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Planta |
Orígenes del edificio
En el espacio que hoy ocupa la catedral, en la
antigüedad, existieron diversos templos y de diversos cultos: paganos, paleocristiano, etc., pero de ninguno de
ellos se conservan restos que nos permitan aseverar su existencia, ni sus
características.
El espacio prerrománico,
data del siglo VII, y la ampliación románica se fecha hacia 1034 coincidente
con la restauración de la diócesis.
San Antolín, santo sirio
muerto en Apamea en el siglo IV fue transformado por la leyenda en compañero de
San Dionisio y mártir del siglo X, venerado en Pamiers (Francia). Sus reliquias
habrían sido traídas a Palencia desde Narbona por el rey godo Wamba, en el
672, con lo que es de suponer que se
levantaría un edificio de características visigóticas para guardar sus
reliquias, aunque no se sabe con exactitud. Olvidado tras la invasión musulmana
fue descubierto por Sancho III en un episodio cinegético, según la leyenda.
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Sancho III |
Al parecer Sancho III en
una de sus cacerías por la zona acorraló en unas ruinas a un jabalí al que
pretendió dar muerte con su arco, cuando tensaba su arco, se dio cuenta de que
tenía el brazo paralizado, mientras la imagen de S. Antolín parecía
reconvenirle de su acto sanguinario, el rey se postró, pidió perdón al santo,
le dio gracias y prometió edificarle una iglesia en su nombre. Esta
tradición se narra en los bellos relieves renacentistas de la escalera que da
acceso a la cripta, bajo el trascoro.En tiempos de Sancho III el Mayor se restauró
la diócesis palentina
eligiéndose su ubicación en el mismo lugar que ocupaban las ruinas visigóticas,
que fueron ampliadas y restauradas consagrándose las nuevas edificaciones y
dentro de ellas la cripta de San
Antolín. Más tarde, ya en el siglo XII, se edificó un nuevo templo en estilo
románico dominante en aquel momento, que se consagró en 1219.
Lamentablemente de la catedral románica que
aquí hubo, edificada sobre los templos visigodo y prerrománico, no quedan sino
tenues vestigios y documentación que nos permite determinar su situación, sus
dimensiones y extraer sus
características, se trataba de un edificio de tres naves con una longitud de 13
m. y una anchura de 8 m., con cubierta de madera y varias capillas en su interior,
una portada al oeste y una torre. Tenía también un claustro y sala capitular.
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Sepulcro de Dña. Urraca |
En la actual capilla mayor
se mantienen columnas y capiteles que flanquean los ángulos exteriores del coro
y que hacen pensar que aquella zona correspondería al ábside. También se
guardan, procedentes de aquella catedral románica, algunos objetos litúrgicos y
esculturas en piedra policromada, el sepulcro de doña Urraca (hija de Alfonso VII)
y la mesa de altar de piedra que se apoya sobre columnas con capiteles de la
capilla del Sagrario. La reja que sirve de puerta a la misma capilla es también
románica. La escalera y el brocal del pozo son del siglo XVI.
La catedral gótica (1321-1516)
La catedral románica tuvo
un siglo de existencia. Al cabo de esos cien años se propuso, por parte del
cabildo encabezado por el obispo del momento, levantar en el mismo lugar un
nuevo edificio, al estilo del momento, el Gótico. Supuestamente la decisión se
tomó por el mal estado del edificio románico
y la necesidad de dotar a la diócesis de un edificio más “digno”, ante
el auge que la diócesis de Palencia
había adquirido en el reino de Castilla.
Fases
El 1 de junio de 1321 se colocó la
primera piedra. Se desconoce el nombre
del autor del proyecto, aunque por su diseño y estructura se supone que era un
maestro-arquitecto español que se inspiró en las catedrales de Burgos y León. La catedral románica no
desapareció de una vez, sino que se fue derribando según avanzaban las obras.
Desde 1321 a 1426 se distinguen
tres etapas constructivas:
1.- La primera se extiende
desde 1321 a 1426, se comienza la
cabecera, con siete capillas absidales y girola.
Las obras fueron muy lentas a lo largo del siglo XIV. Y es, ya en siglo XV,
cuando se termina la capilla mayor cerrando sus bóvedas y se procede a su
decoración.
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Exterior del ábside |
2.- La segunda comprende
desde 1426 a 1486, en ella se
construyen tres tramos de las naves, más la nueva capilla mayor y parte de la
torre. También se construyó la parte que comprendía desde la capilla mayor ya
terminada hasta el crucero. Con esta ampliación se hizo realidad el proyecto de
agrandar el espacio, cuyas proporciones iban a ser menores en un principio. De
esta manera quedó la catedral diseñada con dos cruceros, el auténtico y más ancho
que se sitúa entre la actual capilla mayor y el coro, y el falso crucero, más
estrecho, que se extiende a continuación de lo que fue capilla mayor (hoy
capilla del Sagrario). También quedaron cerradas las bóvedas de la girola y se
construyeron los dobles arbotantes y el triforio.
Se crea la Cofradía de San Antolín a través de la cual se encauzaron importante
donaciones que contribuyeron a la aceleración de las obras. A finales de este siglo se
propone un nuevo proyecto con la ampliación de un tramo más, para aumentar la
longitud del templo. Estos cambios se efectuarán en el siglo siguiente.
3.- La tercera etapa va
desde 1486 a 1516, en ella participaron
diversos obispos, algunos de ellos, como
Juan Rodríguez Fonseca que sufragó, el trascoro, la remodelación de la escalera
de acceso a la cripta, y regaló una rica serie de tapices, personaje con muchos
recursos, recursos que puso al servicio de la ejecución del proyecto
catedralicio, amén de los arquitectos que aportaron diversas soluciones para
culminar las obras de la fábrica, entre ellos Juan Gil de Hontañón (catedral de
Salamanca) y Pascual de Jaén, que puso
la última piedra, en 1516, cerrando las bóvedas de los pies. Ésta fue, tal vez,
la etapa más activa ya que se realizaron los cinco restantes tramos de las
naves más el crucero, el claustro y la sala capitular.
Resumiendo en la primera
fase, |
Catedral de Palencia |
siglos XIV y comienzos del XV, se
lleva a cabo la cabecera, se levanta la girola y la capilla del Sagrario, con influencia
de las de Burgos y León. En la segunda, pleno siglo XV, se llega hasta el segundo transepto, realizándose
parte de las naves, la capilla mayor y parte de la torre. Y en la tercera,
siglo XVI, finaliza la obra, acabando el
transepto mayor, el resto de las naves, el claustro y la sala capitular. También en el proyecto
participaron otros personajes de la sociedad palentina como la noble Inés de Osorio, que dejó en su testamento una
importante suma con la que se pudo finalizar las bóvedas del crucero y avanzar
en otros espacios. Esta señora está enterrada en el lateral de la actual
capilla del Sagrario, en un notable sepulcro.
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Cartel de las Edades del Hombre 1999 |
Pero la obra no concluye
aquí sino que durante los siglos siguientes se llevaron a cabo una serie de
obras y remodelaciones destinadas fundamentalmente a decorar, amueblar y
embellecer el templo y sus diversas dependencias: capillas, sala capitular,
sacristía….; destacando entre ellas el embellecimiento de las bóvedas de la
capilla mayor o la restauración de los arbotantes de la cabecera y las reformas
del claustro bajo en el siglo XIX, las cubiertas o la crestería.Ya en el siglo XX se
diseñó la portada de la fachada oeste, la de San Antolín, y se acondicionó el
templo con la intención de albergar la séptima exposición de Las Edades del Hombre que, con el título
de Memorias y Esplendores, tuvo lugar en 1999.
En el siglo XXI se han
llevado a cabo diferentes trabajos centrados, sobre todo, en la restauración,
limpieza y conservación de las distintas dependencias de la catedral. Entre ellas,
y quizás la más importante, es la restauración del claustro, con lo que se mejoró
su aspecto gótico y la reconstrucción de los remates en esta fachada que ha
recuperado las pendientes originales de las cubiertas laterales, de modo que
vuelven a verter las aguas de lluvia hacia sus lados, resolviendo el problema
de la humedad.
Este proceso constructivo
tan largo se refleja en los distintos estilos del edificio como por otra parte
suele ser habitual en casi todas las catedrales españolas. Su aspecto exterior
es de estilo gótico flamígero y en su interior podemos encontrar elementos
góticos-flamígeros, isabelinos, platerescos y renacentistas.
Estructura
Se trata de un templo de
planta de cruz latina, de tres naves, más grande y alta la central, con poderosos
arbotantes, cincuenta y dos pilares compuestos con capiteles cada vez más
historiados a medida que se alejan de la cabecera. Cuenta con dos cruceros y
girola. Triforio con dos huecos por tramo, mainel, antepechos y tímpanos
calados. En total dispone de cinco puertas y una torre campanario,
cuadrada, con recios contrafuertes, rematada con una balaustrada y, en una de
las caras, una pequeña espadaña de dos cuerpos. La torre se construyó entre
1461 y 1469. La Catedral no dispone de cimborrio ni de fachada principal. Todo el templo emplea como
elemento de división, el pilar fasciculado y como cubierta, decorativas bóvedas
de terceletes y estrelladas. Similares cubiertas se emplearon en las capillas
funerarias particulares que se alinean en la pared norte del templo, nave del
evangelio.
La anomalía de disponer de
dos cruceros, se debe a que en un primer momento se construyó el altar mayor en
el lugar que hoy ocupa la Capilla del Sagrario, en el epicentro de la girola y
precedida de su correspondiente crucero. Más la envergadura adquirida por el
proyecto determinó que ese espacio ocupado por la capilla quedara pequeño, por
lo que se optó trasladar el altar mayor al lugar antes ocupado por el coro en
dirección hacia los pies, construyéndose entonces un nuevo crucero y
trasladando el anterior coro al lugar que hoy ocupa en la actualidad.
El primer crucero o
antiguo es de cinco tramos que limita con el presbiterio al arranque de la
girola, mientras que el segundo crucero es de mayor amplitud, aparece cortando
las tres naves paralelas al nivel del claustro, que se extiende hasta allí
desde la fachada de la Catedral y bordeando la nave de la epístola, no dejando
por tanto espacio para las capillas laterales, tal y como ocurre con la nave
del evangelio.
Exterior de la catedral
Su aspecto exterior es
austero y sobrio, tan sólo roto por la riqueza ornamental de algunas de sus
fachadas y el dinamismo que irradia del juego de volúmenes de su ábside.
Las cinco puertas se
distribuyen en las tres fachadas, y en el lado sur se alza la torre, de aspecto
militar, y situada entre dos de las puertas, la del obispo y la de los novios.
Desde el brazo sur del
transepto hasta los pies, y debido a la presencia del claustro, muestra al exterior una alta pared lisa con
un solo vano como decoración externa.
Fachada occidental
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Fachada occidental |
Se halla orientada hacia
la orilla del río Carrión, junto a
ella se encuentra la antigua capilla (del siglo XVIII) que sobresale claramente
de la horizontalidad de la fachada.
Dicha capilla es de planta
ochavada con vanos de medio punto, en su parte central, ligeramente abocinados y
cubierta por un tejado de pizarra que acaba en un chapitel en
forma de cúpula. Está decorada con relieves, unos de yesería y otros de madera,
representando guirnaldas de flores, hojarascas y cabezas de ángeles, todos ellos
policromados, al gusto rococó.
En el fondo de la capilla
hay un pequeño altar del siglo XVII, con jambas estriadas y doradas a los
costados y capiteles compuestos policromados. En el centro se encuentra una
sepultura, con losa de bronce del obispo don Juan de Herrera.
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Frontal gótico |
Desde el año 1776 se
guardaron en esta capilla las reliquias de la Catedral. Actualmente se
custodian en ella obras artísticas especialmente de orfebrería.La fachada occidental se
cierra, en su parte alta, con un frontón en cuyo centro se abre un
clásico rosetón gótico. Este frontón equilátero está decorado
con pináculos y
crestería y remata su vértice una cruz con el anagrama JHS. Dos gruesos contrafuertes recorren
los laterales de la pared; entre ellos se abre una vidriera de
colores azulados que representa la Anunciación.
A pesar de su modernidad (año 2005)
no rompe el estilo gótico de la catedral; este ventanal fue colocado para
sustituir a una vieja vidriera en mal estado.
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Puerta de S. Antolín |
El acceso es una puerta
sencilla, conocida como la Puerta de San Antolín o de las Descalzas. Como el resto de la fachada permaneció
inacabada desde el siglo XVI hasta finales del siglo XX (1980). Tiene forma de
edículo de estilo clasicista y es una obra moderna de Fernando Chueca Goitia. Sobre la fachada se
encuentra un hastial triangular rematado con una cruz y pináculos calados; en
su interior está perforado un rosetón.
Anexas a un lado de la
fachada se encuentran la antesala y sala capitular (que guardan el tesoro del
Museo catedralicio); sus muros exteriores están surcados de ventanales y
contrafuertes que terminan en pináculos. Otro espacio colindante alberga la
biblioteca de la catedral.
Fachada septentrional
La fachada es casi lisa,
interrumpida solo por dos puertas, la de los Reyes y la del Hospital,
correspondientes, respectivamente, al crucero nuevo y al crucero antiguo (falso
crucero).
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Puerta del Hospital |
A lo largo de este muro se
encuentran trasdosadas las sacristías que corresponden a las sucesivas capillas
de la nave del Evangelio, lo que proporciona a la catedral tres alturas en este
lado.En el lado Este, junto a
la cabecera, se encuentra la Puerta del Hospital o de los canónigos. Hubo un tiempo en que se la
llamó Puerta nueva por ser la última en construirse, sin contar con
la anteriormente descrita de los pies del templo. En las actas capitulares se
dice que fue construida en 1762.
Consiste en un sencillo arco rebajado,
dovelado y sin ornamentación que da entrada al falso crucero. Frente a
esta puerta se halla el Hospital de San Antolín, de ahí su
nombre, dependiente del Cabildo desde el siglo XII.
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Puerta de los Reyes o de S. Juan |
Hacia el oeste se
encuentra el crucero principal, y en su parte baja la Puerta de los
Reyes o de San Juan, de estructura gótica, con cinco arquivoltas
abocinadas y apuntadas, pero muy decoradas, aunque degradadas por la erosión al
estar expuesta al lado norte del edificio, en estilo flamígero. Las arquivoltas interiores con decoración vegetal y geométrica y en la parte
inferior de la arquivolta central dos huecos, a modo de hornacinas, a cada
lado, probablemente con representación escultórica de santos y siguiendo el
arquivolteado central al modo gótico una serie de figuras: peregrinos, santos,
músicos…, bajo dosel. En el vértice superior de la arquivolta más exterior,
encontramos una pareja de “aliens” y algunos de los santos de la arquivolta
aparecen con cascos de obra.Tiene doble arco de
entrada, ambos notablemente rebajados o escarzanos. Es la única de las puertas
que
posee mainel o parteluz. Está decorado con una elegante pilastra que sirve
de soporte a la imagen, muy deteriorada, de S. Juan Bautista, y que da nombre a
la puerta. |
Detalle de la arquivolta |
El tímpano se divide en
dos franjas horizontales, el superior ocupado por una serie de cuarteles
labrados con motivos platerescos y el dintel inferior está por cuatro
vanos acristalados, dos circulares, a modo de rosetones y los otros dos enmarcados por arcos de medio
punto.
Por encima de portada en
las enjutas aparecen dos elementos del plateresco como son los medallones.
En el siglo XVII, ya en
estilo barroco, se añadieron las hornacinas superiores para los bultos redondos
de San Antolín, en el centro, y sus compañeros mártires (Juan y Almaquio) en
los laterales.
Hoy en día esta puerta ha
quedado cerrada al colocarse un altar elevado sobre una tarima, en el interior
de la catedral que se utiliza en las grandes ceremonias como las misas
del Domingo de Ramos o del Corpus Christi. Sus bancos móviles se
disponen hacia ese altar o hacia la capilla mayor según convenga.
Cabecera
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Planta absidial |
Es la parte más antigua de
la catedral, siglo XIV, y es la que mejor representa la pureza del estilo
gótico clásico.
Su planta es poligonal con
absidiolos configurados con grandes ventanales que, recuerdan a la catedral de
León. Posee una girola de tramos
trapezoidales donde se ubican siete capillas, cinco hexagonales y dos
rectangulares. Las capillas reciben los nombres de: San Pedro o de los Reyes,
San José, del Monumento, Nuestra Señora La Blanca, San Isidro o San Jerónimo y
la Capilla del Baptisterio.
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Gárgola del fotógrafo |
En el exterior sobresale
la decoración de pináculos, gárgolas,
dobles arbotantes y ventanas góticas. Entre los pináculos surgen extrañas
gárgolas; se basan, como es costumbre en el gótico, en temas relacionados con
la muerte, el infierno y seres fantasmagóricos. Llama la atención la gárgola
del fotógrafo, un añadido moderno del arquitecto Jerónimo Arroyo; se trata de una curiosa imagen
anacrónica muy popular entre los palentinos, representando a un conocido del
arquitecto portando una moderna cámara fotográfica. A destacar, también, es la baranda decorativa que remata el ábside,
y que, también es obra de Jerónimo Arroyo.
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Ábside |
Todo ello conforma un curioso
juego de volúmenes, al exterior, y luces, al interior, enriquecido todo ello con
una cuidada decoración de molduras, frisos de escamas, pináculos y tracerías
que le confieren una gran majestuosidad.
Fachada meridional
Es en esta fachada sur
donde se puede apreciar una evolución en los estilos decorativos, desde un
gótico clásico en la girola, pasando por las connotaciones flamígeras de las
puertas y el estilo renacentista del centro de la nave o el neoclásico de la
parte oeste, y a pesar de todo no se rompe en ningún momento la unidad de todo
el conjunto. En esta parte edificio presenta por un lado dos portadas, la torre
y la parte de muro que corresponde al claustro. |
Fachada sur |
Desde el ábside, y correspondiente
al primer transepto, tenemos la portada llamada del Salvador, o más
usualmente, de los Novios. Es obra del siglo XV con decoración sencilla,
gótica. Se compone de cuatro arquivoltas apuntadas y concéntricas, enmarcadas
por un floreado arco conopial adornado con cardinas y rematado por un florón.
Ornamentadas todas ellas con dibujos geométricos, calados, follajes y agujas,
más los escudos de dos obispos y el del Cabildo, en el friso bajo la cornisa. El
tímpano está desprovisto de toda ornamentación y posee tres peanas sin ocupar.
Se encuentra enmarcada por dos pilastras rematadas con sendos pináculos. |
Puerta del Salvador o de los Novios |
Es la puerta de entrada
diaria a la Catedral. Dicen las crónicas que recibe el nombre de puerta de los
novios, por el matrimonio en 1388, entre un príncipe de 10 años (el futuro rey
Enrique III de Castilla) y una dama de la nobleza de 14 años (Catalina de
Lancaster) que entraron por esta puerta entonces llamada del Salvador y que a
partir de este momento recibió el nombre de Puerta de los Novios.
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Torre catedralicia |
A continuación se levanta
la torre catedralicia, levantada a mediados del siglo XV. Es una construcción de
tipo militar muy sobria de planta
prismática y que alcanza los 30 metros de altura. Destinada para albergar las
campanas. Se encuentra dividida en tres registros separados por unas líneas de
imposta. El primer cuerpo se cierra con bóveda de cañón apuntada,
remodelada en el siglo XV. El segundo con un hueco en el que se colocó, en
1507, un reloj, aunque posteriormente se sustituyó por otro actual.
El tercero con sencillos
ventanales de medio punto, se culmina en dos arcos que se conforman
como espadaña, uno grande y de medio punto sobre cuyo arquitrabe se
asienta otro a modo de templete o baldaquino y que dan cobijo a las campanas y todo
coronado con grandes pináculos decorados con tracerías góticas.
En la torre encontramos,
once campanas, que van desde la gran campana conocida como el "zarambombon",
con un peso de más de 1500 kg., una altura de 1,20 metros y algo más de 1,60 m.
de circunferencia en su parte más ancha, hasta los címbalos y el cimbalillo.
Todas tienen su nombre.
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Puerta del Obispo o Santa Mª |
A su la izquierda, se
encuentra la puerta más grande y decorada del templo: la del Obispo (pues
por ella accedía el prelado en las grandes ceremonias) o de Santa María (segunda
mitad del siglo XV), en la actualidad bastante deteriorada por la erosión. Su
decoración es algo más tardía, del siglo XVII, y consiste en un arco de medio
punto rebajado, con cinco arquivoltas en forma de arco apuntado,
y un guardapolvo muy decorado con
gárgolas, doseletes y arquerías geminadas; las arquivoltas aparecen adornadas
con motivos vegetales e historiados con santos y profetas, y se apoyan en
columnas, coronadas por apóstoles esculpidos en el siglo XVI y todo ello
abarcado por un arco conopial. Los apóstoles de las jambas son ya renacentistas
así como los tres escudos episcopales. |
Detalle de las arquivoltas |
En la parte superior de
las arquivoltas, en el vértice formado por la línea del arco conopial exterior,
se ubica una imagen de San Antolín, patrono del templo y de la diócesis.El tímpano, en su parte superior, se
enriquece con un conjunto casetones decorados con finos relieves con formas grutescas de
estilo plateresco y bajo ellos, en el centro de la portada, encontramos una
bella imagen de la Virgen María, gótica, entre dos vidrieras con tracería en
forma de flor (rosetones). En la parte superior se aprecia una especie de
galería, con gárgolas, doseletes y arquerías geminadas.
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Virgen gótica |
Por último y más a la
izquierda, adosado a la nave lateral de la epístola se encuentra la pared
exterior del claustro, ocupa cinco tramos, desde el crucero hasta los pies y está animada por contrafuertes coronados
por pináculos. El claustro es de planta cuadrada y su construcción comenzó
hacia 1439. Dispone de dos entradas desde el interior de la catedral y otro desde el exterior, cerrada con una verja de
hierro. Sobre el claustro se aprecia el exterior de la unión de las naves con
el crucero, con sus típicos arbotantes y vidrieras.
Interior de la catedral
Si desde el exterior
podemos admirar la monumentalidad de este edificio, por dentro asombra en el
plano artístico, fruto todo ello de la conjugación de los distintos estilos
artísticos que en él se nos muestran como consecuencia del devenir temporal y
la transición de estilos acaecidos en las distintas corrientes artísticas. En su interior el estilo gótico se repite en
todas sus variantes flamígeras, así como decoraciones renacentistas,
platerescas e incluso barrocas, estas últimas patentes en la gran cantidad de
retablos, cuadros y tallas que decoran sus numerosas estancias.
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Vista aérea |
No olvidemos, también, que
la sucesión de fases constructivas dentro de la corriente gótica, con cambio de
proyecto en 1423, hace que la seo palentina posea dos capillas mayores y dos
naves de crucero. Tales son la actual de la Sagrario, rodeada por la girola y
construida en la primera campaña, con el transepto delimitado por las puertas
de San Antolín y de los Novios; por delante de ella la actual Capilla Mayor,
con su crucero delimitado por las puertas de San Juan y del Obispo. Ninguno de
los dos transeptos sobresale en planta.La planta, que es de cruz
latina, está dividida en tres naves de nueve tramos, sin contar el que
corresponde al falso crucero, situado a partir de lo que fue la primitiva
capilla mayor, la actual capilla del Sagrario que es más
estrecho y une el resto de los tramos con la girola. La nave central es más
alta que las laterales y está dotada de triforios. A la
nave del Evangelio o Norte se abren siete capillas cuadradas, con sus
correspondientes sacristías. Se cubre con bóvedas de crucería estrellada,
mientras que las colaterales reciben bóvedas de terceletes. |
Planta |
El crucero mayor está
situado en el sexto tramo, entre el coro y la capilla mayor, que se encuentra
en la nave central ocupando los siguientes dos tramos.
Las naves están separadas
por pilares compuestos fasciculados sobre los que descansan los arcos formeros
apuntados y las bóvedas de crucería, características del gótico. La estructura
de estas bóvedas se va complicando desde la cabecera hacia los pies, a medida
que trascurría el tiempo de ejecución de la fábrica, se comprueba en los sencillos
diseños de las bóvedas de los absidiolos, que fue lo primero construido y que
se van complicando y convirtiendo en aparatosas bóvedas de crucería sexpartita
y combadas a partir del crucero.
Las bóvedas que cierran el espacio interior están
muy decoradas y se elevan hasta más de 30 metros de altura.
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Interior: bóvedas, triforio... |
La catedral dispone de un auténtico triforio practicable,
aunque ciego al exterior. Recorre la nave central, el crucero y la cabecera, y
se cierra con magníficas tracerías caladas.Del claristorio de grandes vidrieras góticas
y renacentistas que cerraban los ventanales son pocas las que han llegado a
nuestros días. La mayoría de las existentes son de los siglos XIX y XX, como
las que decoran las capillas del ábside de estilo neogótico.
Entre ellas hay una, de estilo renacentista
con detalles góticos, del siglo XVI, que actualmente, y después de restaurarla,
se exhibe en el claustro. La vidriera completa muestra a varios apóstoles
y patriarcas bíblicos y a Cristo que aparece en el parte superior en una
bellísima imagen. |
Deambulatorio/Girola |
Su cabecera posee girola o
deambulatorio que se cubre con tramos trapezoidales y cuenta con siete capillas,
cuatro de ellas radiales hexagonales, una octogonal, la central y dos
rectangulares a ambos lados de la Capilla del Sagrario. Todas ellas todas
iluminadas por grandes ventanales góticos con vidrieras la mayoría fruto de las
restauraciones llevadas a cabo en la catedral en el siglo XIX.
La catedral cuenta con capillas
laterales solo en la nave del Evangelio, claustro adosado a la nave de la Epístola y
torre en su fachada Sur.
Cripta de San Antolín
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Planta de la cripta de S. Antolín |
También en el interior nos
encontramos con la cripta de San Antolín. Es un espacio muy importante dentro
del edificio, tanto por el valor histórico como por su arquitectura que
representa la época visigoda y protorrománica o prerrománica.Como ya hemos mencionado
anteriormente Una vez más según la tradición, fue un milagroso episodio
cinegético el que desembocó en la edificación de este templo.
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Entrada a la cripta |
Es así, pues, que este
lugar, en lo más recóndito de la seo palentina, fue pionero en la técnica
constructiva románica. Hasta entonces, hablamos de principios del siglo XI, no
había en la región edificaciones de esta nueva forma de hacer.Tal vez se conocía el arte
prerrománico asturiano y de ahí podemos apreciar un cierto interés en imitar o repetir
las hechuras de la Cámara Santa de la catedral de Oviedo o la planta baja de
Santa María del Naranco (ambas construcciones del siglo IX).
Se encuentra en un nivel
inferior (hipogea) bajo el nivel del coro sito hacia mitad de la nave central y
se accede a él por una escalinata abierta en su lado de poniente (oeste) situada
a los pies de las gradas del trascoro, pero en origen el acceso se ubicó en la
cabecera de su muro sur (en el primer tramo). La nueva entrada fue decorada con
motivos decorativos y escenas del martirio de San Antolín o de la cacería del
jabalí, leyenda que narra que Sancho III el Mayor de Navarra.
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Cripta |
El cuerpo principal se
encuentra bajo el coro, pero se cree que alcanza hasta la Capilla del Sagrario
por numerosos túneles y debió de hallarse sobre el nivel del suelo, de lo
contrario no se explica la edificación de ventanales en sus muros laterales.El espacio primitivo
oriental es rectangular y angosto, con una zona abovedada y al fondo una triple
arquería de arcos de herradura sobre columnas y capiteles romanos. La
ampliación románica muestra planta basilical, con ábside semicircular con
arquerías, abierta la central, a la parte antigua y muestra vanos de
ventilación laterales.
En lo formal, el templo está
canónicamente orientado, se compone de cabecera y nave. Esta última consta de
cuatro tramos delimitados por cuatro fajones de medio punto haciendo el
primero de ellos las veces de arco triunfal y articulando con la cabecera y
cubriéndose con bóveda de cañón. Dichos fajones arrancan desde
una bancada lateral corrida y se alzan a partir de sendos podios formados por
dos grandes sillares superpuestos, biselados los superiores. Los sillares que
componen cada fajón, son más cuidados en su hechura que los del resto de la
bóveda. En los centros de cada tramo encontramos ventanales en lunetos, de
medio punto dovelado, arcaicos y muy derramados en sus laterales siendo
aspillerados en su exterior.
La cabecera del templo es
un cilindro absidal semicircular que se une a la nave directamente a través del
primer arco fajón que funciona como arco triunfal. Parece que no dominaban, en
ese momento, como realizar bóvedas de cuarto de esfera por el encuentro entre
la bóveda de la nave, que es de cañón, con el cilindro absidal que es forzado, y ambas estructuras parecen acabadas
de forma brusca y burda y se juntan en una especie de arista. Su hechura viene forzada
por la preexistencia de los restos visigodos y la necesidad de articularse con
aquellos. |
Capiteles visigodos |
Al mismo tiempo la
cabecera realiza funciones de descarga de la bóveda como si de otro fajón
-cóncavo y decorado- se tratase. Su decoración se limita a tres arcos de medio
punto que apean en el primer arco fajón y en las dos pilastras laterales que
dan paso a la parte visigoda. Los arcos laterales son desiguales, menor el del
lado sur y en ambos apreciamos un ventanal de medio punto dovelado en el muro
rehundido que los cierra.A los pies de la cripta, y
poco por delante de la escalinata de acceso actual, hay un pozo con brocal
moderno. Es tradición que el dos de septiembre, día de San Antolín, los
palentinos acudan al pozo a beber agua, por ser tradición que estas aguas
tienen poder salutífero. Por delante de la cabecera
encontramos la parte visigoda del templo de mediados del siglo VII, la mandada
edificar por Wamba para guardar los restos del mártir francés San Antolín
traídos de Narbona en 672 bajo el pontificado de Ascario. Fue descubierta a
finales del siglo XIX y sería lo que corresponde a lo que podríamos llamar la
catedral visigótica de lo que entonces era Palencia. Sus restos, tras las
distintas transformaciones y modificaciones acometidas a través del tiempo,
apenas nos permiten aventurar hipótesis sobre su configuración original. Lo que queda es una nave compuesta de tres tramos de diferente
anchura delimitados por arcos que en origen debieron de ser de herradura, aun
cuando en algunos puntos se nota que han sido rebajados para adecuar el ancho
al de la nave. En los laterales de su primer tramo observamos dos vanos de
herradura dovelados y cegados (quizás daban acceso a otras estancias
laterales), hoy en día se encuentran disimulados tras un arco-fajón de medio
punto añadido (probablemente añadido con posterioridad).
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Cripta cabecera |
Ya en la cabecera vemos un
frontal formado por dos columnas en que apean tres arquillos de herradura,
dovelados y con salmeres compartidos. Toda la estructura está cubierta con
techumbre plana de grandes bloques pétreos que van de lado a lado de la nave. Las
columnas de la cabecera son romanas, reutilizadas. Sus basas son capiteles
dóricos invertidos. Sobre ellas toscos capiteles con decoración triangular y por encima, los cimacios son anchos y se
decoran con motivos estrellados que rellenan todo el espacio siguiendo el
"horror vacui" de los modelos visigodos.
Naves
Nave del evangelio
En la nave del evangelio
encontramos un conjunto de capillas que explicaremos más adelante, pero a lo
largo de la nave y de esas capillas observamos la existencia de sepulcros de
personajes notables de la diósesis, así como de retablos, escultura y pinturas de
distintos autores y momentos que fueron enriqueciendo el patrimonio artístico
de la catedral, entre ellos vamos a destacar alguno:
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Nave del evangelio |
.- En el muro que separa
la Capilla Mayor de la nave del evangelio encontramos un bonito arcosolio que
corresponde al biznieto del rey Alfonso XI y junto a él otro arcosolio con un
pequeño retablo dorado y policromado, con figuras en grisalla sobre
oro, enmarcando una pintura sobre tabla representando La Aparición de Jesús
Resucitado a su Madre, atribuida por algunos a Alonso
Berruguete.
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Cristo de las Batallas |
.- También
encontramos unas esculturas en piedra
policromada del siglo XVI representan a san Juan Evangelista y a San Juan
Bautista.
.- Si seguimos avanzando
hacia los pies del templo por la nave del evangelio encontramos dos pequeñas puertas que dan
entrada al coro, que ocupa el cuarto y quinto tramo de la nave central y al
corredor alto, están talladas en madera de nogal con los escudos del cabildo y
del obispo Fonseca (fueron construidas a su costa) y las cabezas de los
apóstoles S. Pedro y S. Pablo, realizadas en bajorrelieve. En el arcosolio que
se halla a su lado se encuentra Cristo de las Batallas, imagen muy venerada en
la ciudad, ante la que se encomendaban los soldados al partir a la guerra. Es
una talla gótica de gran calidad e impactante patetismo, acentuado por la
policromía.
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Exterior del altar mayor en la nave del Evangelio |
.- En el tramo quinto decorado
profusamente con una clara inspiración plateresca, atribuida a Diego de Siloé
encontramos un pequeño altar dedicado al Salvador y con una bonita talla
central, también en madera de nogal, dorada y policromada, fue realizada por
Felipe Bigarny y en un principio estaba destinada al Altar Mayor, decisión que
fue revocada por el propio cabildo decidiendo que quien debía presidir el Altar
Mayor era la imagen de S. Antolín. Además vemos un conjunto de tallas
realizadas en piedra policromada que representan a santos, reyes y fundadores.
Nave de la epístola
A diferencia de la nave
del evangelio, en esta nave no nos encontraremos capillas ya que a ella va
adosadas algunas dependencias como la sacristía o el claustro que impiden la
ejecución de esas estructuras. Pero, al igual que la nave del evangelio en esta
nave también encontramos una serie de arcosolios, altares y decoraciones que
embellecen el interior y entre los que vamos a destacar frente a la sacristía,
en la pared de la capilla mayor, el sepulcro de Diego de Guevara con un
bonito retablo.
Si seguimos avanzando y
traspasamos el brazo correspondiente del transepto con su portada, al fondo, la
puerta del Obispo, llegaremos a la
puerta de entrada al coro, delimitado todo el tramo por un arco gótico decorado
con doseletes,
cresterías y pinturas murales y en cuyo centro vemos dos bonitos altares en sus
laterales, uno de ellos dedicado a la Visitación y el otro a la Natividad.
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Altar de la Visitación |
En el Altar de la
Visitación, observamos un bonito retablo de finales del siglo XV, con tablas
pintadas al óleo. Es una de las mejores piezas pictóricas de la catedral,
destacando el excelente estudio de la perspectiva, y el realismo de clara
influencia hispanoflamencas.Enfrente podemos ver la
bonita portada gótica que da acceso al claustro.
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Trascoro |
El espacio ocupado por el
trascoro está formado por un gran altar plateresco, con trazas atribuidas a
Diego de Siloé. Lleva columnas altas, con pilastras e impostas que delimitan
las divisiones, y en el centro un arco rebajado y trilobulado. Preside la parte
superior la imagen de San José sedente con el Niño, estando ocupadas el
resto de las hornacinas por imágenes de diversas santas, realizadas, todas
ellas en piedra. La parte baja se encuentra ocupada por un pequeño retablo en
madera dorada y policromada, llevando en su centro las esculturas, en piedra
policromada, de San Pedro y San Pablo, con aspectos gotizantes. En el
remate del mismo, dos grupos escultóricos de pequeño tamaño, el Nacimiento
y escoltándole la Anunciación, obras rococó fechadas en 1769.
Capillas
Las capillas la catedral
se hallan ubicadas en la girola y en la nave norte. La nave sur carece de ellas
porque da cobijo al espacio del claustro, al que se accede por dos puertas. En
el centro y frente al coro está la capilla mayor. El Cabildo en cada capilla
fundó un patronato cuyos miembros estaban obligados a unas ciertas
obligaciones, ornamentación, mantenimiento, etc…, a cambio de determinados
derechos.
Las capillas eran
atendidas por capellanes que dependían del Cabildo en lo concerniente a parte
eclesiástica o espiritual, pero eran los patronos o mecenas quienes elegían y
pagaban a los artistas que trabajaban en ellas. Así la mayoría de las capillas
guardan en su interior obras de arte de gran importancia y algunas están
cerradas por rejas de gran calidad artística.
La arquitectura de todas
ellas es gótica, con bóvedas muy bellas y de gran altura gracias a la merma en
altura de los claristorios, merma que permitía elevar las naves laterales y dar
lugar a capillas y galerías laterales de mayor amplitud
Capillas Mayores
La catedral de Palencia
tiene, como ya hemos explicado con anterioridad dos capillas mayores: La
primera, situada en la cabecera es la más antigua y hoy es llamada la capilla del
Sagrario, y enfrente y separada por la
nave del antiguo transepto se encuentra la segunda capilla: la capilla Mayor
actual.
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Capilla del Sagrario
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Capilla del Sagrario |
La capilla del Sagrario,
está rodeada por la girola ocupando la parte central del ábside,
tal y como correspondería a una capilla mayor. De hecho, en origen este espacio
estuvo ocupado por la primitiva capilla mayor de la catedral. Se la conoce
también como capilla de los Curas y capilla de la Parroquia. Su estructura es heptagonal (con siete paredes
que corresponden a la girola). Además de la bóveda superior del ábside,
cuenta con una segunda bóveda inferior, nervada con colgadizos (arcos cairelados), de
diseño atrevido y el escudo del comitente en la clave. El retablo mayor renacentista, está presidido por una imagen de la Virgen, de estilo
tardorrománico.
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Bóveda de la capilla del Sagrario |
El acceso a la capilla se
estructura como un arco triunfal cuyo intradós está decorado con arcos polilobulados con caireles de
clara tradición árabe. En las enjutas destacan
dos esculturas que corresponden a personajes relacionados con la obra de la
capilla y junto a ellas los escudos del
obispo Rojas. El arco está cerrado casi
hasta la mitad por una gran reja de dos cuerpos, adornada con flores de lis, y
rematada por un crucifijo y el escudo episcopal. Sobre el arco se extiende un
frontal con arquería y estatuas bajo doseletes:
en el centro la Virgen con el Niño y a los lados San
Pedro, San Pablo. Todas estas esculturas son de estilo Gótico y de
principios del siglo XV.
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Arca con los restos de Dña. Urraca |
A la entrada, en el
lateral izquierdo y sobre una repisa se encuentra un arca de madera pintada, con
una inscripción funeraria y los restos mortales de la reina Urraca, hija de Alfonso
VII y reina consorte del reino de Navarra. También en la capilla encontramos un
sepulcro, rodeado por una reja, es de una
noble palentina, Inés de Osorio, quien donó cuantiosos bienes para obras en la catedral, entre
ellas un retablo de plata para el altar mayo, retablo que más tarde fue vendido
y con su importe se sufragó el coste del retablo que hay en la actualidad, y
una puerta con reja de fábrica románica, restos de la antigua catedral
románica.El retablo actual, acabado
en 1534 fecha en en que fue policromado, está situado en el centro de la
capilla. Retablo cuya estructura consta de banco con una decoración
renacentista de medallones y elementos vegetales y tres cuerpos más el ático, está
dividido verticalmente en dos calles y dos entrecalles.
En el primer cuerpo figura
de izquierda a derecha:
.- La Última Cena. Sus
figuras son de canon corto por la dificultad de distribuir tantos personajes en
un espacio tan pequeño. |
Retablo de la capilla del Sagrario |
.- San Juan
Evangelista (en la entrecalle); figura exenta en hornacina con venera.
.- Tabernáculo barroco, del
siglo XVII.
.- Santiago Apóstol.
.- La Oración en el
Huerto. Al fondo de la escena se divisan unas montañas y un castillo en
representación de la ciudad de Jerusalén, más un ángel con un cáliz y unos
árboles.
El segundo cuerpo está
compuesto por:
.- La Natividad,
cuya composición simétrica presenta a los principales personajes de la escena
S. José, La Virgen y el Niño, sobre los que revolotean dos ángeles.
.- San
Pedro y San Pablo, en hornacinas de venera, en las entrecalles,
escoltando la representación central.
.- Tránsito de la
Virgen en la calle central, con figuras abigarradas en el fondo, que hacen
dividir la escena en dos planos.
.- La Epifanía.
En el tercer cuerpo puede
verse:
.- La Anunciación.
.- Juan
Bautista y San Antolín en las entrecalles.
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Detalle del retablo Coronación de la Virgen |
.- La Coronación de la Virgen, escultura de
bulto redondo, gótica del siglo XV, que pertenecía al antiguo retablo de esta.
Es una pieza de influencia burgalesa, por la posición de la mano izquierda de
la Virgen sobre el hombro del Niño. Es éste un gesto muy frecuente en los
artistas palentinos durante la segunda mitad del siglo XIII y principios del
XIV. Otra señal característica es el broche en forma de uve con que se sujetan
los mantos de ambos personajes, costumbre que puede verse en las esculturas de
Navarra, La Rioja, y País Vasco. Ático: como es costumbre
en la mayoría de retablos, está ocupado por un Calvario.
El hueco bajo la mesa del
altar de esta capilla, debajo del sagrario, está ocupado por un sepulcro del
santo representado por la escultura que se encuentra a la entrada de la capilla
(San Manuel González García).
·
Capilla mayor
La capilla mayor ocupa los
tramos séptimo y octavo de la nave. Su edificación se llevó a cabo durante la segunda
etapa de las tres constructivas
señaladas anteriormente.
El espacio en un principio
se había utilizado para coro conventual. En 1519 se trasladó la primitiva
capilla mayor (que estaba en lo que ahora es capilla del Sagrario) a este
lugar. |
Capilla Mayor |
Los dos tramos habían sido
rematados y cubiertos a finales del siglo XV. Unos años más tarde, en el primer
cuarto del siglo XVI, se decoraron, por maestros yeseros, los nervios de la bóveda y las claves; en las dos centrales se muestran los
escudos obispales.
El triforio fue
realizado a finales del siglo XV.
Se accede a la capilla a
través de dos rejas de hierro forjado realizadas por Cristóbal de Andino, considerado en su época
como el más ilustre de los rejeros españoles, que tenía su taller de trabajo en
Burgos. La más grande de las dos da al crucero y. consta de dos cuerpos, más
crestería y un crucifijo en lo alto. Tiene como ornamentación florones y los
escudos de los mecenas. La segunda reja es más pequeña y da a la nave sur,
frente a la puerta de la sacristía. Está colocada en una puerta en esviaje o
sesgada. Fue dorada y colocada en 1531. Consta de dos
cuerpos más crestería y está ricamente adornada con los bustos de San Antolín, San Pedro y San Pablo.
En la capilla se
encuentran dos púlpitos que anteriormente estaban colocados en el zócalo
de la reja del coro y que se trasladaron a este nuevo emplazamiento a
comienzos del siglo XVII. Son de hierro forjado. Las esculturas de los
tornavoces son de Gregorio Fernández y representan a
las Virtudes.
En las paredes laterales cuelgan magníficos tapices, cuatro en cada lado. Son
de los talleres de Bruselas, de principios del siglo XVI, donación del obispo
Juan Rodríguez de Fonseca. A destacar una gran lámpara vótiva de plata del siglo XVI.
El Altar Mayor se cubre con bóveda de crucería, donde se pueden ver numerosos escudos dorados y policromados de diversos tamaños.
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Muro exterior de la Capilla Mayor, lado del evangelio |
En las paredes exteriores del Altar Mayor encontramos
dos paños, se trata de cuatro arcosolios conopiales, los dos centrales a modo
de altares.Pero la obra maestra de
esta capilla es el retablo mayor, cuyas trazas fueron ejecutadas por Pedro de Guadalupe en 1504.
.- Retablo mayor
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Retablo Mayor |
Es el ejemplar más tempranero
entre los retablos renacentistas de España, eso junto a la intervención de excelentes
artistas que trabajaron en él, lo convierten en una pieza excepcional. Tiene once calles verticales separadas por pilastras platerescas y en sus
numerosos aposentos se encuentras tallas de Vigarny, de excelente ejecución, así como la magnifica colección de doce tablas con escenas de la vida de Jesús de Juan de Flandes que constituyen
la obra maestra del pintor de los Reyes Católicos.
Fue encargado, entre 1504 y 1506, por el
obispo Diego de Deza para colocarlo en la primitiva capilla mayor. e encargó
la obra al ensamblador Pedro de Guadalupe. Pero, jamás llegó a montarse en
aquella capilla mayor original, sino que se llevó a la capilla mayor nueva, la
actual, cuando en 1519 el
nuevo obispo Juan Rodríguez de Fonseca decidió su traslado.
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Detalle Retablo Mayor |
Se hicieron entonces
diferentes modificaciones para que su colocación estuviera acorde con las
dimensiones del espacio. Algunas de las pinturas y relieves se desecharon al no
encajar adecuadamente en la nueva estructura, vendiéndose algunas, como la
pintura de La Crucifixión, de Juan de Flandes, que se exhibe hoy en
el Museo del Prado. |
Calvario Retablo Mayor |
Destacan sobremanera en el
conjunto las magníficas tablas de Juan de Flandes, que fueron sus últimas
obras, y el Calvario del remate; además de
una Magdalena y el San Antolín que preside el
retablo, obra juvenil de Gregorio Fernández. Todo el conjunto tallas y tablas desarrollan un completo ciclo credencial centrado en las escenas de la Pasión y la Resurrección.Por la catedral repartidas
se conservan otras piezas que, aunque encargadas para este retablo, no se pudieron
colocar finalmente como estaba previsto, por problemas estructurales.Frente a la capilla Mayor
y en el pasillo de la nave de la epístola nos encontramos con la Sacristía
Mayor.
.- Sacristía Mayor
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Pintura de la sacristía |
Se trata de un espacio
formado por dos habitaciones que se cubren con bóvedas de crucería estrellada
de ejecución barroca realizadas con posterioridad y que ocultan las primitivas
ojivales. La sala primera fue capilla, con la advocación de Corpus Christi y
más tarde de Santa Catalina. En esta sala encontramos dos sarcófagos de piedra
situados en la pared frontera a la puerta, con estatuas yacentes.La segunda sala ocupa la
base de la torre. Los muros tienen un espesor de tres metros. Una gran ventana
rasgada en el muro sur, ilumina la habitación.
Entre los tesoros que se guardan en esta sacristía, destacan las amplias cajoneras
de nogal, decoradas con pinturas sobre mármol, representando doce vistas
arquitectónicas, con paisajes y la Inmaculada. Una inscripción de su interior
nos dice que fueron fabricadas en 1798. La cajonería situada en la estancia
bajo la torre, es anterior.
También encontraremos
numerosas pinturas sobre lienzo o tabla, así como esculturas y objetos de
culto.
Capillas radiales de la girola
Este espacio está dividido
en 5 tramos con 4 capilla hexagonales y una, la central, en octógono irregular.
Se proyectaron además dos pequeños tramos rectangulares a ambos lados, que unían
la girola con el falso crucero.
De izquierda a derecha,
comenzando por el lado del evangelio, se encuentran situadas:
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Capilla
de San Miguel
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Altar de S. Jerónimo |
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Capilla de San Jerónimo |
De planta hexagonal con
dos grandes ventanales con vidrieras, conservándose restos de las realizadas a
mediados del siglo XVI por Diego Salcedo.Llamada también de San
Isidro, por las dos imágenes de este santo que guarda, incluso de San Jerónimo
por el retablo que la preside, un retablo renacentista, con relieves en “stiacciato”
(relieves aplanado) de dos santos, uno de ellos Santa Catalina y otro de un santo mártir que flanquean la imagen
del titular, que pese al nombre de la
capilla, es San Jerónimo penitente ante el crucifijo. Corona el retablo
una pintura de la Asunción. También encontramos en esta capilla un pequeño
retablo plateresco dedicado a san Roque, de mediados del siglo XVI, y un
sepulcro pétreo, en arcosolio de arco apuntado, con bulto yacente vestido con
ropajes eclesiásticos (de abad).
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Capilla
de Nuestra Señora la Blanca
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Retablo capilla Nª Sª La Blanca |
La capilla de Nuestra
Señora la Blanca es lo primero que empezó a construirse de la
catedral. Tiene planta hexagonal y alberga tres arcosolios
del siglo XIV Destaca en esta capilla la imagen de la titular,
trabajo gótico del siglo XIV, realizada en alabastro,
y gemela de la que se conserva en la catedral de Toledo. Destaca en esta escultura
la ejecución con el suave movimiento de los pliegues y las sonrisas que
muestran María y el Niño Jesús, que acaricia a su madre, actitud, ésta, que la
aleja de los rígidos y serios cánones románicos y protogóticos. Está flanqueada
por las esculturas de los santos Toribio y Pedro de Osma El retablo que preside
esta escultura es muy posterior, de época neoclásica, siglo XVIII.La reja es de comienzos
del siglo XVI y las vidrieras son fruto de una recreación de fines del siglo
XIX de la mano del vidriero modernista catalán Antoni Rigalt, igual que las de la mayoría del
resto de capillas de la girola.
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Capilla
del Monumento
La capilla del
Monumento, que también se ha denominado del Corpus Christi, de San Nicolás o de
Santa Teresa y ha desempeñado funciones de baptisterio, y en ella se reunía el
Concejo de la ciudad. Recibe el nombre actual desde que se trasladó a esta
capilla el altar de plata que se usa como monumento en Semana Santa.
Es la capilla central de
la girola. Es de planta octogonal y de mayores dimensiones que las
demás. Su bóveda es de crucería con nervaduras radiales que parten desde el
centro hacia los extremos con la imagen del Salvador esculpida en la clave. |
Monumento |
Dispone de tres
grandes ventanales
apuntados con vidrieras de tonos azulados que datan del siglo XIX. Debajo de
estos ventanales la pared está forrada de terciopelo rojo.
Pero lo que más destaca es
el monumento, chapado de plata en parte sobredorada con tres partes bien
diferenciadas: el frontal, que se adorna con el escudo del cabildo y dos
jarrones de azucenas a los lados, el basamento, y una gradería decreciente
sobre la que se alza el expositor eucarístico. Es una obra de orfebrería
barroca, del siglo XVIII, obra del platero Andrés de Espetillo.
La capilla se cierra con
una fina verja de hierro forjado, obra del taller de Juan Pascual, como se
puede observar en la inscripción de la cerradura.
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Capilla
de San José
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Retablo capilla de S. José |
La capilla de San
José estuvo dedicada a las Once mil vírgenes hasta el siglo XVIII.Contrasta en esta
capilla la pureza de las líneas góticas de su arquitectura, con lo moderno
de la decoración. Está presidida por un cuadro de San José obra del siglo XVIII
y enmarcado en un altar de la misma época realizado en mármoles y jaspes de
colores, todo ello de un severo Neoclasicismo.
·
Capilla
de los Reyes o de San Pedro
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Capilla de los Reyes |
La capilla de San
Pedro o de los Reyes, es conocida familiarmente como capilla de los
Reyes. Fue construida en el siglo
XIV por artistas anónimos y reformada en el XVI. Tiene planta hexagonal y
estructura gótica, con cubierta estrellada, pero su decoración es renacentista
y barroca, que han hecho de esta capilla una de las más ricas del templo con
yeserías policromadas en azul, blanco y ocre cubriendo los testeros, tanto en
la bóveda como las paredes, sin dejar espacio libre en una especie de “horror
vacui” y con los tres relieves en yeso de los Reyes Magos dentro de marcos individuales, limitados por columnas y en actitud de
marcha, en lugar destacado y en la bóveda medallones con los profetas Isaías,
Balaam y David junto a angelotes, escudos y grutescos. |
Detalle Capilla de los Reyes |
Cuenta con un retablo
renacentista. , realizado por entalladores locales y que denota influencias de
Vigarny. Fechado en el siglo XVI está dedicado
a San Pedro, |
Detalle bóveda. Rey David |
cuya figura preside la
hornacina central. Dorado y policromado y con una imagen de la Virgen con el
Niño, en el cuerpo superior. Se cierra con reja dorada, policromada y con
medallones con las caras de los Reyes. También llama la atención el zócalo
de azulejos de Talavera, presente en otras capillas de la catedral. A la derecha se comunica
con la primitiva sacristía, la última capilla de la girola, de planta rectangular.
La presencia de los Reyes
Magos, se hizo como homenaje al arcediano Don Gaspar Fuentes de la Torre, que
contrató a Juan del Corral, para la decoración de la capilla.
Edículos rectangulares
La catedral de Palencia
copia de la Catedral de León el sistema de dos estrechas capillas rectangulares
para hacer la transición de las radiales de la girola con el transepto.
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Capilla
del baptisterio
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Bóveda capilla del Baptisterio |
Comenzando desde el lado
del Evangelio, nos encontramos con la capilla del baptisterio o de san
Cristóbal, este espacio estrecho permite la unión de la cabecera con el falso
crucero, presentando una peculiar forma estrecha y alargada, con escasa
iluminación. De planta rectangular, se
cubre con bóveda de crucería simple. En el centro se encuentra una pila
bautismal plateresca, con una sencilla decoración de querubines, obra del siglo
XVI.El retablo, dorado y
policromado, que ocupa el testero, presenta dos cuerpos y tres calles, encuadra
un heterogéneo grupo de tallas, dando la sensación que, salvo el titular, sirvió
para recoger imágenes de otros retablos desechados. Está dedicado al santo titular, San Cristóbal
y es renacentista, en él aparece San Cristóbal portando al Niño, entre
Santo Toribio de Astorga y San Isidoro y debajo San Antón, San Pedro y San
Blas, el retablo está rematado con un típico Calvario y dos ángeles
tenantes con blasones episcopales. Llevado a cabo, probablemente, por seguidores
de Alonso Berruguete.
·
Arco
de San Martín
Es este el
espacio gemelo del Baptisterio, sito en la nave opuesta, y en este caso se
encuentra tapiada su salida hacia la nave al hacer las funciones de sacristía.
El espacio visible se configura como un pequeño altar-hornacina, con un relieve
alusivo a San Martín (de ahí su nombre) en el remate, y un cuadro copia del de Tiziano conservado
en el Museo del Prado, que representa el Entierro de
Cristo.
Coro
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Coro |
El coro se sitúa
enfrente de la capilla mayor, a la que está unido por un espacio cerrado
denominado Vía Sacra, ocupando los tramos cuarto y quinto de la nave central. Cierra
el coro una formidable reja, del siglo XVI,
con abundante decoración plateresca, parcialmente dorada y policromada y
con escudos obispales. Los pretiles de piedra que la sustentan, a modo de
zócalo, muestran inscripciones alusivas a la visita del emperador Carlos V y el papa Adriano VI
en 1522. Sobre la reja se observa un arco entibo
y rebajado, conocido como “arco del miedo”, coronado con una imagen de
la Inmaculada. El interior del coro
aparece casi totalmente ocupado por la sillería capitular, de madera de nogal y
estilo gótico, tallada en la primera mitad del siglo XV y reformada
posteriormente a comienzos del XVI. Consta del sitial episcopal, y dos filas de asientos: 55 sillas y dos
bancos en el piso alto, y 46 sillas en el bajo, 20 de ellas añadidas
coincidiendo con las reformas del siglo XVI. |
Silla episcopal |
Los asientos y respaldos
de la misma se enriquecen con tracerías gotizantes, los respaldos altos son
lisos y los bajos de motivos geométricos de diferentes diseños, según un
esquema muy sencillo. Resulta curioso que en el dosel de las sillas altas,
enmarcados en el gablete que lo decora, se incluyesen campos vacíos para pintar
el escudo del canónigo titular del asiento, muchos de estos escudos fueron
repintados según se iba renovando la composición del Cabildo. Destaca en el
centro el asiento del obispo, flanqueado de doseletes, pináculos calados y
ornados con San Antolín en el respaldar, un obispo en la misericordia y
relieves de la Virgen, santos y profeta.
A la derecha según se
entra al coro, sobre el lado del
Evangelio, elevado sobre la sillería, se encuentra el órgano catedralicio. El órgano
original fue obra del siglo XVII, siendo reparado posteriormente en el siglo
XVIII. De este primer órgano se conservan hoy la caja (una espléndida obra barroca,
con decoración vegetal en los fustes de las columnas, con multitud
de cabezas de ángeles y ángeles músicos en las cornisas y otra serie de
menudas figurillas) y los tubos de fachada; sin embargo, el órgano en sí fue
reemplazado en 1925 por otro nuevo de estética postromántica. Cuenta con dos teclados de
61 notas y un pedalero en abanico de 30 notas.
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Coro lateral epístola |
La estructura que
cobija el coro fue financiada por el obispo don Juan Rodríguez de Fonseca
a comienzos del siglo XVI. Los cuatro tramos que cierran lateralmente el coro
se realizaron en momentos muy cercanos en el tiempo, aunque en ellos se
evidencia el tránsito del gótico final al Renacimiento. |
Cristo de las Batallas |
El primer paño del
Evangelio, situado frente a la Capilla de la Purísima, con decoración gótica,
aloja el altar con el Cristo de las Batallas, imagen muy venerada en
la ciudad que recibe su sobrenombre de la tradición que afirma que ante esta
imagen dejaban sus pendones las tropas palentinas antes de partir al combate,
invocando su protección. La imagen fue tallada en el primer cuarto del siglo
XIV, y es un soberbio Crucificado gótico de madera policromada y tamaño
natural, que responde a la tipología de Cristo muerto en la Cruz, de ancha
cintura, piernas cruzadas y largo paño de pureza anudado al lateral que cae hasta
las rodillas; el torso y los brazos aparecen sumamente estilizados. El rostro
es bellísimo y sereno, enmarcado por una larga cabellera partida y rizada. Su
excelente policromía, tanto del paño como de las carnaciones, contribuye a
aumentar su realismo y dramatismo.
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Cristo de las Batallas. Detalle |
Actualmente lo enmarca un retablo del siglo
XVII en el muro que cierra el coro por el lado Norte, entre dos puertas de
acceso al interior de éste, talladas en
nogal con los escudos del cabildo y de Fonseca y las cabezas de los santos
Pedro y Pablo, todo ello cumplimentado por una soberbia decoración tardogótica.El segundo tramo del
Evangelio, situado frente a la capilla de San Fernando, cuenta con una
decoración plateresca datada hacia el 1500 y atribuida a Diego de
Siloé en la que aparecen ocho esculturas de piedra policromada de santos,
reyes y fundadores.
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El Salvador. ¿Vigarny? |
Está presidido, el tramo,
por un pequeño altar dedicado al Salvador dentro de un arco de medio
punto. La escultura en nogal, dorada y policromada, es atribuida a Felipe Vigarny, e iba a
ubicarse en el altar mayor, pero el cabildo finalmente decidió colocar en él,
una talla del santo titular, San Antolín.
En el primer paño de
la Epístola hay un arco gótico similar al que se corresponde con el
Evangelio y cobija el Altar de la Visitación, que cobija un retablo
de fines del siglo XV con tablas pintadas de autor no identificado. Bajo una
Santa Faz y en torno a la tabla central con el abrazo entre la Virgen y su
prima Isabel vemos a su a San Andrés
protegiendo al donante, que aparece de rodillas y a San Lorenzo. En los
laterales se representan San Juan Bautista y San Esteban. |
Altar de la Visitación |
En cuanto al segundo paño
de la Epístola, presenta decoración plateresca atribuida a Diego de Siloé, a
base de pilastras que delimitan las divisiones, con un arco central trilobulado
que cobija un pequeño retablo renacentista -plateresco de madera dorada y
policromada, con medallones de santos y las esculturas de piedra policromada de
los santos Pedro y Pablo sobre los que aparece una Natividad en una
hornacina flanqueada por las figuras de la Anunciación, obra del siglo
XVIII. Finalmente el retablo se corona con una escultura de San José sedente
con el Niño.
Trascoro
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Trascoro |
Fue encargado por el
obispo Fonseca a inicios del siglo XVI, y en él se unen las formas del gótico
final (tardogótico) con el estilo Plateresco del Renacimiento hispano, siendo
una de las obras maestras de la catedral.El trascoro se levanta
sobre cinco escaleras y se puede considerar como una especie de tercer altar
mayor sobre la cripta. El
trascoro se organiza como un retablo pétreo de cinco calles enmarcadas por
pilares. Está presidido por un soberbio políptico de Nuestra Señora de la
Compasión, siete tablas con los Dolores de la Virgen encargada, también, por el
obispo Fonseca en Flandes en 1505, comitente que aparece retratado, en posición
orante, en la tabla central junto a la Virgen y San Juan Evangelista, con fondo
de un delicado paisaje. Las demás tablas muestran escenas de los Siete dolores de María: Circuncisión, Huida
a Egipto, Jesús entre los doctores, Camino del
Calvario, Crucifixión, Llanto ante Cristo muerto y Santo
Entierro. Todas ellas con un refinado realismo y excelente sentido del color.
|
Políptico de Nuestra Señora de la Concepción |
Por encima, un arco de
medio punto alberga dos ángeles tenantes con el escudo del obispo Fonseca, y está abarcado por otro trilobulado con la
heráldica de los Reyes Católicos, sobre sus arcos: el yugo y las flechas. Para
finalizar con una crestería de piedra y la estatua de San Antolín. Y en las
calles laterales, San Bernardo a los pies de la Virgen, el martirio de San
Ignacio de Antioquía y estatuas de santos.Está cuajado de doseletes,
encajes de piedra y hornacinas con figuras de santos.
Este políptico es uno de
los conjuntos pictóricos más destacados de la pintura flamenca en España.
Dos puertas, talladas en
madera con minuciosos relieves, permiten el acceso al coro catedralicio.
En él se pueden resumir
los tres aspectos fundamentales de la catedral de Palencia: el valor legendario
representado en la cripta sobre la que se eleva, el valor artístico representado
por la riqueza en su ornamentación y el valor constructivo representado por la
altivez estructural de su nave central, en la que se encuentra. Enfrente del trascoro, se encuentra la escalera que da acceso a la cripta de San Antolín. |
Púlpito |
Muy cerca de esta escalera
y adosado al pilar del Evangelio del penúltimo tramo de la nave central, ante
el trascoro, se ubica un púlpito del siglo XVI, de madera sin policromar, obra
de algunos de los más destacados discípulos de Alonso Berruguete.
Capillas de la nave norte
Las capillas
laterales de la catedral solo se distribuyen a lo largo de la nave
del Evangelio o norte, pues el lado de la Epístola está ocupado por el
claustro.Son un total de siete,
todas de planta cuadrangular con sacristía en el testero norte. Su sistema de
fundación fue mediante patronato, casi siempre para fines funerarios, con la
obligación de embellecer y mantener el ámbito.
Capilla de San Sebastián
La primera de las capillas
de la nave del evangelio desde el transepto antiguo es la capilla de San Sebastián.
De forma rectangular, su
pared norte aparece adornada por una ventana ojival y dos óculos redondos y
abocinados con decoración interior en el abocinamiento. Su bóveda de crucería
estrellada aparece profusamente decorada en sus plementos y alrededor de la
clave observamos la representación de las virtudes teologales y cardinales.
En el testero de los pies
encontramos una lápida con sepulcro del siglo XVII correspondiente al
tesorero catedralicio, donante de la capilla, junto con pinturas, un escudo en alabastro de
los Calderón de la Barca y una inscripción en la que dejó memoria de su
generosa donación. Su elemento más sobresaliente
es su monumental retablo renacentista. Es un retablo de estructura arquitrabada,
compuesto de dos cuerpos sobre predela con tres calles separadas por columnas
entorchadas y datado en 1637. Está presidido
en la calle central por
la imagen del santo titular
San Sebastián en su martirio, siguiendo modelos de Gregorio
Fernández, influencia que se hace presente en los pliegues duros y angulosos
del paño que cubre al santo, en su teatral pose y en el veraz tratamiento
anatómico. Le acompañan, una Inmaculada en el segundo cuerpo y
un Calvario en el ático, además de cuatro óleos, en las calles, con los martirios de los
santos Sebastián, Juan Bautista, con el Agnus Dei y San Antolín, con la palma y
el destierro de San Juan.
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Puerta de la sacristía |
Entre las tres pinturas de
la predela vemos a San Gregorio y San Sebastián en el centro y dos martirios en
los laterales, todas obras del pintor palentino Blas de Cervera. |
Predela |
Al siglo XVI corresponden
las pinturas murales, con un Calvario, que aparecieron tras el actual retablo.
Sobre la puerta de la
sacristía destaca un alto relieve, en piedra, con la Resurrección de
Cristo (Cristo vencedor de la muerte). Y sobre él, una pintura sobre lienzo,
representando a San Sebastián, curado por las matronas Fabiola e Inés, copia de
Ribera del siglo XVII.
Capilla de San Jerónimo
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Sepulcros de Jerónimo de Reinoso... |
Esta capilla de estructura
rectangular fue construida en 1440 y estuvo dedicada en origen a la Santísima
Trinidad. En 1612 fue cedida al canónigo y abad de Lebanza que mandó hacer aquí
el sepulcro de sus amigos Jerónimo de Reinoso y Martín Alonso de Salinas,
cercanos a Santa Teresa de Jesús, y en honor al primero se cambió la advocación
de la capilla, dedicándola a custodiar las reliquias de San Antolín. Aquí
estuvo el cuadro de San Sebastián del Greco hoy exhibido en el Museo Catedralicio.En su interior vemos un arcosolio
pétreo de claro estilo herreriano/escurialense enmarcado por dos columnas
corintias, con las estatuas de los finados, representados bajo el nicho de arco
de medio punto como estatuas orantes. |
Retablo |
El gran retablo de 1612, también
clasicista, fue realizado en madera dorada y policromada, dedicado a San
jerónimo, alternándose en él pinturas y esculturas. Se distribuye en tres
calles, separadas por columnas salomónicas, con tres cuerpos y ático. Centrado
nos encontramos, con un bajo relieve-puerta con la escena de Pentecostés (venida
del Espíritu Santo), donde se guardan en varios relicarios las reliquias de San
Antolín, junto a una escultura de este santo. DE aquí también el nombre con el
se conoce este ámbito “Capilla de la Reliquias”. Encima, la talla de San
Jerónimo entre los santos Juanes, San Almaquio y San Juan, y en el ático la
Inmaculada Concepción.
Cerrada con dos rejas, la
mayor de dos cuerpos y crestería dorada con escudos del siglo XVII comunica con
la nave y la más pequeña, semejante, situada en la puerta de acceso al Crucero.
Capilla de la Inmaculada o de La Purísima
Llamada anteriormente de
San Enrico o Eurico, y también de La Santa Cruz. De forma rectangular, con ventana
ojival y su bóveda estrellada de nervios entrelazados o combados, se trata de
una de las primeras que con este diseño se realizaron en España.
Alberga un retablo barroco
de madera dorada de la segunda mitad del siglo XVII, que se distribuye en tres
calles, separadas por columnas salomónicas y está presidido por una talla de la Inmaculada, orante y coronada,
inserta en aureola de rayos dorados y sobre angelotes, que sigue, claramente
los cánones de Gregorio Fernández.
Sobre ella, en el ático,
una exaltación de la Cruz, elevada al cielo por dos ángeles. Lo completan seis
pinturas sobre lienzos con el Ángel exterminador, Moisés haciendo brotar agua
de la piedra, y la intercesión de la Cruz y la Virgen en la batalla de las
Navas de Tolosa, en 1212. En lo alto, escoltando la Santa Cruz aparecen los
escudos del cabildo.
Conserva un interesante
mural pictórico representando el Triunfo de la Cruz, motivo de su anterior
advocación. Estuvo cubierto durante siglos por un enlucido y un retablo traído
de la capilla de las reliquias. Esta decoración fue recuperada en una
restauración que terminó en el año 2017. Se trata de una pintura mural del
siglo XVI simulando arquitecturas renacentistas en el zócalo, y un amplio
paisaje con celajes (grupos de nubes) entre los que emergen ángeles con los
símbolos de la Pasión, en torno a la cruz desnuda que preside la composición.
Capilla de San Fernando
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Sepulcro de D. Álvaro de Salazar |
La capilla de San
Fernando y antiguamente de Santa Catalina es una capilla de inicios del siglo
XVI. El ámbito tiene forma rectangular y una ventana ojival. Encontramos a los pies
de la capilla un arcosolio plateresco, de don Álvaro de Salazar, con el yacente
en un sepulcro ornamentado del siglo XVI. En el muro cuelgan dos pinturas sobre
lienzo, del siglo XVII que representan a San Gregorio y San Agustín y en el
muro lateral, otro lienzo de La Piedad o Descendimiento.Frente al sepulcro nos
encontramos con un retablo barroco de la segunda mitad del siglo XVII. De
madera dorada alberga la talla del santo titular San Fernando (Fernando III, el
Santo), quien a sus virtudes como gobernante unió las personales, siendo
canonizado en 1671. Aparece con los atributos de la monarquía, con coraza,
manto de armiño y corona, la espada en la diestra y en la otra el orbe con la
cruz. |
Puerta de la sacristía |
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S. Fernando |
Y sobre ésta la imagen de
Santa Catalina con la rueda y espada de su martirio, junto pinturas sobre
lienzo con escenas alusivas a la vida del rey santo: renuncia de su madre, Doña
Berenguela, al trono, coronación del monarca, la rendición de Sevilla, San
Fernando en oración, muerte de San
Fernando y San Fernando ante la Virgen, obras de Diego Diez Ferreras.La imagen de Santa Catalina, acompañada de angelotes, también preside la puerta
renacentista que da acceso a la sacristía de la capilla. Aparece encerrada en
un óvalo, encima del arquitrabe, sobre un arco rebajado (escarzano), enmarcado
entre columnas corintias y con adornos al modo estructuras arquitectónicas.
Capilla de San Ildefonso
Esta capilla fue de
patronato del canónigo e intelectual Alonso Fernández de Madrid autor de la
Silva Palentina, crónica de la Diócesis de Palencia a través de sus obispos.
En esta capilla está
enterrado don Alonso Fernández de Madrid y su escudo campea en su lápida, en
las claves de su bóveda estrellada, pintado sobre el retablo, y en la vidriera
en color y original del siglo XVI que cierra la ventana ojival que ilumina el
espacio rectangular que ocupa la capilla.
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Puerta sacristía |
La capilla, como todas las
de este lado de la catedral, tiene su correspondiente sacristía, a la que se
accede mediante una puerta tallada que se enmarca en una portada plateresca del
siglo XVI con relieve del Creador del
Mundo en el tímpano del frontón triangular, con 2 medallones en las enjutas, dos
putti teniendo sendos escudos heráldicos y decoración de cabecitas en el
arquitrabe sobre un arco escarzano. Conserva todavía su policromía primitiva.En la capilla de san
Ildefonso, en el muro este, se ubica el excepcional retablo renacentista
–plateresco (obra cumbre de Juan de Valmaseda y en la que también pudo
intervenir Diego de Siloé), sus relieves tallados en
madera dorados y policromados años después. Son de gran calidad.
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Retablo |
Se compone de sotabanco,
banco, cuerpo y ático, con tres calles verticales separadas por balaustres
(columnas abalaustradas). Lo preside, en la calle central, un gran relieve de
la Virgen, imponiendo la casulla a San Ildefonso, entre los medallones (tondos)
de San Pedro y San Pablo, en la parte superior y el Bautismo de Cristo y el
martirio de San Juan Evangelista ante Portam latinam, en la parte inferior.En el centro del sotabanco
destaca la figura de Cristo en un medallón y en el banco o predela, el martirio
de San Lorenzo, a la izquierda, la Adoración de los Magos, en el centro
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Ático del retablo |
y San Jerónimo penitente, a la derecha. En el
ático y bajo un Calvario, un soberbio medallón con la Piedad, flanqueado por
dos angelotes. Los relieves son de una
gran calidad y sorprende la cantidad de detalles, así como su refinada
ejecución.
Se cierra la capilla con
una reja de hierro forjado, obra del siglo XVI.
Capilla de San Gregorio
Al igual que el resto de
las capillas de la nave del evangelio esta capilla también es de patronato, en
este caso de la familia Arce y el nombre de la capilla procede de la gran
devoción que esta familia profesaba a San Gregorio.
El ámbito tiene forma
rectangular, con ventana ojival con la vidriera primitiva del siglo XVI. Toda
la capilla debió estar policromada, percibiéndose restos bajo la capa de yeso,
y un zócalo de azulejos de Talavera del siglo XVII rodea la capilla. En la
clave de su bóveda estrellada aparece el escudo del obispo Alonso de Burgos,
cuyo sobrino, el canónigo don Juan de Arce.
En su interior vemos un
pequeño retablo plateresco dedicado a San Cosme y San Damián, que muestra en su
centro a los hermanos y entre ellos una imagen de San Matías, quizá procedente
de otro retablo desmontado, y cuya autoría se atribuye a Alonso
Berruguete, siendo una de las tallas más valiosas de la catedral. En
el remate, el abrazo de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen, ante la
Puerta Dorada, simbolizando su concepción. En la predela está el milagro de la
amputación de la pierna gangrenada del sacristán de la iglesia dedicada a los
mártires médicos en Roma, y su trasplante por la de un hombre negro muerto. |
Detalle del remate del retablo |
También encontramos en
este ámbito el sepulcro renacentista/plateresco de Juan de Arce, pertenece al
tipo de sepulcro bajo arcosolio y es, tal vez, uno de los más llamativos de la catedral. Realizado
en piedra y yeso policromados parcialmente.
En el zócalo dos ángeles
alados sostienen la inscripción correspondiente a los datos del difunto, entre
una rica decoración de grutescos. En el cuerpo principal, bajo
el arcosolio, pintado en su intradós, hay un nicho/hornacina renacentista para
imágenes ocupado por un Ecce Homo tardogótico escoltado por dos columnas
corintias y una venera, con una leyenda a los pies y debajo se encuentra el
cuerpo del abad, aparece yacente en su lecho mortuorio, con sus galas
eclesiales atributos de canónigo. El tratamiento del personaje es de canon poco
estilizado y ropajes angulosos.
En las enjutas, dos
medallones con las figuras de San Pablo y San Pedro.
Dos blasones, uno con flor
de lis del obispo Alonso de Burgos y otro con las armas de la familia de los
Arce, se colocan sobre el cuerpo principal del sepulcro.
En los
guardapolvos/polseras aparece una abundante decoración vegetal, dispuesta de
acuerdo a un eje vertical, con un friso de ángeles alados.
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Retablo principal |
El arcosolio está coronado
por un arco mixtilíneo, gótico-mudéjar cuyo frontón muestra la Virgen sedente
con el Niño entre las santas Catalinas, de Siena y Alejandría. Es obra de Diego
de Siloé y a él se atribuyen las imágenes de la Virgen sedente y del Ecce Homo.
Remata el sepulcro un
pequeño entablamento con un alado querubín y una moldura avenerada con florero.
La estructura asemeja un
arco triunfal, flanqueado por columnas abalaustradas, de fuste estilizado y con
labor floreada.
Enfrente del sepulcro
encontramos el retablo principal obra plateresco/renacentista de 1528,
profusamente dorado y policromado. Se compone de banco, dos cuerpos y ático,
separados por pilastras planas con decoración agrutescada. El relieve central
presenta la misa de San Gregorio, y los de las calles laterales,
diversas historias sagradas: martirio de San Juan Evangelista y la degollación
de San Juan Bautista, en el primer cuerpo y la Flagelación y Camino del
Calvario en el segundo cuerpo, todas ellas cobijadas por veneras. |
Relieve central Misa de S. Gregorio |
En la predela encontramos
en su centro la Resurrección de Cristo, escoltado por dos escenas de la Pasión
y los martirios de Santa Águeda
El retablo aparece
coronado por un Calvario escoltado por los bustos de San Pedro y San Pablo.
Es esta capilla una
de las principales de la catedral desde el punto de vista artístico, ya que en
ella, los elementos que la componen, incluida la azulejería talaverana de su
zócalo, en su mayoría del siglo XVI, apenas han sufrido modificaciones, por lo
que conservan sus características primigenias del más puro estilo plateresco.
Capilla de Santa Lucía
La capilla de santa
Lucía, abierta en el último tramo a los pies de la nave, fue utilizada
como sala capitular hasta la construcción del claustro en 1569. Esta
capilla, al igual que las otras, es de patronato, en este caso del arcediano de
la catedral Francisco de Rivadeneira, para poner aquí su panteón familiar, como
vemos en las lápidas que tapizan el suelo. Sus escudos lucen en la bóveda que
la cubre, en el retablo y en el centro de la reja que la cierra.
En la pared oriental
encontramos un retablo renacentista, realizado en 1550, pero adquirido en 1580
por Francisco de Ribadeneira para instalarlo en la capilla.
Realizado en madera dorada
y policromada, con dos cuerpos y tres
calles, El retablo se eleva sobre un pedestal y banco que son posteriores y de
estilo barroco.
En la predela observamos
las tallas del Salvador y los doce apóstoles. En el primer piso, aparece el
grupo de la Piedad entre San Bernardo y San Benito. El segundo, y central, lo
preside en una hornacina, la talla de Santa Lucía, la santa titular. Aparece con
la palma del martirio y sus ojos en un plato, entre relieves de la Anunciación
y Visitación, en la parte inferior y San
Pedro y San Pablo, en la parte superior. Ya en el ático, nos encontramos con
una Asunción bajo el Padre Eterno, escoltada por los escudos del arcediano
Rivadeneira. |
Hornacina central |
Junto al retablo se
encuentra el Lienzo del Ecce Homo, realizado en los siglos XVII-XVIII por un
autor desconocido.
En el muro norte se ubica,
a modo de arcosolio el
enterramiento del obispo don Buenaventura Moyano. En la parte superior,
realizada a principios del siglo XIX y
siguiendo los modelos del neoclasicismo, nos encontramos con el retablo de San
Pedro, formado por un lienzo de “las Lágrimas de San Pedro” inspirado en la
obra de Ribera y realizado en el siglo XVII, enmarcado por una estructura
clásica con tímpano circular ocupado por el escudo del titular. |
Puerta sacristía |
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Sepulcro de Buenaventura Moyano |
Junto a él, la puerta de
acceso al espacio de la antigua sacristía, realizada en madera de nogal sin
policromar y rodeada de estructuras clásicas, se decora con cuatro relieves,
son santa Lucía y sus compañeras mártires, obra del siglo XVI.
En la pared oeste, enmarcado,
también, en un arco de medio punto tenemos el enterramiento del canónigo don
Blas de la Rúa, con una escultura de la Asunción de María, de mediados del
siglo XVII, realizada en estilo barroco y por un autor desconocido.
La reja de hierro forjado
y policromado es de estilo renacentista y fue realizada por Juan de Vitoria en
1579. Con balaustre y dividida en dos
pisos y crestería separados por un friso con decoración vegetal.
En las zonas inferiores se han identificado restos de pintura mural al temple
que imita un zócalo de azulejería talaverana con diversos motivos decorativos.
Capilla de las reliquias
Capilla de las Reliquias,
Capilla del Monumento o Capilla del Tesoro, tres nombres para un mismo ámbito,
ya que a través de su historia su función ha variado, en uno u otro sentido,
según las piezas religiosas de la catedral palentina que ha albergado.
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Retablo rococó
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Durante la época barroca
una de las preocupaciones del Cabildo fue que existiera en la catedral un lugar
en el que ubicar las reliquias y después de muchas vicisitudes se eligió
esta ubicación con lo que albergó gran parte de esas reliquias. Éstas estuvieron colocadas en un
retablo/relicario rococó realizado 1770 en madera dorada, que contaba con
hornacinas que servían para las reliquias. Posteriormente se trasladó a la
capilla de la Inmaculada, donde permaneció más de un siglo.Este tipo de
retablos/relicarios fueron muy comunes en la época pero han sobrevivido pocos
ejemplares. Algunos de los relicarios, hoy, se encuentran en el Museo
catedralicio.
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Monumento |
Entre esas reliquias que
se conservaban en la Catedral, destacan por su curiosidad las siguientes: un
fragmento de la esponja con la que dieron de beber a Cristo en la Crucifixión,
el brazo derecho y parte del hombro de San Antolín, la mano de San Vicente,
retales del velo de la Virgen y del manto San José, fragmentos de los cilicios
de San Francisco y Santa Teresa, …Más tarde se convirtió en lugar
de exaltación de la Eucaristía de Miércoles a Viernes Santo, colocándose en
ella la custodia procesional de plata, el llamado Monumento. Y como también
recogió algunas piezas de orfebrería del tesoro del cabildo, otra de sus
acepciones es Capilla del Tesoro.
Está adosada al lado norte
de la fachada occidental de la catedral, junto a la puerta de san Antolín o las
Descalzas.
Esta fachada occidental
estuvo inacabada hasta que se construyó este ámbito. A finales del siglo XIX y
principios del XX se criticó este habitáculo, e incluso, se planteó su derribo.
Al exterior parece ser una
dependencia exenta de la catedral, pero está unida a la catedral mediante un
arco que, en su inicio, estaba previsto para componer los accesos principales a
la catedral. Su situación y
construcción determinó la estructura de
su fachada principal Situada a los pies del templo, se construyó en el siglo
XVIII por lo que es un ejemplo de transición del barroco al neoclasicismo.
Con planta octogonal, sus paramentos aparecen con zócalo de azulejería de
estilo neoclásico.
La bóveda octogonal está pintada y las paredes están
revestidas de yeso policromado y dorado con una decoración con motivos rococó y
que exhiben los anaqueles donde se guardaban las reliquias. Todo ello
enmarcado por guirnaldas y molduras de intrincado diseño. El espacio está
iluminado por dos grandes ventanas de medio punto y se cubre con cubierta de
media naranja rematada con chapitel de pizarra. |
Bóveda capilla Reliquias
|
En el interior frente a la
puerta de entrada, se ha colocado un bello retablo del siglo XVIII con tecas de
plata que contienen reliquias y que, juntamente con las que se guardan en la
capilla de san Jerónimo, constituyen un preciado tesoro de la catedral.
Decoran las paredes cuatro
cuadros; dos con algunos rasgos de la vida de San Juan Nepomuceno, los otros
dos pueden representar algunas escenas de la vida de San Antolín.
En el centro, se conserva
la sepultura de D. Juan de Herrera.
Recientemente ha sido restaurada,
después de permanecer cerrada durante quince años debido al deterioro provocado
por problemas de humedades.
Claustro
y Sala capitular
En cuanto
al claustro, comenzó a erigirse hacia 1440 con financiación obispal, y
quedó terminado en 1516, cuando dirigía las obras de la catedral Juan Gil de
Hontañón. Ocupa cinco tramos de la nave de la Epístola, desde el crucero hasta
los pies. Dispone de dos entradas desde el interior de la catedral y otro
acceso desde el exterior. Los del
interior están situados, uno en el quinto tramo, el contiguo al crucero, y otro
en el último. |
Puerta tardogótica |
El primero es una portada ojival
tardogótica, compuesta por una arquería
apuntada con arquivoltas decoradas con hojarasca sobre un rebajado arco
carpanel. El tímpano está ocupado por una talla protogótica de madera
policromada de la Virgen en Majestad, románica de transición, de
principios del siglo XIII, y conocida como “Virgen de don Tello”, a la que estuvo
dedicado el templo consagrado en 1219 y. anterior a la portada. En el friso una
pareja de ángeles portadores nos muestra los escudos obispales de don Diego
Hurtado de Mendoza que enmarcan un floreado adorno de filigranas. Entre dos
pilastras rematadas en pináculos, los arcos apuntados se ornan con hojarasca, figurillas,
muchas de ellas tocando instrumentos musicales, angelitos y follaje coronándose
todo por un arco conopial con ángel portador del escudo del Cabildo.La portada en sí data de
hacia 1485 y muestra notables similitudes con la Puerta de los Novios.
|
Puerta en esviaje |
El segundo acceso es
una interesante portada plateresca en esviaje (el eje de la bóveda es
oblicuo respecto al muro) fue construida en 1535-36, con puertas de nogal
talladas. Diseñada entre dos columnas abalaustradas, muestra arco de medio
punto en esviaje, dintel y tímpano calado con volutas y dragones. En las
albanegas (enjutas) lucen los escudos del obispo promotor, recubriéndose el
conjunto de fina decoración renacentista: guirnaldas, motivos vegetales o
candeleri, medallones o tondos (círculos con relieves en el centro), columnas
abalaustradas, conchas y grutescos (seres fantásticos mezcla de humanos,
animales y vegetales). Decoración que se
extiende a las puertas, donde en dos paneles se narra la Entrada de Cristo en
Jerusalén y el martirio de San Antolín, sobre bustos de San Pedro y San Pablo atribuidas
a discípulos de Alonso Berruguete.Una pintura sobre lienzo,
representando a la Inmaculada, obra del siglo XVIII, cuelga a la derecha de
esta puerta.
En uno de los tramos un
ventanal comunica el interior de la iglesia con el claustro, facilitando la
iluminación del templo.
|
Panda norte |
El Claustro situado
en la fachada sur y adosado a la nave lateral de la epístola, es de estilo
renacentista y sustituyó al medieval de la antigua Catedral- Ocupa cinco
tramos, que abarca desde el crucero hasta los pies de la Catedral. Es de planta
cuadrada y consta de 24 tramos. Su construcción comenzó hacia 1439 finalizando
hacia el 1516, siguiendo el diseño de Juan Gil de HontañónSus bóvedas son de
crucería estrellada con terceletes y sus nervios apean en pilares fasciculados ligeramente
resaltados del muro. Presentan un trazado distinto en cada una de las cuatro
pandas y lo mismo ocurre con las cuatro bóvedas
angulares.
En uno de los ángulos del
claustro podemos ver las tres flores de lis del cabildo catedralicio, más los
blasones de los obispos Burgos y Fonseca, que lo hicieron construir a inicios
del siglo XVI.
En el centro del patio, en
su día empedrado, se encuentra un pozo y, sobre los tejados de las crujías, los
pináculos de los contrafuertes que sirven de sostén y refuerzo a los muros, de
por sí, potentes. Los arcos apuntados que debieron llevar, como es usual en
este estilo, tracerías y maineles que dejaban pasar la luz se encontraban
tapiados desde 1696, con el fin de dar mayor resistencia a sus muros
sobrecargados por el peso de los corredores altos. En la actualidad y tras
una intervención de fines del siglo XX, se han vuelto a abrir los arcos
ojivales dotándolos de tracerías y vidrios de diseño moderno, pero con gustos
gotizantes. En varios de estos cierres se muestran las vidrieras originales del
siglo XVI.
En la crujía oeste del
claustro y adosado a éste, está la sala Capitular, a la que se accede a través de una portada gótica constituida
por un arco conopial que a su vez enmarca un arco escarzano trilobulado,
adornado con arquivoltas de baquetón, las exteriores rematan en pináculos mientras
que la arquivolta central aparece profusamente decorada con motivos vegetales.
En sus enjutas podemos apreciar escudos obispales. La sala Capitular es una
bella estancia rectangular, dividida en dos tramos, el primero a modo de antesala y ambos
cubiertos con sendas bóvedas de crucería estrellada, con tracería de terceletes y combados que dibujan cierta figura de flores de cuatro pétalos.En las claves lucen los escudos del Cabildo
y del obispo Fonseca. Encargada a Juan Gil de Hontañón, no fue concluida hasta
1516. La sala se ilumina mediante tres ventanales con vidrieras. |
Martirio de S. Sebastián |
Ambos espacios, que
constituyen la sala Capitular, están convertidos en la actualidad en museo de
la catedral, donde encontraremos entre
otras joyas artísticas, una píxide esmaltada, románica,
del siglo XIII, pinturas de Berruguete o relieves de Felipe Vigarny, así como
un cuadro de El Greco con el martirio de San Sebastián, la custodia de Juan de
Benavente, de 1585 o el relicario de san Antolín, en plata, con la imagen del
santo, obra del siglo XVIII.También encontramos la
colección de tapices, |
Tapices de la Sala Capitular |
constituida por 12
tapices realizados en Bruselas en el siglo XVI, de los 29 con que llegó a
contar el templo. Algunos fueron donados por el obispo Juan Rodríguez Fonseca y
recubren la antigua sala capitular, con temas del Viejo y Nuevo Testamento, y
los cuatro de “la Salve Regina”. Otros tres muestran la Historia de Abraham y se
exponen en la Capilla Mayor. El museo diocesano se
encuentra en otras dependencias en el
antiguo Palacio del Obispo.
También hay que destacar
algunas curiosidades que aportan otro valor más a la visita que podamos
realizar a esta catedral. Así entre ellas destacaremos:
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Gárgola del "allien" |
La de la gárgola. En la
catedral y como es tradición del gótico la presencia de las gárgolas es otro elemento
más a tener en cuenta y es aquí donde podemos comentar que en la cobertura exterior de la girola podemos observar una curiosa
gárgola que representa a un fotógrafo. Esta gárgola es del siglo XIX t
realizada por el arquitecto Jerónimo Arroyo, encargado de restaurar la
catedral. Decidió colocarla en honor a
un fotógrafo, conocido suyo, que realizaba reportajes fotográficos de sus trabajos y que, al parecer, falleció
realizando unas fotos en el tejado de la catedral. Al lado de esta gárgola se
encuentra otra, es la de un esqueleto y que representa la muerte de citado
fotógrafo.