las inundaciones del 1983, fue una  de las calles más afectadas y de hecho necesitó de una profunda reconstrucción.
Ahora hay una gran concentración de bares y restaurantes. Pero originalmente concentraba a anguleras y rederos.
Pero el Casco Viejo de Bilbao es algo más que las siete calles,  son sus plaza: la de Unamuno, la Plaza Nueva, la de Santiago…, sus iglesias: catedral de Santiago, San Antón, San Nicolás…, sus otras calles emblemáticas: la del Perro, la de la Pelota, la calle Correo, Bidebarrieta…, son sus casas señoriales  y palacetes: palacio de Yhon, pero sobre todo es su ambiente y su gente.
Para conocer el Casco Viejo hay  que deambular sin objetivo fijo por esas calles estrechas, sentarte en una terraza ante un buen pincho y un buen vino y ver pasar gente. 
Es conocer un submundo lejos de las grandes construcciones, rascacielos y estructuras modernas que imprimen celeridad a la vida, es pasear, ver, sentir, con una cadencia amable y cariñosa como trascurre la vida, en un devenir bullicioso, pero sereno y continuo, como si el pasado se pasease de la mano con el presente y se proyectase hacia el futuro.