Los monasterios de los cartujos son conocidos con el
nombre de cartujas por ello este monasterio se llama:
La Cartuja de Santa María de Miraflores.
Descripción general
Lo primero que podemos
decir es que la Cartuja de Miraflores es una joya del arte gótico final.
Vista general de la Cartuja |
Vista general del monasterio |
Historia
Enrique III el Doliente |
Al palacete llegaron monjes de
provenientes de otras cartujas hispanas, no sin ciertas reticencias, pues el
lugar, era y es bastante frío, y carecía de agua.
Reformaron las
dependencias y establecieron la
comunidad, bajo la advocación de San Francisco (de Miraflores). Diez años más
tarde (1452), la estructura sufre un voraz incendio, que destruyó la mayor
parte del edificio y obligó a planificar la construcción de otro edificio de
nueva planta. Se encargó el proyecto a Juan de Colonia arquitecto de la
Catedral de
Burgos, que diseñó los planos, y comenzó la construcción del actual
edificio, siguiendo las costumbres arquitectónicas de los cartujos por las cuáles el espacio de la nave central
estaría dedicado a los distintos colectivos participantes en la liturgia: estancia
de los fieles, el coro de los Hermanos, el coro de los Padres y el presbiterio.
Monje cartujo |
Agujas de la catedral de Burgos obra de Juan de Colonia |
Cada uno de los tramos está cerrado
por bóveda de crucería con terceletes Entre 1454 y 1488 se desarrollan las
obras del nuevo monasterio, puesto ahora bajo la advocación de Santa María de
la Anunciación (de Miraflores).
Juan II de Castilla |
Isabel I la Católica |
Más tarde, ya en la primera mitad del siglo XVI, se emprenden otras obras
arquitectónicas, que van dando forma definitiva
al templo como son: las capillas laterales, adosadas al muro del lado
del evangelio, se da más altura a la iglesia o se incorporan, en el exterior,
las agujas, los pináculos y la crestería típicamente gótica.
Hay que tener en cuenta que esta
obra se construye en un momento crítico en que, de alguna forma, agoniza el
gusto por lo gótico para dar entrada al plateresco, que le sustituye, es por
ello que es difícil catalogarlo, de una forma absoluta, dentro de un estilo u
otro. Todos los elementos aparecen mezclados en las diferentes partes del edificio.
Sepulcro de los Reyes |
Los privilegios de la Cartuja fueron ratificados por parte de Felipe II y fueron
patentes las muestras de aprecio por la Cartuja de otros reyes como Felipe
IV o Carlos II que se suman a la lista de monarcas que patrocinaron el
monasterio de Miraflores.
En cuanto a su construcción además de Juan de Colonia, como primer
arquitecto, también hay que destacar la participaron Garci Fernández de Matienzo,
a su muerte y que murió de peste apenas un año después de iniciar su trabajo y
el hijo de Juan de Colonia, Simón de Colonia.
Sillería del coro de los Hermanos |
Así mismo también tomaron parte en distintas disciplinas Gil de Siloé
(sepulcros reales y retablo Mayor), Diego de la Cruz (el retablo Mayor junto
con Siloé), el tallador Martín Sánchez (la sillería del coro) o Pedro
Berruguete (la Anunciación)
Planta
Planta Cartuja actual |
Alrededor del claustro mayor están las celdas individuales (en número de 24
para Padres y 12 para Hermanos), que permiten a los monjes vivir en la soledad
y el silencio propios de la espiritualidad cartujana y el resto de dependencias
del monasterio: refectorio, sala capitular…. Hoy en día esta parte del
monasterio no se puede visitar.
La planta de la iglesia está formada por el atrio y una sola nave longitudinal con cinco tramos separados en el exterior por contrafuertes, más la zona presbiterial con dos tramos y el ábside poligonal con nueve plementos. La iluminación del interior tiene su base en grandes ventanales ojivales con unas ricas vidrieras traídas de Flandes.
Plano de la parte visitable |
La planta de la iglesia está formada por el atrio y una sola nave longitudinal con cinco tramos separados en el exterior por contrafuertes, más la zona presbiterial con dos tramos y el ábside poligonal con nueve plementos. La iluminación del interior tiene su base en grandes ventanales ojivales con unas ricas vidrieras traídas de Flandes.
En primer lugar nos encontramos con el vestíbulo o zaguán que da a la
galería de recepción, está enlosado en su parte central, mientras que los
laterales están cubiertos con empedrado al modo de lo que se llama “alfombra de
portalejo” o portaleio.
Vestíbulo |
La portalada de este pórtico es gótica con sus arquivoltas apuntadas y
doveladas que se apoyan en columnas con capiteles vegetales y basamento de
pedestal a lo largo de un podium, las más finas son de baquetón corrido sin
capitel. Todas ellas protegen al arco escarzano que forma la portalada de
entrada y sobre ella el tímpano que aparece ricamente decorado en su parte
superior con una escena que bien podría ser la de la Adoración de los Reyes
Magos.
Las enjutas determinadas por el alfiz se decoran con los escudos de la
portada principal del monasterio, esto es, el escudo de Castilla-León y un
blasón con banda engolada de Juan II (motivos que se repetirán a lo largo de
toda la construcción).
Además el arco externo (conopial rematado en una especie de cruz vegetal)
se decora con crochés a lo largo de su
perfil.
Y entraremos en la galería porticada y, hoy en día, protegida por cristaleras.
Está formada, al interior, por arcos
de medio punto rebajados, que se aposentan sobre ménsulas y que sostienen
bóvedas de aristas también rebajadas y con
claves decoradas, a excepción de la
bóveda central, con forma de cúpula estrellada de base poligonal de ocho lados
y sostenida por ménsulas con figura de ángeles y por cuatro trompas que
contienen en su interior figuras entronizadas.
Galería |
Al exterior del patio los arcos aparecen muy rebajados, siendo el central
claramente escarzano con escaso dovelaje.
Capilla de S. Bruno |
S. Bruno |
La capilla se cubre con una cúpula estrellada de ocho puntas cuyas
nerviaciones proceden de ménsulas triangulares que se adornan con preciosos
trampantojos simulando los soportes de trompas.
Ya en el patio, en el lado izquierdo, cerca de la portada de la iglesia se
encuentra también una estatua de San Bruno de Colonia fundador de la Orden de
los Cartujos.
La portada
Portada occidental |
Detalle de la portada |
"La piedad" |
Un frontón triangular, precedido de un barandado pétreo; con el escudo de
armas de los Reyes Católicos como reyes de Castilla, León, Aragón y Sicilia
remata el hastial del templo, recordando así el importante papel de la reina
Isabel como principal agente dinamizador del proyecto arquitectónico tras la
muerte de Juan II en 1454.
Detalle del frontón |
El coronamiento del templo fue
levemente modificado en 1539 bajo la supervisión de Diego de Mendieta realzando
la altura y la belleza del templo mediante agujas de distintas alturas,
gárgolas y efigies.
Más tarde, a mediados del siglo XVII, la portada se trasladó la fachada a
los pies de la nave del templo (fachada oeste) y hoy en día accedemos a ella a
través de un patio ajardinado que sirve de conexión entre las estancias del
monasterio y las dependencias de servicio y la portería.
Atrio de la iglesia |
Bóveda de crucería con terceletes |
La portalada de esta dependencia es típicamente gótica con sus arquivoltas
apuntadas de estructura parecida a las del zaguán.
Interior
Centrándonos en el recorrido interior, a lo largo de la nave se distinguen cuatro espacios claramente
diferenciables y perfectamente separados: la estancia de los fieles, el coro de
los Hermanos, el coro de los Padres y el presbiterio.
Tríptico de la Virgen de Rogier Van der Weyden |
Coro lado del evangelio |
En la parte
central de los estalos representaciones de santos y mártires y en la parte
superior representaciones de escenas siguiendo un programa iconográfico, que comienza en el lado dela epístola (matrimonio de José y María y la Anunciación) y acaba en el lado del evangelio (con la resurrección de Jesucristo).
Respaldos estalos ladp de la epístola |
Parte superior coro del lado del evangelio |
A ambos
lados del coro hay puertas que permiten el acceso por un lado (el del
evangelio) a la Capilla de la Compasión (sala de la exposición
temporal) y por el otro (el de la epístola) a la Clausura, por donde
entraban los monjes al coro para rezar los oficios.
Retablos barrocos gemelos |
Entre ambos
retablos se sitúa el paso reservado para los Padres, también llamados monjes, con
una puerta muy significativa con la frase: “Félix coeli porta”(Feliz puerta del
cielo) situada bajo una Inmaculada que representa el paso al presbítero y que
está cargado de simbología.
Coro de los Padres. Lado del evangelio |
Estalos en el muro de separación |
Respaldos del coro de los Padres |
Detalle de los estalos |
Los tableros de
los respaldos se dividen decorativamente en tres partes: primero un zócalo (o
friso) inferior rectangular (de unos 20 cms. de altura), una parte intermedia
decorada a modo de ventanal con sus correspondientes claraboyas -o a imitación
de las arquerías de los claustros de la época-, y una zona superior constituida
por un rosetón gótico (con un diámetro de unos 50 cms.) con sus filigranas
conseguidas por el enlace de elegantes curvas; los espacios intermedios y las
enjutas -así como en los apoyamanos-, son los lugares preferentes de aparición
de los motivos figurativos.
J
unto a la
entrada de la sacristía se conserva un mueble a modo de atril donde se leía el
evangelio, en frente en el lado de la epístola se encuentra la sede del
celebrante tallada a juego con los atalos del coro y que termina en un pináculo
de formas góticas que cubren el asiento. Y en el medio de la estancia y
enfrente del sepulcro se encuentra el
facistol, mueble utilizado para exponer
los grandes libros de coro que contenían las melodías de la liturgia de las
horas. Su parte superior es giratoria para facilitar el movimiento de las
páginas y de los libros.
Sede del celebrante |
Bóveda de crucería con terceletes |
Bóveda del ábside |
En el ábside hay que destacar la presencia del retablo Mayor, y de los
sepulcros que describiremos a continuación, ya que de por sí constituyen uno de
los elementos diferenciales y más atractivos de la Cartuja.
Retablo
Mayor
Retablo de Gil de Siloé |
El Retablo fue realizado en tres años, de 1496 a 1499, poco después de que
el propio Siloé ejecutara en la misma Cartuja los sepulcros de Juan II e Isabel
de Portugal y del infante don Alfonso y tuvo un costo bastante superior al
coste de los sepulcros de los Reyes e Infante. Se utilizó madera de pino para
la estructura y de nogal para las esculturas.
Calvario: Jesucristo, la Virgen y S. Juan |
Es un retablo novedoso desde el punto de vista compositivo. Nunca se había
visto nada igual en Castilla: primero por la cantidad de madera empleada y
después por la complejidad estructural y por la calidad de tallas y relieves.
Se sustituye la tradicional composición en cuerpos y calles por un sistema
absolutamente revolucionario y muy diferente
hasta lo que en ese momento se conocía en Hispania.
Las escenas temáticas principales representadas en las distintas partes del
Retablo Mayor son:
Pináculos superiores: representan, en su parte central las figuras de
dos santos dominicos, Santo Domingo de Guzmán (fundador de los dominicos) y San
Pedro de Verona (primer mártir dominico). También y a la derecha se reconoce
fácilmente al profeta, por la filacteria que rodea su cuerpo. El personaje de la
izquierda no tiene atributos que permitan su identificación, pero bien podría
ser por contraposición con Isaías, un profeta del Nuevo Testamento.
La
presencia de los dos santos se debe a la estrecha colaboración de los dominicos
Fray Tomás de Torquemada y Fray Diego de Deza, ambos Inquisidores generales de
Castilla con la reina Isabel la Católica, promotora del retablo.
Detalle del retablo |
Rueda central: Representa a Cristo crucificado. Una de las obras
maestras de la escultura gótica. La imagen es de un enorme dramatismo, tanto en
la tensión de un cuerpo herido y lacerado, anatómicamente incorrecto, como en
la cabeza doliente. Todo ello acentúa la expresividad de la obra. Este tipo de
imagen se utilizará como modelo, sobre todo en el Barroco.
Haciendo el gesto de sostener los brazos de la Cruz, aparecen Dios Padre (a
la izquierda) como emperador celeste, un anciano con la triple corona, y el
Espíritu Santo (a la derecha), que en vez de ser representado en su forma
habitual de paloma, adopta la forma de un hombre joven imberbe con ropas
sacerdotales y corona imperial. Junto con el Cristo crucificado conforman una
Trinidad iconográficamente muy original.
A ambos lados del círculo aparecen los santos Pedro y Pablo con sus
atributos la llave y la espada.
Pelícano |
Los brazos del Crucificado dividen el espacio en cuatro zonas en las que se
desarrollan escenas de la Pasión: con la Oración en el Huerto,
la Flagelación, Camino del Calvario y la Piedad o Quinta
Angustia.
La flagelación |
Oración en el huerto: Jesús reza en el huerto mientras, los discípulos
duermen.
Flagelación: Cristo aparece atado a la columna, mientas, los guardias
le azuzan y Pilato contempla la escena sentado desde el lateral.
Cristo con la cruz a cuestas |
La Piedad: Cristo muerto sostenido por las mujeres y San Juan como un
cuerpo inerte. La imagen de la Virgen, turbada, permanece en sombra por el
doloroso momento.
Rueda angelical: enmarcando la cruz y las cuatro escenas de la Pasión,
un gran círculo formado por ángeles nos indica la importancia de lo que está
representándose en su interior. En las cuatro esquinas de la rueda se
representa a los cuatro teólogos y Doctores de la Iglesia: San
Gregorio, San Ambrosio, San Jerónimo y San Agustín.
S. Juan y S. Mateo S.Marcos y S. Lucas |
S. Lorenzo |
Sta. Bárbara |
Preside la calle central un tabernáculo que sustituyó al original en el
siglo XVII, conocido como:
Torno giratorio: Anunciación de María |
Natividad del Señor: la Virgen se presenta en primer plano, con San
José a su izquierda. El Niño Jesús aparece alzado, con las manos juntas en
plegaria y rodeado de una luz brillante, reforzada por los colores del manto de
su madre que le hacen de fondo. Por la izquierda, la mula y el buey dan calor
en el pesebre. Encima de ellos, el ángel está anunciando el nacimiento de Jesús
a los Pastores, que se ven entrando en escena por la parte superior derecha.
Torno giratorio: Bautismo de Jesucristo |
Resurrección del Señor: Jesús resucitado ocupa el centro de la escena
con el sepulcro abierto detrás. Aparecen dos soldados: uno dormido y el otro
compensando la figura del ángel que sostiene la capa. Por el camino del fondo
se acercan las santas mujeres que van a visitar el sepulcro y se lo encuentran
vacío.
Ascensión: los Apóstoles rodean a la figura de Cristo que se eleva en
el cielo y de la que solamente pueden verse los pies. María es flanqueada por
Tomás y Simón (ubicados en el marco), distribuyéndose el resto de los
discípulos en dos bloques a ambos lados de una montaña rocosa en actitud orante
y de contemplación. Las huellas de los pies del Señor han quedado impresas en
el suelo, donde aún pueden verse pese a su ascensión al cielo.
Torno giratorio: Pentecostés |
Asunción de María: en esta escena se muestra el momento en el que la
Virgen María es coronada y conducida por tres pares de ángeles al cielo. Es una
imagen que se repite mucho en la Castilla de fines del XV y primeros del
siguiente. Flanqueada por dos figurillas de los apóstoles, se piensa que pueden
ser Santiago Alfeo y Judas Tadeo.
Sta Catalina, S. Juan Bautista, Mª Magdalena y Santiago |
Y en los espacios entre cada pareja de santos y cerca del altar, coincidiendo
con el basamento del retablo y con el
tema central de la Pasión, se suceden distintas escenas y figuraciones de la
vida de Jesucristo: Anunciación y la Epifanía en la parte superior y
la Última Cena y el Beso de Judas en la inferior.
Detalle curioso es la pequeña imagen del Niño que se desliza sobre los
rayos hacia su madre en el relieve de la Anunciación.
También cerrando los laterales de este rectángulo imaginario encontramos
los escudos reales de los reyes Juan II e Isabel de Portugal padres de Isabel la
Católica. A la izquierda y sostenido por leones rampantes el escudo con
las armas de Castilla y León, sobre la efigie de Juan II; a la derecha, y
sostenido por dos ángeles el de Isabel
de Portugal, cuya efigie se representa bajo él.
Escudo con las armas de Castilla y León, y Portugal |
Ambos monarcas aparecen
representados, en actitud orante en sendos reclinatorios y protegidos,
respectivamente, por Santiago y Santa Isabel (con su hijo San Juan que
presenta los rasgos de un adulto pero en pequeño tamaño).
Rey Juan II con Santiago |
Reina Isabel con Sta isabel |
Sepulcros
Sepulcro real |
Sepulcro del Infante Alfonso |
Panteón
Real
En cuanto al sepulcro o Panteón Real ocupa el centro del presbiterio de la
Cartuja y fue realizado entre 1485 inicio del proyecto, 1489 inicio de la
ejecución del proyecto y 1493 finalización, por Gil de Siloé. Fabricado
completamente en alabastro y en estilo gótico, y de significativa
monumentalidad muestra las efigies reales de Juan II de Castilla e Isabel de
Portugal en la cara superior, mientras que un complejo programa iconográfico
envuelve la base desplegando un gran número de figuras y escenas alusivas a la
muerte y a la resurrección no exentas de una exquisita calidad en la ejecución
de telas, ropajes, carnes y decoraciones vegetales. A ello se une la peculiar forma
de estrella de ocho puntas de la composición, cual si de la proyección de una
bóveda gótica estrellada se tratase.
Descripción
Como ya se ha mencionado tiene planta octogonal en forma de estrella de
ocho puntas, formada por la superposición de un cuadrado y un rombo.
En los dieciséis lados se desarrolla
un rico programa iconográfico, con nichos o capillitas con dosel que
contienen figuras y escenas alusivas a la Muerte y la Resurrección.
El sepulcro mide un metro y sesenta centímetros de altura aproximadamente,
por lo que es difícil contemplar las estatuas yacentes a nivel del suelo de la
iglesia, salvo desde el altar mayor de la iglesia.
Juan II de Castilla |
Sepulcro de la reina |
Isabel de Portugal |
Las estatuas
yacentes de ambos monarcas están separadas por una crestería gótica,
al igual que los doseles de estilo gótico colocados
por encima de las cabezas de las estatuas de ambos cónyuges.
S. Lucas |
S. Juan |
Los expertos comentan que aunque aparecen las Siete Virtudes, no son
iguales ni en tamaño ni en estilo y parece que han sufrido cambios de lugar,
algo que afecta a todo el conjunto en general, incluso con posibles
equivocaciones en cuanto a lo que reza en las peanas y las figuras que las
acompañan.
David |
Sacrifio de Isaac |
Virgen de la leche |
La Esperanza |
Lateral del sepulcro |
Sepulcro
del Infante D. Alfonso
En cuanto al enterramiento del infante don Alfonso, hermano de Isabel la
Católica, se sitúa en la pared del lado del Evangelio del presbiterio, el
segundo lugar en importancia después del presbiterio, y también es de alabastro
tallado y de Gil de Siloé, terminado por las mismas fechas que el de sus
padres.
Descripción
Su emplazamiento condiciona su forma, es un arcosolio de doble arco escarzano sobre el que se sobrepone, y arropa todo el
conjunto, otro arco conopial, arco cuyo borde externo aparece adornado por
putti (figuras de angelillos desnudos) y crochet y enmarcado por un alfiz decorado con motivos
vegetales y en cuya enjuta, a modo de arquería ciega aparecen arcos apuntados y
que prolonga su vértice en una pilastra hexagonal que sirve de peana a un
relieve en el que dos figuras angeladas sostienen un jarrón con un ramo de
flores que representa la pureza de la Virgen y que junto con las figuras
laterales representan la Anunciación.
Sobre ese alfiz aparece un arco de medio punto algo rebajado y decorado con
motivos vegetales en el exterior y que asemejan tracerías en el interior.
El conjunto se encuentra enmarcado por dos pilastras adornadas con imágenes
de apóstoles, once, y santos, San Juan Bautista, que sirven de soporte al arco
de medio punto antes mencionado.
Hay uno de los apóstoles que aparece con gafas, es Santo Tomás, el primero
a la izquierda, pero curiosamente entre sus manos aparece una escuadra, hay
quien lo ha interpretado como un autorretrato de Gil de Siloé. También es
necesario destacar la moldura vertical paralela situada a ambos extremos de los
mencionados pilares o pilastras y rellena de parras, uvas y figurillas. Trabajo
en el que el escultor realiza un alarde de virtuosismo vaciando el fondo sin
quebrar el frágil alabastro.
Santo Tomás o ¿Gil de Siloé? |
Adorno lateral |
S. Miguel |
Bajo el arco
está ubicada la estatua orante que
representa al infante Alfonso de Castilla. El Infante parece
haber interrumpido la lectura del libro y dirige su plegaria hacia el altar de
la capilla. Su figura cubierta de ricas telas que muestran la
capacidad del escultor para obtener diversas texturas.
El pelo, liso,
cae sobre el cuello y cubre la frente con unos rasgos más bien duros e
inexpresivos que sugieren que el infante tenía una edad superior a la que
correspondía en el momento de su muerte.
Don Alfonso
viste un ropón ceremonial lujosamente decorado, similar al de su
padre, con anchas mangas acuchilladas, las manos cubiertas con guantes
adornados con un anillo; lleva la cabeza descubierta, y un rico sombrero de
piel adornado con perlas y pedrería cuelga sobre su espalda.
El difunto
aparece en una postura orante, arrodillado con las manos juntas, ante un
reclinatorio, constituido por un bloque único, cubierto con un paño de brocado
similar al traje que viste y sobre un cojín abundantemente adornado. Si miramos
con atención nos daremos cuenta que la
tela, a pesar de su peso, no cae verticalmente sino que parece inclinada de una
manera no natural.
Sobre el
reclinatorio un devocionario o libro de horas abierto. Y junto al libro aparece
la mano de una persona que quiere cerrar el libro. Junto al libro y
mano reposa también un gorro similar al que lleva don Alonso a la espalda.
Ante el Infante,
a la altura del cojín sobre el que se arrodilla y sobre una se encuentra la
escultura de una santa restaurada que ha perdido sus dos manos y tiene un gran
parecido con otras imágenes del sepulcro de los reyes.
El fondo del
nicho también está ricamente decorado, con quince cuadrados decorados con
distintos motivos y enmarcados por una orla de tallos, hojas,
ramas, putti y todo tipo de animalillos.
Escudo heráldico |
Vidrieras
El conjunto de las vidrieras de
la cartuja de Miraflores está compuesto por diecisiete ventanales y un rosetón
sobre la puerta de entrada; pero, el rosetón y cuatro vidrieras historiadas
originales que estaban tras el retablo han desaparecido.
Vidriera. lado derecho. Pentecostés |
El transporte de ésta y otras mercancías desde
los Países bajos se realizaba por barco desde el puerto de Amberes, al puerto
de Bilbao, Laredo o Castro y de allí al interior de Castilla, en este caso a
Burgos, en carretas.
La factura de las vidrieras
está a la altura de otros conjuntos hispanos del S. XIII y XIV, como las de la
Catedral de León, el monasterio de Pedralbes y las catedrales de Girona,
Barcelona, Sevilla y Toledo.
Vidriera lado izquierdo. Oración del huerto |
Vidriera lado izquierdo La Flagelación |
Vidriera lado derecho El Descendimiento |
Descripción
Vidriera lado derecho La Resurrección |
Los grandes ventanales de la
nave están divididos en tres vanos, separados por maineles. Cada vano se
compone de cuatro paneles rectangulares culminados en una sola punta lanceta
lobulada cada uno. Sus dimensiones serían de un metro de ancho por cuatro
metros de altura y al igual que las del ábside en sus tracerías se incluyen
piezas coloreadas.
El programa iconográfico
Vidriera ábside Presentación en el templo |
Vidriera lado izquierdo El Calvario |
En el muro del lado del
evangelio, de los pies a la cabecera, aparecen representadas las escenas de: La
Oración en el huerto, la Flagelación, la Coronación de espinas, el Camino de la
amargura y el Calvario.
En el lado de la epístola, de
la cabecera a los pies: El Descendimiento, la Resurrección, la Ascensión, Pentecostés y el Juicio final.
Sacristía
Sacristía |
Hay en ella un retablo transformado
en un armario de reliquias a finales del siglo XIX, pero cuya decoración pictórica
es anterior, se trata de un óleo: la Adoración del Niño Jesús por los Pastores,
imagen de tradición occidental donde se representa el pesebre y destaca la
iluminación del rostro de la Virgen. Se atribuye a Diego de Leyva, pintor
riojano del siglo XVII afincado en Burgos que acabó siendo monje en Miraflores.
A ambos lados dos santos y a su lado los escudos de la portada principal: el de
Castilla y el de Juan II.
Cajoneras para ornamentos |
También destacan en la sacristía las cajoneras de madera de nogal, elaboradas en el siglo XVIII para guardar los ornamentos litúrgicos, que presentan la estructura idónea para la conservación de las vestiduras: espacios singularmente alargados y anchos que permiten el despliegue de casullas, dalmáticas y albas, junto con una estructura robusta y firme que asegura la resistencia del mueble frente al gran peso de las vestiduras sagradas.
Bóveda de crucería |
Capillas laterales
La Anunciación de Berruguete |
Añadir leyenda |
Virgen de la leche. Réplica |
Bóveda con la Coronación de la Virgen |
Sala de las Reliquias |